“El 8 de marzo, vamos a marchar desde la Glorieta de las Mujeres que Luchan para recordarle al Estado la gran deuda que tiene con las mujeres que luchamos. Porque la mayoría de los feminicidas se quedan libres en las calles y es fruto de su incompetencia”, señaló Araceli Osorio Martínez, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio, víctima de feminicidio el 3 de mayo de 2017, en el campus de la UNAM en la Ciudad de México.
La también defensora de derechos humanos y trabajadora de la UNAM sostuvo que las instituciones de gobierno en lugar de reducir las cifras de violencia contra las mujeres y presentar estadísticas que les beneficien deberían hacer un trabajo consciente.
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“No aceptamos sus estadísticas, se trata de vidas que nos han arrebatado, se trata de justicia. Nos rehusamos a ser datos estadísticos”, afirmó.
El país necesita fiscalías humanas, que trabajen y respondan a la necesidad urgente de verdaderamente parar, erradicar y atender la violencia de género contra las mujeres. Porque no es posible que cada año se sumen más a la larga lista de mujeres que son asesinadas todos los días, nos dijo en entrevista Araceli Osorio.
“Por eso es importante luchar, salir y decir que en México nos están asesinando. Pues no son delitos aislados, son crímenes de Estado, porque donde hay un feminicidio o una desaparición está su omisión e incapacidad de reconocer que ha fallado. Tenemos que reclamar al Estado su responsabilidad de crear políticas públicas para detener estos crímenes, escuchar y acercarse a las víctimas”, sostuvo.
El 6 de marzo, desde la Fiscalía General de la República (FGR), trabajadoras, familiares y activistas integrantes de la organización feminista Coordinación 8M, en conferencia de prensa, llamaron a las mujeres, estudiantes, colectivas y organizaciones a sumarse a la marcha por el Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México para denunciar la “emergencia nacional para las mujeres” por la violencia machista que va en aumento en el país.
La marcha partirá a las 4 de la tarde del 8 de marzo, desde la Glorieta de las Mujeres que Luchan, ubicada en Paseo de la Reforma en la ex Glorieta de Colón, rumbo al Zócalo capitalino. Las manifestantes estarán acompañadas por la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta y por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
No a la criminalización del movimiento feminista
Las activistas exigieron a las autoridades federales y de la Ciudad de México que no criminalicen al movimiento feminista y a las mujeres que marchen y se manifiesten el 8 de marzo.
En la presente administración, las marchas con el mayor despliegue de fuerzas policiacas son “las de las mujeres, cuando somos las más violentadas” en el país, sostuvo Karla Jiménez, trabajadora del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) e integrante de la Coordinación 8M.
El 7 de marzo, Omar García Harfuch, titular de la secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, informó que 800 policías del agrupamiento femenil Ateneas estarán presentes de manera directa en la marcha, además que hay “una reserva de alrededor de 2,500” policías, aunque estas últimas no estarán directamente en la marcha.
Un día antes de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Gobierno capitalino por tercer año consecutivo blindó con vallas metálicas el Palacio Nacional y los monumentos sobre Paseo de la Reforma y Avenida Juárez, donde pasarán las diversas manifestaciones feministas convocadas en la Ciudad de México.
“Con la 4T, desde el 8 de marzo de 2021 cuando las autoridades llenaron de barreras el Palacio Nacional, que después nosotras convertimos en memorial (al pintar los nombres de las mujeres asesinadas y violentadas en México), entendimos que el diálogo con la sociedad civil y las mujeres estaba roto y empezó una campaña de criminalización que no ha terminado”, sostuvo Araceli Osorio.
Señaló que en México, el movimiento de las mujeres es de los más vulnerados y criminalizados por el Estado, porque los y las gobernantes presentan a las integrantes del movimiento feminista como si no tuvieran derecho a manifestarse, derecho a exigir verdad, justicia y medidas de no repetición de la violencia misógina que día a día termina con la vida de diez mujeres.
Nos dijo que las feministas, madres, familiares y activistas han logrado visibilizar la violencia feminicida que prevalece en el país. Son ellas las que han exigido nuevas leyes que las protejan. Con su lucha en las calles y de manera incómoda para las y los gobernantes, han logrado que los derechos de las mujeres y niñas sean respetados.
“Con movilización y manifestación, también estamos haciendo prevención. Porque decimos lo que el Estado no quiere decir: en México nos están asesinando de las peores formas y la violencia feminicida la están encubriendo con otros tipos de violencia, como la familiar, cuando son verdaderas tentativas de feminicidio. No son accidentes”, indicó Araceli Osorio.
Leda Victoria, integrante de la Coordinación 8M, puntualizó que el movimiento feminista es totalmente independiente de cualquier partido político, “lo queremos dejar muy claro”.
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Contra la precariedad laboral y por la despenalización del aborto
Adriana Urrea Torres, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SUTNotimex), dijo que ellas participan también en la marcha del 8 de marzo, porque llevan a cabo una huelga que supera los tres años, en donde el 80% de las y los trabajadores huelguistas son mujeres y muchas son jefas de familia.
La manifestación del 8 de marzo surgió por las luchas de las mujeres trabajadoras, cuyas problemáticas seguimos enfrentando al día de hoy. La diferencia de salarios entre hombres y mujeres sigue vigente. Y el número de mujeres desempleadas es mayor que el de los hombres, enfatizó la líder sindicalista.
“Hemos sostenido una huelga, en medio de la pandemia (por COVID-19), sin ingresos ni servicio médico y eso también constituye una agresión. Y la expresión más grave que hemos vivido es la desaparición y asesinato de una compañera. Pero esta violencia no surge de la nada, viene de no atender la violencia en los diferentes ámbitos sociales”, dijo Urrea Torres.
También exigió que no haya omisión en los casos de violencia contra las mujeres “de nada sirve que se siga avanzando en temas legislativos, si en la práctica no se respeta y seguimos teniendo impunidad”.
Por otro lado, las activistas recordaron que en México, a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictaminó, en septiembre de 2021, que es inconstitucional criminalizar a las mujeres y personas gestantes que abortan voluntariamente, la despenalización del aborto en todos los estados del país aún no es ley.
El Estado es el responsable de destinar recursos para garantizar de manera segura, libre y gratuita el aborto. Y es responsable de que se brinde este derecho en las clínicas y hospitales públicos a cualquier mujer y persona gestante que así lo requiera, señalaron.
El Monumento a la Revolución es otro de los puntos de salida para la marcha del 8 de marzo, a las 14:30 horas, al cual convoca María Elena Ríos Ortiz, saxofonista y sobreviviente de un ataque con ácido el pasado 9 septiembre de 2019, en Oaxaca.
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Marchas en todo el país
Como cada año, el 8 de marzo diversas colectivas, organizaciones y activistas convocaron a marchar en la mayor parte de las ciudades del país para exigir justicia, igualdad, alto a la violencia machista, entre otras demandas.
Las colectivas feministas y organizaciones de defensa de derechos humanos, como Amnistía Internacional, recomiendan algunas medidas de seguridad para las participantes de las diversas movilizaciones a nivel nacional: sumarse a un contingente, ubicar a las encargadas de la seguridad de cada contingente, que alguien que no vaya a la manifestación te monitoree o esté al pendiente de ti.
Además de ir con ropa y zapatos cómodos, gorra, bloqueador solar, llevar una mochila pequeña, cargar bien la pila de tu celular, llevar saldo suficiente y una pila portable, hidratarte durante el recorrido y llevar algún snack o alimento.
