Desde hace tres años, una joven estudiante de Filosofía a quien llamaremos Samara, pues pide reservar su nombre, ayuda a otras mujeres tener un aborto seguro a través de redes sociales. Ellas, las que acuden a su página MorrasHelpMorras, no tienen las posibilidades económicas o sociales para viajar a la Ciudad de México o a Oaxaca, las dos únicas entidades en donde la interrupción legal del embarazo están reguladas.
Aunque Samara o sus compañeras del colectivo no son médicos, se basan en el Manual de práctica clínica para un aborto seguro, de la Organización Mundial de la Salud, para ayudar a otras mujeres a interrumpir su embarazo con la toma de medicamentos de venta libre y que, en caso de ser aprehendidas, no es detectable. Y es que, explican, “aborto clandestino no es lo mismo que aborto inseguro”.
Además de saber qué hacer, las mujeres de estos colectivos, como Las Borders BC, brindan una red de apoyo, alguien a quién llamar si tienen miedo durante el proceso de interrupción del embarazo.
“Lo creamos un grupo de amigas que decidimos organizarnos para ayudar a otras a poder interrumpir su embarazo. Muchas de nosotras tuvimos un aborto seguro en casa, queríamos compartir nuestros saberes y ayudar a que conozcan sus derechos”, dice a Cuestione una de Las Borders.
Las Borders, MorrasHelpMorras y Necesito Abortar México han acompañado virtualmente a más de cinco mil mujeres en su proceso de aborto, a través de redes sociales.
Estos colectivos surgieron ante la necesidad de brindar atención a las mujeres que no conocen sus derechos sexuales y reproductivos, pero también para evitar que pongan en peligro su vida. Esto, ante una falta de regulación y legislación que les permita acceder a un procedimiento médico legal y seguro.
Las acompañantes de estos colectivos les indican a mujeres que desean abortar qué medicamentos pueden tomar (con base en el Manual de la OMS) y cuáles interrumpirían el aborto. También les explican cuáles son los síntomas qué sentirán y están al pendientes del proceso.
“Al principio nos buscan con miedo, preocupación, pero cuando todo termina, se despiden diferentes, porque todo salió bien, pero también porque se sintieron acompañadas y no juzgadas, y sobre todo son libres de elegir sobre su propio cuerpo”, dice a Cuestione una integrante de Necesito Abortar México.
Sus herramientas son Facebook, Instagram, Twitter, el correo electrónico y WhatsApp. Por medio de ellas mandan información y les dan seguimiento a las mujeres que deciden llevar a cabo el proceso.
Quienes solicitan su ayuda deben estar bajo supervisión de otras personas, pero muchas veces las únicas que saben por lo que están pasando son las acompañantes del colectivo al que recurrieron.
Falta de regulación cobra vidas
La cuarta causa de muerte materna en México es el aborto. En lo que va de 2019, 5% de las defunciones maternas (unas 30 hasta la semana 46 de 2019), se debieron a esta razón, de acuerdo con datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE) y el Observatorio de Mortalidad Materna.
La Ciudad de México permite, desde abril de 2007, la interrupción legal del embarazo (ILE). Desde entonces y hasta septiembre de 2019 se han registrado 216 mil de estos procedimientos; 30% de estos, han sido de mujeres que han venido de otros estados en donde el aborto es ilegal, de acuerdo con la Secretaría de Salud local.
Recientemente, apenas en septiembre de este año, Oaxaca se sumó a la “ola verde” y también legalizó el aborto en su territorio.
La falta de regulación en las otras 30 entidades de la República deja desprotegidas a la mayoría de las mujeres, haciendo que recurran a abortos ilegales y muchas veces inseguros.
Amenazas de muerte
Aunque los colectivos han ayudado con éxito a más de cinco mil mujeres –o quizá por eso mismo–, han sido objeto de amenazas y ataques por parte de grupos ProVida. Las amenazan desde que las van a violar hasta que van a exponer sus identidades.
“Es muy complicado lidiar con estas personas que sólo propagan el odio”, dice Samara, después de tomar aire. “El miedo que nos generan llegó al grado de tener que aprender defensa personal y portar gas pimienta”.
Los tres colectivos coincidieron en que mantenerse en el anonimato las ha protegido, sin embargo, también han recibido capacitaciones para cuidarse física y digitalmente.
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¿Quiénes son las mujeres que buscan ayuda en los colectivos?
Algunas de las mujeres que acuden a MorrasHelpMorras, Las Borders, Necesito Abortar México y más colectivos son de un nivel socioeconómico bajo. Son mujeres indígenas en zonas en que es ilegal y peligroso abortar, universitarias, mujeres que ya tienen hijos, niñas, etc. Algunas sufren maltrato por sus parejas, otras han sido violadas, o simplemente ser madres no está en sus planes.
Aunque en la Ciudad de México es legal la interrupción del embarazo, también es de donde más casos reciben los colectivos –así como del Estado de México, Puebla y Jalisco–, pues aseguran que “en las clínicas sufren rechazo de los doctores, y malos tratos de las enfermeras. No es suficiente la gratuidad, porque las mujeres no han encontrado una forma de acercarse a pedir ayuda debido a los estigmas”, dice a Cuestione una acompañante de Necesito Abortar México.
Las Borders coincidieron y agregaron “aunque sea legal, hacen falta campañas para informar a las mujeres sobre sus derechos”.
“Vemos el acompañamiento como una herramienta para auto-reconocerse como seres capaces de ejercer este derecho, seres autónomos”, dicen Las Borders.
Mientras que los gobiernos de los estados no permitan abortos seguros, las mujeres que así lo decidan seguirán buscando maneras de interrumpir su embarazo en diferentes vías. Junto a ellas estarán los colectivos como Las Borders, MorrasHelpMorras y Necesito Abortar México.
