“Conservadores” y “neoliberales” son términos recurrentes en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En el primer bloque ubica a representantes de izquierda y derecha que se niegan al cambio; en el segundo, a los causantes de lo que él llama “saqueo”, corrupción y desigualdad en el país.
“Hablar de conservadores, hoy en día, es parte del lenguaje que ha puesto en voga el presidente y pegó… López Obrador recurrió a ellos como una forma de desacreditar a sus opositores, como de él ponerse a sí mismo como un continuador de los ideales liberales de Benito Juárez y después la Revolución”, explica Rodrigo Salazar Elena, coordinador del Laboratorio de Métodos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México a Cuestione.
En cambio, cuando AMLO hace referencia al neoliberalismo, recurre al modelo económico instaurado en 1982, por el entonces expresidente Miguel de la Madrid Hurtado.
“Neoliberalismo es sinónimo, en el caso de México, de corrupción, de robo, y tanto Pemex como la Comisión Federal de Electricidad fueron las empresas más saqueadas en el periodo neoliberal”, destacó el mandatario en su discurso de toma de protesta.
A los responsables de instaurar este modelo, López Obrador los denomina “tecnócratas” y los considera “déspotas”, como lo dijo el 1 de diciembre de 2018: “¿Ustedes creen que el que tiene una formación tecnocrática está preparado para atender a la gente? Son déspotas, piensan que todo es estar en el escritorio”.
Te puede interesar: AMLO, Trump y Bolsonaro: enemigos de la prensa crítica
Hablando de conservadores
Primero, ¿qué es el conservadurismo? “Una doctrina que defiende un orden establecido. ¿Quiénes tienen esta perspectiva conservadora? Aquellos que nacieron en un sistema de privilegios que no quieren perder. Aquellos que pertenecen a una élite que se oponen a reformas, incluso, de orden moral”, define Claudia Matilde Aldana González, académica de la Facultad de Estudios Superiores de Aragón de la UNAM.
Aunque aclaró que existen conservadores moderados que llegan a aceptar pequeñas reformas; y los radicales, que se cierran a todo.
Por su parte, Rodrigo Salazar nos mencionó que el “conservador se entenderá como una persona que se opone al progreso… El concepto se viene usando con motivo de la Revolución Francesa”.
Mientras que en América Latina lo adoptaron “grupos anti-independentistas fuertemente ligados a las élites económicas de origen criollo y español, con fuertes intereses o vínculos de sangre muy directos con la metrópolis española, educación y en los centros europeos”.
¿Qué hace López Obrador con el término conservador?
Para Salazar el presidente “se maneja en códigos poco actuales. Está resucitando un lenguaje del Siglo XIX, que no describe para nada la política mexicana en la actualidad”.
AMLO retoma a Lucas Alamán (1792-1853), pero… “Yo diría que hablar de conservadurismo hoy, es un poquito en desuso para referirse a lo que todo el Siglo XX llamamos reaccionarios”, Salazar.
¿Tendrá algo de conservador AMLO?
Aldana González profundiza en su análisis. Nos afirma que el jefe del Ejecutivo definitivamente no es un conservador.
“Todo lo que es su programa de gobierno, estas palabras de cambio, progreso, desarrollo, están presentes todo el tiempo… Él (Andrés Manuel) ha luchado por cambiar, por transformar; entonces, no puede ser conservador desde ninguna perspectiva ni desde ningún ángulo de valoración”.
Recuerda la académica de la FES Aragón, que en el recorrido político del oriundo de Macuspana, Tabasco, siempre ha existido el cambio de régimen, de sistema, estructural… “Lo que busca es la transformación”.
Sin embargo, Rodrigo Salazar Elena, analista de Flacso México, considera que AMLO es un enigma sobre lo que piensa con “códigos morales desactualizados. Es una persona conservadora, le gusta”.
Y lo fundamenta en que “todos los días está dando una perorata y habla de portarse bien, habla de religión, habla de que el problema son los valores morales, todo ese tipo de cosas; claro que sí es un conservador”.
En México, dice Salazar, el Partido Conservador de la política del Siglo XIX, en su programa político –sobre todo a partir de las Leyes de Reforma–, era el restablecimiento del poder de la religión sobre la vida de las personas.
“Ahí es donde empiezan a ver cierta incongruencia –de López Obrador– en su ataque a lo que él denomina conservadores, porque insisto, no es una figura política. Llevábamos más de un siglo en México sin referirnos a los conservadores, es un juego que de hecho mató el porfirismo”.
Quizá quieras leer: Las razones por las que AMLO extraña el periodismo de Scherer
¿Qué hay del neoliberalismo?
Durante su toma de protesta, AMLO hizo referencia en 16 ocasiones al término “neoliberal”.
“La crisis de México se originó, no solo por el fracaso del modelo económico neoliberal aplicado en los últimos 36 años, sino también por el predominio en este periodo de la más inmunda corrupción pública y privada”, afirmó.
En este recorrido de términos, la académica Claudia Matilde Aldana González advierte que al neoliberalismo “se le conoce como un modelo económico que se viene aplicando en el mundo, iniciando con Latinoamérica, específicamente con Chile y con México”.
La profesora de la FES Aragón prefiere ubicar al neoliberalismo como “un conjunto de políticas tecnocráticas y macroeconómicas con una dimensión geopolítica mercantilista ajena al liberalismo económico”.
Esa palabra compuesta: neo y liberalismo “no corresponde a lo que sería un nuevo liberalismo… por lo que no alcanza el rango de teoría económica, ni de modelo económico, ni de una hipótesis”.
La internacionalista de la UNAM explica que “la mejor definición que he encontrado de neoliberalismo, es como corporativismo internacional, porque es un conjunto de políticas, que buscan privilegiar a las grandes corporaciones a nivel internacional… y que se extendió en términos políticos y sociales en el mundo a partir de los años 80”.
Por su parte Rodrigo Salazar explica que “el neoliberalismo es un dogmatismo de libre mercado; es una posición que es política, y que postula que los problemas de la sociedad se deben resolver a través del libre mercado”.
Un modelo, nos comenta Salazar, muy influido por las posiciones políticas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
“El neoliberalismo gana la batalla política en América Latina como consecuencia de las grandes crisis económicas de muchos países en los años 80, que fueron crisis fiscales, es decir, que el Estado no podía financiar sus propias actividades”.
¿Será neoliberal AMLO?
El académico de Flacso México considera desatinado creer que el presidente
sea neoliberal: “AMLO es un fetichista, es un estadólatra –busca el control del Estado–… Un neoliberal no ve en el recorte al gasto público objetivo en sí mismo”.
Para el neoliberal, indica Salazar, “lo importante es que el Estado se retraiga y deje a la sociedad civil la regulación o la autorregulación de sus relaciones… si se le habla a López Obrador de autorregulación de la sociedad, le da un paro cardíaco del coraje”.
Las acciones del presidente lo llevan a tener a un Estado en todas partes, en cambio para un neoliberal hay orden espontáneo, estima Salazar.
Aldana González tampoco ve como neoliberal al mandatario. “Lo que prometió desde que estaba en campaña era luchar en contra de las políticas neoliberales… y si revisamos lo que ya se ha realizado, todo coincide en esa lucha”.
AMLO, ¿un keynesiano?
Si no es conservador ni neoliberal, ¿dónde se ubica a López Obrador? Durante la mañanera del pasado 25 de mayo, el mandatario hizo referencia a un nuevo acuerdo (New Deal). En su discurso retomó a Franklin Delano Roosevelt –presidente de Estados Unidos de 1933 a 1945–.
“Tenemos ya un plan para crear dos millones de nuevos empleos… Esto tiene que ver con Roosevelt… que enfrentó el crack, la gran depresión, era empleo pleno, así le llamaron, o sea, todos a trabajar”, dijo.
El presidente, precisó la académica de la UNAM, se refirió a la estrategia utilizada por Roosevelt para sacar de la crisis a EU: “El pleno empleo, la distribución del ingreso y el New Deal. Roosevelt aplicó el keynesianismo”.
“Él está retomando al keynesianismo en el mejor sentido que John Maynard Keynes le daba a sus políticas y a sus propuestas: el capitalismo humano”, nos expone Aldana González.
En esa explicación, van sus razonamientos del economista británico. “Keynes proponía un Estado regulador; recuperar el empleo y crear programas de inversión para dar poder adquisitivo al trabajador”. Además “era un humanista… La estrategia de Keynes era que el Estado propusiera programas”.
Por su parte, “AMLO ha propuesto programas sociales: Becas; empleo con Jóvenes Construyendo el Futuro; apoyos adultos mayores, personas con discapacidad, tandas… programas que impulsan el consumo”, dijo Aldana González
La académica de la UNAM nos mencionó que el presidente se apega a las políticas keynesianas porque impulsa la infraestructura, por ejemplo en “refinerías, el Tren Maya, el aeropuerto, los hospitales del Insabi, las 100 universidades, para dar trabajo y garantizar empleo… Andrés Manuel definitivamente es un humanista, progresista keynesiano”.
Y explica, “humanista porque busca el bienestar de la humanidad en todos los sentidos, progresista porque busca la transformación del orden establecido y keynesiano porque está recuperando las políticas keynesianas en busca de un capitalismo de rostro humano”.
Conservador, neoliberal o keynesiano, ¿en dónde se ubica el presidente de México?
