A la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador pegó la COVID-19. Desde su momento de mayor respaldo, en febrero de 2019, cuando tenía el 80% de aprobación de los mexicanos y mexicanas, a julio de este año, ha perdido 21 puntos, de acuerdo con Oráculus, un sitio de internet que analiza y pondera varias encuestas.
Y es que si bien es natural que la denominada “luna de miel”, cuando los gobernantes comienzan sus administraciones, llegue a su fin, López Obrador tiene una de las mayores caídas, comparándolo con otros sexenios, según Oráculus.
“El gobierno está mal evaluado en seguridad, pobreza, salud y economía”, comenta en entrevista con Cuestione Ignacio Camacho, analista de numeralia de la consultora de opinión Integralia.
¿Qué es lo que ha hecho caer la popularidad del mandatario? Aquí te contamos:
La pandemia
A finales de febrero de este año, el primer caso de COVID-19 llegó a México. Durante las primeras semanas de marzo las autoridades optaron por mantener la normalidad, pero esto cambió pronto. Desde el 23 de marzo se cerraron las escuelas y los negocios “no prioritarios” fueron parando poco a poco. Para junio, 54% de la ciudadanía consideraba que el manejo de la pandemia era muy malo, con información de Mitofsky.
Además, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, ha sido criticado por reaccionar con tibieza ante la pandemia, así como el baile de cifras en sus informes diarios, que han sido desmentidos por varios medios de comunicación y expertos.
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El feminismo
Antes que el COVID-19, la ola de violencia contra las mujeres fue uno de los primeros temas que golpeó fuertemente a la administración actual. Casos emblemáticos, como los feminicidios de la pequeña Fátima e Ingrid Escamilla, hicieron que miles de mujeres salieran a manifestarse el 8 de marzo de 2020, e hicieran un paro nacional al día siguiente, 9 de marzo.
Pese al incremento en la violencia de género, el presidente ha minimizado esta problemática, incluso, acusando que detrás del movimiento feminista estaban “los conservadores”.
Este tipo de respuestas le costó a López Obrador siete puntos de aprobación, si comparamos su popularidad en enero y en marzo, al pasar de 66% a 59%, de acuerdo con Oráculus.
La economía
En abril, la aceptación de AMLO pasó del 62% al 59%,cuando los efectos económicos de la cuarentena comenzaban a percibirse y la pérdida de empleo fue una realidad, aunado a las protestas por falta de insumos médicos en hospitales.
Pero el bache económico no empezó con la pandemia. López Obrador prometió, en campaña, que la economía mexicana crecería 4% anual y la creación de dos millones de empleos, pero el Banco de México (Banxico) estimó –antes de la pandemia– que el país crecería a 1% para este año. Sin embargo, durante el segundo trimestre de 2020 la economía cayó en 18.9% en comparación con el mismo periodo de 2019.
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Seguridad
Durante su primer año al frente del país, la inseguridad fue el punto que más afectó la popularidad del presidente. El 51% de los ciudadanos creían que el gobierno estaba manejando muy mal la seguridad pública en 2019; esta tendencia creció desde octubre de ese año, de acuerdo con El Financiero.
La captura de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán, el 17 de octubre de 2019, desató una ola de balaceras en Culiacán, entre las fuerzas armadas y el Cártel de Sinaloa. Unas horas después, el presidente ordenó liberar a Ovidio Guzman, advirtiendo que prefería dejarlo en libertad para evitar la muerte de personas inocentes. La decisión fue muy criticada.
El Culiacanzo –como se le conoció a este evento– aún estaba fresco en la memoria, cuando dos semanas después, el 4 de noviembre de 2019, en el poblado de Bavispe, en la frontera entre Sonora y Chihuahua, acribillaron a nueve mujeres, niñas y niños de la familia LeBarón.
Un tercio de las personas opinaron que el trato a la familia LeBarón estuvo muy mal, así como el 41% de ciudadanos que consideraron una mala decisión la liberación de Ovidio Guzmán, de acuerdo con la misma encuesta de El Financiero.
Corrupción
La gran bandera de campaña de López Obrador –y aún de su gobierno– ha sido la lucha anticorrupción. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha sido clave para atacar este problema, y estableció un récord de más denuncias por lavado de dinero. Sin embargo, de esas 161 denuncias, sólo 51 lograron integrarse a carpetas de investigación y hasta mayo, en ninguna había habido personas vinculadas a proceso, como lo documentó Cuestione.
Mientras tanto, se cocina uno de los mayores juicios anticorrupción de esta administración, en donde Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, colabora con la Fiscalía General de la República (FGR) para reconocer los presuntos sobornos que recibió para beneficiar la campaña de Enrique Peña Nieto, en 2012. En el marco de estos eventos la popularidad de AMLO subió dos puntos, de acuerdo con Consulta Mitofsky.
Morena, el partido incómodo
A principio de año, Morena era considerado el partido más fuerte para ganar las próximas elecciones de 2021, en las cuales se elegirán la renovación de varias gubernaturas y el Congreso federal, entre muchos otros cargos, de acuerdo con Mitofsky.
Sin embargo, las peleas al interior del partido y las acusaciones en contra de la que fuera su presidenta, Yeidckol Polevsnky, han mermado su popularidad con las elecciones de 2021 a la vuelta de la esquina. Mientras que en octubre del año pasado Morena tenía una intención del voto del 36%, ahora solo alcanza el 19%, es decir, perdió 17 puntos menos en siete meses, de acuerdo con El Financiero.
Otra situación que no ha benefició al partido del presidente fue el manejo de la pandemia, advierte Integralia en su estudio Implicaciones políticas y sociales de la pandemia de COVID-19 en México, pues recuerda que en sexenios anteriores, los partidos de los gobernantes han pagado con votos el mal manejo de las crisis.
Balance
“Sólo el 30.6% de personas aprueba el manejo del gobierno en economía, salud, educación, pobreza, seguridad y corrupción, frente al 58% de aprobación que tiene el presidente. Al momento de evaluar, la gente separa al presidente del gobierno”, comenta en entrevista con Cuestione, Ignacio Camacho, consultor de Integralia.
También explica que “el presidente ha sido muy resiliente a la baja en su popularidad, debido a que sabe manejar el discurso a su favor y a que hay mucha gente que se siente emocionalmente ligada a él”.
Aunque López Obrador sigue siendo el presidente más popular de México en los últimos años, su nivel de aceptación está cayendo. El impacto de este fenómeno en la elección intermedia podría cambiar el rumbo de todo el proyecto de la llamada “cuarta transformación”.
