Quizá el término “indicador de la actividad industrial” no te diga mucho. Pero, qué tal si te decimos que es lo que mide qué tanto se produce, económicamente, en actividades como la construcción, minería, industria manufacturera (como fabricación de ropa, muebles o equipo de transporte), entre otras.
Ahora, dimensionemos su importancia.
Las actividades secundarias (o actividades industriales) son el segundo tipo de actividad económica que más aportan al Producto Interno Bruto (PIB) de México, con tres de cada 10 pesos. Las actividades terciarias (como servicios, comercio o transporte) son las que más aportan (seis pesos de cada 10).
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Con eso en mente, te decimos que, en 2020, la actividad industrial sufrió su peor caída anual de los últimos 25 años. Cayó 10.2% respecto a 2019, según cifras desestacionalizadas –es decir, sin contar los efectos de la inflación– del INEGI.
¿Lo peor? No solo se debió a la pandemia y al mal manejo de la crisis sanitaria por parte de las autoridades mexicanas.
El panorama es más desafiante que en 1995
En la crisis económica de 1995, después del error de diciembre, la actividad industrial cayó 10.8% a tasa anual, solo seis décimas más que en 2020.
Aún así, “la industria mexicana vive un entorno más desafiante que en ese entonces (1995)”, nos dijo José Luis de la Cruz Gallegos, economista y director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Hace 25 años “los indicadores de la actividad industrial tenían datos de crecimiento positivo previo a su caída drástica. Ahora no fue así”.
Por ejemplo, la construcción tiene más de dos años de caídas, la industria manufacturera comenzó a disminuir a finales de 2018, entre otras. Lo que demuestra que la recesión de la actividad industrial inició antes de que llegara la COVID-19 a México, señaló De la Cruz Gallegos.
El director del IDIC agregó que justo porque ya se observaban las tendencias a la baja en la actividad industrial, era oportuno realizar un programa de reactivación industrial. “Ya venía débil y se preveía que (con la pandemia) la llevaría al extremo”.
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La construcción fue la que más cayó
Entre los cuatro tipos de actividad industrial, la construcción fue la que registró la caída más profunda: 17.4% respecto a 2019; convirtiéndose, también, en la peor disminución de los últimos 25 años.
Lo grave de las cifras es que “la construcción es el pulso de la economía porque refleja lo que ocurre en toda la actividad económica del país. No hay que dejar de lado que representa decisiones que toman otros sectores productivos acerca de lo que se acaba realizando en construcción”.
Por ejemplo, si van a invertir o no, si harán un edificio, un restaurante, un centro comercial, etc.
Las obras de ingeniería civil ya acumulan 30 meses seguidos con retrocesos y 61 caídas en los últimos 64 meses; “factor que inhibirá los años posteriores, sobre todo, si no hay inversión en la misma”, mencionó el director general del IDIC.
En total, la construcción lleva 23 caídas mensuales consecutivas, a tasa anual, de febrero de 2019 a diciembre de 2020.
En el último mes de 2020, la minería acumuló 9 caídas y la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final sumó 10 bajas.
Mientras que la industria manufacturera reportó su primer aumento (de 0.5%) después de 14 caídas seguidas.
Solo Tabasco tiene tasa positiva
De entre las 32 entidades federativas, Tabasco es la única que presentó un alza en la variación porcentual acumulada a octubre de 2020, respecto al mismo periodo del año anterior.
¿La razón? La construcción de la nueva refinería de Dos Bocas
Para la refinería se ha invertido en construcción, en industria energética, en vivienda para quienes han ido a trabajar allá, etc. Mientras que el resto de los estados de la República presentaron cifras negativas en su actividad industrial.
¿Cómo van los empleos en construcción?
Hasta enero de 2021, solo en ocho de las 32 entidades federativas crecieron los empleos de la construcción, la actividad industrial más afectada en México, respecto a enero de 2019; un año antes de que llegara el SARS-CoV-2 a nuestro territorio.
Si bien existen grandes proyectos como el nuevo aeropuerto, el Tren Maya, Dos Bocas y carreteras y viviendas, es algo similar a lo que ya se tenía el año pasado, no alcanza para generar una mejor recuperación, declaró José Luis de la Cruz.
¿Qué espera el gobierno para reactivar la actividad industrial?
