Mientras el presidente López Obrador asegura que la libertad de expresión y de prensa está garantizada, en 2021 hubo señales de que esto no es cierto y que fue otro año violento para el oficio del periodismo, de acuerdo con Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19.
“El presidente repite la fórmula de sus antecesores, de los que básicamente siempre pretende deslindarse, pero repite estas pulsiones autoritarias que incluso lo describen”, dijo Maldonado al hablar de que el gobierno federal ha sido parte del hostigamiento contra la prensa.
Además, Maldonado agregó que en 2021 hubo razones para creer que México ha retrocedido en el camino hacia ser un país que garantice la libertad de expresión y el acceso a la información, así como de contar con un gobierno abierto y transparente.
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Violencia contra periodistas
Para Leopoldo Maldonado, la señal más grave de que 2021 fue un año hostil contra la prensa se refleja lamentablemente en el número de periodistas asesinados solo por hacer su trabajo.
De acuerdo con Artículo 19 –un organismo internacional que lucha por la libertad de expresión y el acceso a la información– desde enero hasta octubre de 2021 se registraron siete periodistas asesinados por causas relacionadas con su labor informativa.
“La espiral de violencia que habíamos visto en sexenios anteriores, sobre todo detonada a partir del gobierno de Felipe Calderón, siguió al alza. A mitad del 2021 en Artículo 19 ya registramos 362 agresiones contra la prensa, lo que equivale a una agresión cada 12 horas”, dijo Maldonado.
Lo preocupante, de acuerdo con el especialista, es que no ha habido una respuesta eficaz por parte del gobierno en materia de prevención y de protección para evitar esta violencia contra periodistas.
“Y por otro lado, tenemos una impunidad altísima del 98% de los casos de crímenes contra periodistas que no son resueltos y que los responsables no son sancionados”, explicó.
Hay que agregar que todo esto ocurrió en el contexto de campañas electorales y elecciones intermedias que se llevaron a cabo en junio.
“Un contexto electoral particularmente violento, en donde los actores políticos, principalmente los partidos, fueron virulentos en contra del escrutinio público, y el escrutinio particularmente de la prensa”, dijo Maldonado.
Quién es quién
En junio de este año el presidente López Obrador inauguró la sección “Quién es quién en las mentiras de la semana” en las conferencias matutinas, a cargo de Elizabeth García Vilchis, para desmentir las noticias falsas de la prensa “neoliberal o neo porfirista”.
“Es el sello particular de este gobierno. Desde la tribuna pública el presidente ha ejercido una estrategia de comunicación basada en el ataque a la prensa y la descalificación permanente, que esta sección ya encontró su punto más extremo y más preocupante incluso para organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, explicó Maldonado.
¿Por qué es el punto más extremo? Para el especialista, la sección “convierte al gobierno en un tribunal de la verdad, determinando quién dice verdad y quién dice mentiras desde el propio Estado y utilizando el espacio para profundizar la dinámica de estigmatización y descalificación que ha caracterizado al Poder Ejecutivo”.
Para Maldonado, esta estigmatización es muy peligrosa, porque “coloca en mayor riesgo al gremio periodístico, en un país que es de los más letales para los periodistas a nivel mundial”.
“Es parte de esta estrategia de polarización y de división que se genera desde la propia cabeza del Estado mexicano, en donde las voces críticas son inmediatamente descalificadas a partir de una serie de falsedades o datos imprecisos”, explicó Maldonado.
Y agregó que los medios o periodistas mencionados en esta sección se tienen que enfrentar a una “cascada de ataques y descalificaciones, porque a lo que dice el presidente se le suma después toda una red de cuentas en redes sociales para avasallar a quienes son blancos de estas críticas del presidente”.
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El decretazo
El 22 de noviembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Acuerdo que establece que las obras de infraestructura del gobierno deben ser consideradas de interés público y de seguridad nacional.
“Es parte de una tendencia a la opacidad muy preocupante que desde Artículo 19 veníamos señalando desde desde el primer año de gobierno, una tendencia a negar la información o a declararla inexistente”, dijo Maldonado.
En ese sentido, para el director regional de Artículo 19, el Acuerdo es parte de una postura del gobierno federal de que “no es necesario que se transparente todo porque somos personas honestas y no es necesario que se nos sujete a un escrutinio público, lo cual es un absurdo”.
“Ese es un argumento inaceptable en cualquier sistema que pretenda ser democrático. Y por supuesto que es sumamente preocupante, porque se trata de obras que impactan severamente la vida de comunidades y pueblos indígenas”, señaló.
Además, este Acuerdo podría vulnerar otros derechos como el de manifestación, ya que existe el riesgo de que “no puede haber bloqueos, no puede haber marchas en contra de las obras, porque al ser consideradas de seguridad nacional se les puede desalojar inmediatamente a los manifestantes y se puede hacer uso legítimo de la fuerza”.
Los ataques para defender a Sanjuana Martínez
En marzo de este año, el Departamento de Estado norteamericano publicó las violaciones contra derechos humanos orquestadas desde la Agencia de Noticias del Estado (Notimex), a partir de una investigación hecha por Artículo 19, Aristegui Noticias y Signa Lab.
Un día después, el presidente López Obrador dijo que Artículo 19 era financiado por empresas extranjeras y que pertenecía al “movimiento conservador”.
“Nos queda muy claro que es parte de la estrategia de anular al mensajero para tratar de anular un mensaje”, explicó Maldonado.
Y añadió que en aquel momento el mensaje no solo era que “la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, ordenaba a sus empleados atacar desde redes sociales con cuentas propias o cuentas falsas a los críticos, tanto de ella como de la administración obradorista”.
Para el experto, no fue la primera ni la última vez que el presidente pretendió distraer el foco de la verdadera información lanzándose contra organizaciones defensoras de derechos humanos.
“Esto da cuenta de cómo percibe la crítica el jefe del Estado mexicano. Considera la crítica un ataque, cuando es la persona que está bajo el más intenso escrutinio y observación por parte de la sociedad”, explicó.
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Del hostigamiento al reproche
Por último, Leopoldo Maldonado opina que este año además de hostigamiento contra periodistas críticos a su gobierno, también comenzó a definir que la buena prensa es solo la que “está con el pueblo”, o sea “la que está con él incondicionalmente”.
Después de que salió el reportaje “Sembrando vida y la fábrica de chocolates” en Aristegui Noticias y el semanario Proceso, en el que los hijos del presidente supuestamente se estarían beneficiando de este programa social, López Obrador dijo que estos dos medios de comunicación nunca han hecho periodismo para el pueblo porque nunca han apoyado a su movimiento.
“Esto pinta de cuerpo entero qué es lo que el presidente considera buen y mal periodismo. Y es preocupante, porque para él el buen periodismo es el que le aplaude solo porque él está ahora en el poder”, explicó.
El especialista aclaró que aunque el presidente quiera que todos los medios estén abiertamente a favor de su gobierno, lo que el país necesita es una prensa democrática, plural, ética, crítica, objetiva, imparcial, que señale los abusos de poder a partir de investigaciones exhaustivas.
Y concluyó que precisamente hace falta una prensa que le hable a la gente, y no que le hable al poder.
