¿Qué tienen en común alguien que hace periodismo y alguien que defiende los derechos humanos? Dos cosas: 1) Su labor es un bien social y 2) están en grave riesgo en México.
Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, 15 periodistas y al menos 24 personas defensoras de derechos humanos han sido asesinadas en nuestro país, de acuerdo con datos del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dados a conocer este 26 de agosto por la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos, de la Secretaría de Gobernación.
Periodismo, una actividad de alto riesgo
El caso más reciente fue el del periodista Nevith Condés, hallado muerto el 24 de agosto de 2019 en el Estado de México, tras recibir amenazas.
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Pero este tipo de noticias ya son recurrentes, el 2 de agosto, Jorge Celestino Ruiz Vázquez, reportero del periódico El Gráfico de Xalapa, fue asesinado en la localidad de La Bocanita, en la zona centro de Veracruz.
A estos homicidios se suman otros tipos de agresiones contra medios de comunicación y periodistas, como el ataque contra las instalaciones de El Monitor de Parral el miércoles 31 de julio; y el allanamiento a la casa de la periodista Lydia Cacho, quien tuvo que salir del país por falta de protección por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
De hecho, en su informe más reciente sobre el estado de los Derechos Humanos en México, la organización internacional Human Rights Watch alertó sobre otra forma de violencia contra la prensa: las desapariciones. Según datos de la entonces Procuraduría General de la República, 25 periodistas desaparecieron entre enero de 2000 y agosto de 2108.
Los ataques contra la libertad de expresión son una forma de violencia en este país que arrastran como un lastre los gobiernos desde varios sexenios atrás. Del año 20000 al 24 de agosto de 2019, la organización ARTICLE 19 ha documentado 131 asesinatos de periodistas en México, en posible relación con su labor. Del total, 121 son hombres y 100 son mujeres.
Aunque podrían ser más. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contabilizó 153 comunicadores asesinados desde el año 2000, y 12 en lo que va de 2019.
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“Una agresión contra una persona que ejerce el periodismo tiene un impacto social profundo, ya que no trabajan para sí mismos, sino para informar a la sociedad y hacer públicos hechos que afectan a toda la población”, dijo Julio César Colín Paredes, integrante del Programa de Protección y Defensa de Artículo 19 México y Centroamérica, en entrevista a Cuestione en meses pasados.
“Al atacar a un periodista no sólo se atacan los derechos de esa persona, sino también el derecho de la población a estar informada y, por consiguiente, fortalecer la democracia”, agregó.
Matar a quiénes defienden
Pero las y los periodistas no son los únicos en riesgo por el tipo de labor que realizan. Las personas que defienden los derechos humanos en este país (como lo es al medioambiente sano, al agua, a la tierra, al territorio, al aborto o a la vida libre de violencia, por dar unos ejemplos), podrían estar incluso en una situación aún más alarmante.
Nasheli Ramírez, titular de la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, señaló (con datos de ONU-DH) que después del 10 de julio, cuando se tenía documentado un saldo de 13 personas defensoras y siete periodistas, fueron asesinados cuatro periodistas más y cuatro defensores de derechos humanos, un promedio de dos por semana, aunque sus números no coinciden con los oficiales.
El 22 de agosto de 2019, la ambientalista Nora López fue asesinada en Palenque, Chiapas; y en julio pasado, a María Cristina Vázquez Chavarría, colaboraba en el movimiento vecinal de una céntrica colonia de la ciudad de México que denunció corrupción urbanística y la inseguridad en la zona, la mataron en su departamento.
Desde mayo de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas expresaron su preocupación por el aumento de homicidios a personas defensoras durante los primeros cuatro meses del año, en comparación con años anteriores.
De acuerdo con información de ambos organismos, al menos 10 personas defensoras de derechos humanos fueron asesinadas durante los primeros cuatro meses del nuevo gobierno, nueve hombres y una mujer, una cifra cercana a los, al menos, 13 casos documentados durante todo el año 2018. Ocho de estas personas defensoras eran indígenas.
Mecanismo de Protección para Personas Defensoras
Desde 2012, México cuenta (a exigencia y en colaboración con organismos de la sociedad civil) con un Mecanismo de Protección para Personas Defensoras y Periodistas; sin embargo, de acuerdo con un Diagnóstico elaborado Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y presentado este 26 de agosto, el mecanismo tiene más de un aspecto en qué mejorar.
La ONU-DH hizo recomendaciones a la Segob para el fortalecimiento de la protección de personas defensoras y periodistas por el Estado mexicano en su conjunto y para el fortalecimiento del mecanismo.
Por ejemplo, señaló la necesidad de asignar personal y recursos específicos para la protección de las personas y para la operación cotidiana; tener un monitoreo efectivo de la correcta implementación de los planes de protección; impulsar sanciones pertinentes cuando detecte el incumplimiento de las obligaciones correspondientes; y garantizar que todas las personas beneficiarias tengan acceso a una reacción oportuna en caso de emergencia.
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¿Después de estos datos López Obrador iniciará la protección efectiva del gremio y de les personas defensoras de los derechos humanos?
