A pesar de no contar con estudios técnicos, análisis ambiental, ni el 100% de factibilidad económica –de acuerdo con el portal de la Cartera de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)–, este siete de febrero se celebrará la licitación para la primera parte del Tren Maya, que para esta fase recorrerá 480 kilómetros, desde Palenque (Chiapas) a Calkiní (Campeche).
Factibilidades del Proyecto de Inversión del Tren Maya, consultado en la Cartera de Inversión de la SHCP
Y aunque la empresa ganadora se anunciará el 17 de abril, Rogelio Jiménez Pons, director de Fonatur -la dependencia a cargo del proyecto- ya adelantó que hay, al menos, 85 empresas interesadas, entre ellas, 20 extranjeras. Para esta primera etapa de la megaobra, que empezará a construirse el 30 de abril, hay una bolsa de 31 mil millones de pesos, casi una cuarta parte del costo total: 139 mil millones de pesos hasta 2022, según la Cartera de Inversión de la SHCP.
Fuente: Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
Carlos Slim se lleva 5.5 millones de pesos nada más en seguros
En lo que este proyecto avanza, el Fonatur ya ha invertido 156 millones de pesos en contratos con más de 100 empresas para servicios técnicos y de asesoría para el Tren Maya, de acuerdo con Compranet, la plataforma de compras públicas del gobierno.
Uno de estos contratos se firmó con Grupo Inbursa, del empresario Carlos Slim, por 5.5 millones de pesos para asegurar los bienes patrimoniales de la empresa Fonatur Tren Maya, la cual se encargará de la operación de esta mega obra, de acuerdo con el contrato No. 056/2019.
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¿Hay suspensión del proyecto?
Mientras esto sucede, integrantes del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX), en Campeche, lograron una suspensión provisional en la construcción de este megaproyecto, pues la jueza de Distrito Giselle Rodríguez Febles, de este estado, les dio un amparo en contra de la consulta que hizo el gobierno de López Obrador para votar por la construcción del Tren Maya en esta zona.
“La consulta no cumplió con el carácter de informada ni previa, pues no recibimos información detallada con antelación suficiente, ni se respetó nuestro derecho a la participación”, denunció Elisa Cruz Rueda, la abogada que lleva el caso en una conferencia de prensa.
Como respuesta, Fonatur anunció, a través de un comunicado, que no había sido notificada de ninguna suspensión provisional del proyecto.
El CRIPX no ha sido la única organización que se ha opuesto a la construcción del Tren Maya. Desde diciembre de 2018, académicas y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros, solicitaron al presidente no construir este proyecto, pues tendría un impacto negativo en el medio ambiente.
Después de esta petición, el Fonatur y la UNAM firmaron un convenio en abril del año pasado para que esta universidad realice los estudios ambientales y antropológicos para este proyecto, aunque hasta ahora no hay información sobre sus avances.
El año pasado, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó al gobierno federal a entregar estudios de impacto ambiental y técnicos pues la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se ha negado a entregar información o la ha declarado como “inexistente”.
Otro de los grupos que se han opuesto a este proyecto es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y ha amenazado con defender su territorio y no permitir la construcción de esta megaobra, según dijo en su mensaje de año nuevo, el 1 de enero de 2020.
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Esta megaobra tiene planeado recorrer mil 400 kilómetros, de Palenque (Chiapas), hasta Cancún (Quintana Roo), pero para avanzar tiene que librar los amparos y comprobar sus estudios ambientales, técnicos y económicos. En lo que eso sucede, los empresarios ya se alistan para la licitación de este siete de febrero.
