A pesar de la extrema austeridad, presupuesto del gobierno no logra recuperarse

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En mayo, se desplomaron los ingresos

La crisis económica y sanitaria por COVID-19 no da tregua en México. El país no solo alcanzó el quinto lugar a nivel global en muertes a causa de este virus -superando a Francia y acercándose a los números de Italia-, sino que los recursos del gobierno se están viendo seriamente comprometidos.

Y es que, a pesar de los esfuerzos de extrema austeridad que ha implementado el gobierno federal -como la extinción de fideicomisos públicosel recorte de 75% al gasto corriente de las dependencias y el uso de lo que quedaba del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP)– el dinero que ha entrado a las arcas del gobierno, también ha sufrido recortes.

De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los ingresos públicos son 120 mil millones de pesos menores a lo que la dependencia esperaba para los primeros cinco meses del año; una caída de -5.2%.

A la par, el gasto del gobierno en inversión se fortaleció. Entre enero y mayo de 2020 aumentó 16%, en relación al mismo periodo del año anterior. 

Lo que en un principio parece una buena noticia, cuando se ve con más detalle no lo es tanto, ya que más de la mitad de este aumento (55%) corresponde, sorprendentemente, a la secretaría de Economía y no a la secretaría de Salud.

Estos fueron los principales resultados del análisis Los números de erario, realizado por México Evalúa con base en las cifras de la SHCP, presentado el pasado 8 de julio.

¿Qué pasa con los ingresos del gobierno?

De acuerdo con la Ley de Ingresos (LIF) 2020 -en la que se establecen los pronósticos del dinero que va a entrar a las cuentas del gobierno en este año- durante los primeros cinco meses debieron obtener 2,316,594,000 pesos (es decir, dos billones -millones de millones- 316 millones 594 mil pesos), pero la crisis sanitaria y ahora económica, modificó esas estimaciones.

De acuerdo a cifras de la propia secretaría de Hacienda, hasta mayo los ingresos habían sido de dos billones 196 millones 111 mil pesos, lo que representó una caída de -5.2% respecto a lo pronosticado.

A simple vista, el tamaño de la caída no parece tan alarmante, pero el monto es casi igual a los casi 129 mil millones de pesos que la Secretaría de Salud tiene aprobados para este año. Pero, si se revisa la evolución de los ingresos mes a mes, en 2020 la caída en los ingresos se vuelve más drástica, pues entre marzo y mayo, cayeron 38%.

Mientras que en marzo se registró el monto más alto de ingresos en lo que va de 2020 (530 mil millones de pesos), la cifra de mayo -más de dos meses después del inicio de la cuarentena- muestra una caída de casi 40% (-38.4).

La peor caída la sufrieron los ingresos provenientes del cobro de impuestos (tributarios) al registrar 155 mil millones de pesosmenos que en marzo del mismo año.

Le siguen los que vienen de la venta de bienes del gobierno (como las famosas subastas del Instituto para Devolverle al Pueblo lo robado) o los recursos que le sobran al Banco de México y pueden ser utilizados, al pasar de casi 44 mil millones de pesos en marzo, a solamente 15 mil 600 millones de pesos en mayo; una caída de 28 mil millones de pesos.

Finalmente están los recursos provenientes del IMSS, ISSSTE y CFE que registraron 11 mil millones de pesos menos que en marzo, y los petroleros con una disminución de casi 10 mil millones de pesos.

¿Y los ahorros de la austeridad?

A pesar de los esfuerzos que ha hecho el gobierno por ahorrar -incluidas medidas como dejar sin computadoras a los trabajadores de las dependencias-, estas medidas no parecen estar dando resultados suficientes.

Entre enero y mayo de este año, el gobierno reportó que de ingresos extras por subastas y otras medidas de austeridad, obtuvo 102 mil 700 millones de pesos

Pero la caída en los demás ingresos alcanzó una pérdida de -222 mil millones de pesos, lo que provocó el boquete de 120 mil millones faltantes frente a los pronósticos de Hacienda.

Esto significa que, entre junio y diciembre de este año, el gobierno tendría que recaudar tres billones 327 mil millones de pesos para alcanzar el ingreso proyectado y no ver comprometido el funcionamiento de las dependencias, y del gobierno en general.

¿Cómo vamos con el gasto?

De acuerdo con el análisis de México Evalúa, en los primeros cinco meses del año, el gasto total del sector público fue de 2 billones 371 mil millones de pesos. Esto implica que se han ejercido casi 40% de los recursos aprobados para todo el año.

Sin embargo, destacan que existe un subejercicio -menor gasto respecto a lo aprobado- de 89 mil millones de pesos, equivalentes al 3.8% de los recursos que podían gastar en el periodo. Esto sucede porque en el mes de mayo todas las dependencias, organismos autónomos y empresas productivas del Estado se apretaron el cinturón.

En mayo, 15% de los recursos gastados (casi 66 mil millones de pesos) se ejercieron en inversión física -construcción y/o conservación de obra pública-, cinco puntos porcentuales más de lo que se gastó en el mismo mes, pero de 2019.

Sin embargo, México Evalúa destaca que más de la mitad de estos recursos (55%) no se observaron en inversión por obras relacionadas con la atención a salud -como se esperaría en medio de una crisis sanitaria-, sino en la Secretaría de Economía (SE).

Y si no se considera el gasto de inversión realizado en mayo por Pemex, 86% de este crecimiento se concentra solamente en esta dependencia

Para Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, una posible explicación del aumento del gasto de inversión la SE podría ser que el gobierno esté contabilizando la entrega de los apoyos monetarios “créditos a la palabra” como inversión física, a pesar de que estos no se traducen en la creación o mantenimiento de obras públicas, como .

La crisis no parece tener un fin cercano, sin embargo, las finanzas públicas ya se muestran cerca de su límite. Mientras esto sucede, el gobierno se muestra obstinado en no cambiar su estrategia, buscando hasta por debajo de las piedras cómo recortar más recursos, aunque se esté comprometiendo, literalmente, el funcionamiento de las oficinas gubernamentales.

Parece ser que la austeridad está saliendo más cara que la propia crisis.

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