Alertan por daños que causará el que alumnas y alumnos de nivel básico serán aprobados sin tener conocimientos

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Así no hayan asistido a las clases presenciales o en línea… peor aún, aunque no hayan aprendido nada, las y los alumnos de educación básica en México no pueden ser reprobados en este ciclo escolar 2021-2022 como medida de la Secretaría de Educación Pública para combatir el desastre que la pandemia por la COVID-19 generó en la educación de nuestro país.

Desde el inicio de la pandemia los lineamientos educativos han tenido que ajustarse para medianamente continuar con las clases. Primero en su versión a distancia, luego híbrida y a partir de marzo de este año de manera presencial, pero los docentes consideran que la medida de imponer como calificación mínima el 6 -que es aprobatoria- tiene más desventajas que beneficios.

“Termina siendo una medida que cae un poco en la simulación porque ¿de qué nos sirve pasar a las y los estudiantes al siguiente nivel si no están aprendiendo lo que necesitarán el siguiente año? Va a ser muy difícil para ellos y ellas”, nos explicó Laura Ramírez, directora de Agentes de Investigación de Mexicanos Primero, una organización que defiende el derecho a aprender de todas las niñas, niños y jóvenes en México.

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Por otro lado, la participación de las familias también se ve afectada por esta medida al perder la motivación que la calificación significa por sí misma, nos dijo la especialista.

Para algunas familias para las que puede ser complicado llevar a los hijos e hijas a la escuela,  acompañarlos en sus tareas, ayudarles a resolver dudas y todas las actividades que requieren los estudiantes esta medida se volvió cómoda, pero no están considerando los problemas que se presentan para el alumno en un futuro, nos explicó Ramírez.

De acuerdo con la pedagoga y catedrática de la UNAM, Rosa María Martínez Medrano, es preocupante esta medida porque las principales deficiencias de aprendizaje en los niños, niñas y adolescentes son en matemáticas y lectura, asignaturas que son básicas para el desarrollo de otras habilidades.

Que las y los alumnos puedan pasar de año no significa que tengan desarrolladas las aptitudes básicas que necesitan para poder abordar los temas del siguiente nivel educativo que les corresponde y esto provoca frustración, favoreciendo la deserción escolar, nos dijo la académica.

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Además, la directora de Agentes de Investigación de Mexicanos Primero, Laura Ramírez, enfatizó la importancia de que las niñas, niños y adolescentes acudan a la escuela ya que es en este espacio donde desarrollan sus habilidades sociales, emocionales e incluso –en el nivel preescolar- motrices

“Yo creo que la pandemia nos mostró el valor que tiene para los niños compartir con otros niños. No es que no lo supiéramos, pero de alguna manera lo minimizamos y dijimos ‘mientras tengan sus guías, puedan avanzar y más o menos el maestro vía WhatsApp pueda tener alguna comunicación van a aprender’. Pero eso no es verdad”, reflexionó Ramirez.

Lo más preocupante: el futuro

“Me mortifica pensar en un escenario futuro donde las y los alumnos que tienen documentos oficiales validados con calificaciones aprobatorias pero con cerebros que no tienen las habilidades mentales mínimas para poder resolver problemas ni siquiera de la vida cotidiana, mucho menos problemas profesionales. Porque la vida va a estar en manos de muchos de estos chicos y chicas”, nos dijo la pedagoga Rosa María Martínez Medrano.

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“La calificación, si bien no lo es todo, refleja el trabajo que realizan los y las estudiantes de manera constante y continua en sus diferentes niveles, nos explicó Martínez. También opina que con esta decisión vertical y unilateral de no reprobar a las y los alumnos se está rompiendo con este estímulo y con la figura que solía representar el maestro dentro de las aulas.

Y añadió que, aunque en el discurso se habla del respeto y valor al docente, el trabajo que realizan dentro de los salones de clases se devalúa con esta decisiones, pues la evaluación es una parte fundamental de los esfuerzos que realizan para formar a las y los estudiantes.

“Se argumenta que esta medida es para garantizar el pleno desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, pero en la realidad los están perjudicando para darle prioridad a un maquillaje estadístico, rompiendo con la calidad de la educación y sobre todo con su formación humana”, reclamó Martínez Medrano.

¿Qué futuro les espera a las niñas, niños y adolescentes de México?

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