Hoy un periodista en México será agredido y trece horas más tarde, habrá otro. Con doce periodistas asesinados, 696 atentados, polarización del debate, censura, manipulación y espionaje, el año 2022 resulta ser el más agresivo contra los periodistas durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Así lo señala Artículo 19 en su informe anual llamado: “Voces contra la Indiferencia” presentado el 28 de marzo en el Museo de la Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México.
El aumento de la violencia hacia los periodistas en el cuarto año de Andrés Manuel es notable si se compara con el mismo periodo del gobierno del ex presidente Felipe Calderón y el del ex presidente Enrique Peña Nieto. Con Calderón, Artículo 19 contabilizó 162 atentados contra la prensa, durante el gobierno de Peña Nieto 426 y con AMLO 696 agresiones para un incremento de 329.63% en el cuarto año de gobierno de los tres mandatarios.
Los asesinatos contra periodistas también aumentaron con el gobierno de López Obrador, señala Artículo 19. En el gobierno Vicente Fox Quesada, se registraron 22 asesinatos de periodistas; con el de Felipe Calderón Hinojosa, 48; en el de Enrique Peña Nieto, 47 y en los cuatro años de Andrés Manuel López Obrador van 37.
Al respecto, la organización señala que el discurso oficial del gobierno de Andrés Manuel niega frecuentemente la violencia hacia los periodistas, pese a que año con año se documenta que el Estado y la delincuencia organizada son los principales responsables de las agresiones contra los comunicadores.
Frases como “ya no hay corrupción”, “se respeta la libertad de expresión”, “no se va a censurar a nadie”, que se repiten seguido durante las mañaneras por parte del presidente López Obrador, “niegan la realidad de la violencia contra periodistas y medios de comunicación”, alerta el informe de Artículo 19 donde se observa que de los 696 casos de las agresiones documentadas, 296, el 42.53% (4 de cada 10), fueron cometidos por servidores públicos.
En cuanto a los delitos, la intimidación y el hostigamiento contra los periodistas son las agresiones más constantes para el gremio con un 26% de los casos registrados en el informe. Le siguen las amenazas, el uso ilegítimo del poder público, el bloqueo o alteración del contenido con el 21.7%, 15.9% y 9.7% de los casos respectivamente. Después aparecen el ataque físico, el ataque ilícito y el ataque a bienes materiales con 6.9%, 4.1% y 3.5%. Por último y no menos importante, están la privación ilegal de la libertad, el asesinato a periodistas, el asesinato al equipo periodístico no editorial y el allanamiento de morada con 3.%, 1.7%, 0.4% y 1.8%.
Un gobierno nos espía
A las agresiones “sistémicas” y “sistemáticas” reportadas por Artículo 19 contra los periodistas, se suma también casos de espionaje hacia la prensa y defensores de los Derechos Humanos a través de Pegasus, un programa de inteligencia israelí elaborado para espiar los celulares de grupos terroristas y criminales en Medio Oriente.
Gracias a una investigación del New York Times en el año 2018, complementada por el portal mexicano Eje Central, se sabe que el gobierno mexicano utiliza a Pegasus desde que estaba Enrique Peña Nieto como presidente de México y que hoy se sigue utilizando por las cúpulas castrenses con Andrés Manuel López Obrador al frente.
El 3 de octubre de 2022, el año más letal para los periodistas, también se supo de nuevos casos de espionaje con Pegasus. Esta vez contra Raymundo Ramos, defensor de los Derechos Humanos en Tamaulipas y dos periodistas: Ricardo Raphael y un comunicador que trabajaba en el portal de noticias de Animal Político.
Pegasus se utilizó para escuchar, ver, leer, vigilar e intimidar a más de 15,000 mexicanos en el 2018 según una investigación francesa de Forbidden Stories, un consorcio internacional. Entre los teléfonos intervenidos estaba el de Andrés Manuel López Obrador, quien hoy como presidente de México lo vuelve a usar para espiar a periodistas, activistas, defensores de los derechos humanos, políticos de oposición, menores de edad, sindicalistas, deportistas y jueces.
Pegasus es un ojo externo que todo lo ve. Se apropia de una centena de celulares mexicanos sin permiso ni una orden judicial como lo señala el artículo 177 del Código Penal Federal: “Se caracteriza como delito grave el hecho de intervenir comunicaciones privadas sin orden judicial”. Sin embargo, hasta el momento no hay ninguna persona o institución procesada penalmente por violar abiertamente el artículo 16 de la Constitución.
El programa obtiene de forma ilegal millones de datos de personas comunes y corrientes y también de periodistas. En sus manos están fotografías personales, videos, memes compartidos, contactos, conversaciones por Whatsapp, contraseñas de Facebook, Twitter, Instagram y tarjetas de crédito, estados de cuenta, correos electrónicos, direcciones de domicilio, escuelas donde estudian los hijos y rutas de lugares visitados.
Fabricado por la empresa NSO Group, se vende de manera exclusiva a los gobiernos para ser utilizado en el combate de grupos criminales y terroristas, informó en su momento el New York Times. Sin embargo, las recientes investigaciones sacan a la luz algo que muchos periodistas y activistas mexicanos intuían cada vez que su celular era bombardeado por mensajes SMS o a través de redes sociales: que alguien interfería en sus comunicaciones personales.
Paranoia gubernamental
No es la primera vez que el gobierno mexicano resulta señalado por utilizar servicios de espionaje. Entre julio y diciembre del 2016, distintos medios nacionales e internacionales revelaron los nexos del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto con Hacking Team, una empresa de tecnologías de la información con sede en Milán (Italia) “que vende capacidades de intrusión ofensiva y vigilancia a los gobiernos e instituciones interesadas en contratar sus servicios”, explica el académico Octavio Islas.
Los sistemas de control remoto de HT permiten vigilar las comunicaciones de los usuarios de Internet, descifrar archivos y correos electrónicos encriptados, comunicaciones de voz sobre IP, y activar de forma remota micrófonos y cámaras en los equipos de destino, por ejemplo teléfonos inteligentes. Por lo menos 27 gobiernos son clientes de la firma, entre los cuales se encuentran Etiopía, Chile, España, Honduras, Sudán, Panamá y México.
México resultó ser el principal cliente de la firma Hacking Team. Durante los sexenios de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, las prácticas de espionaje a través de Pegasus le costaron al país $1,970 millones de pesos mexicanos o lo equivalente a $61,3 millones de dólares. Así lo dio a conocer en julio del 2021 la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a cargo de Rosa Icela Rodríguez. Entre los clientes “activos” en México durante el 2018, se encontraron los gobiernos de Campeche, Querétaro, Tamaulipas, Yucatán, Durango, la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Gobernación (Segob).
De acuerdo con Artículo 19, estas filtraciones confirman que desde las instituciones castrenses se considera enemigos potenciales a colectivos e individuos que investigan, denuncian y exponen casos de violación a derechos humanos, sin que la respuesta del gobierno federal haya sido satisfactoriaPocos periodistas se salvan pues “del clima de hostilidad y latente impunidad” durante este sexenio, señala el informe. Tampoco de Pegasus, el ojo que todo lo ve. Se trata pues de otra agresión contra los periodistas y de un gobierno paranoico que se hace el que no ve pero bien que espía.
