Austeridad hunde a México en su peor crisis de vacunas

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Uno de cada cuatro niñas y niños menores a un año de edad, que debía recibir la vacuna contra el sarampión en 2019, no fue vacunado. Es decir: más de medio millón de niñas y niños (de 2.1 millón que debían recibirla) se quedaron sin las vacunas que los protegería de ser contagiados por el virus que rebrotó en nuestro país en este 2020, afectando hasta el momento a 194 personas

Esto es grave si lo contrastamos con los datos de 2018, cuando sólo 66 mil menores de edad no recibieron la vacunación contra el sarampión, es decir, una décima parte que el año pasado. Por eso no sorprende que en los primeros meses de este 2020 se haya registrado un brote de sarampión, de acuerdo con el Dr. Romero Feregrino, secretario de la Asociación Mexicana de Vacunología (AMG), en entrevista con Cuestione.

Pero la disminución en la vacunación de sarampión no fue la excepción. Junto con la de tuberculosis, las vacunas para estas dos enfermedades tuvieron el mayor retroceso en cobertura de vacunación en dos décadas en nuestro país. De las más de 4.3 millones de dosis que debían aplicarse contra estas dos enfermedades, sólo 3.2 millones de niñas y niños las recibieron, advierte la información estadística que el gobierno mexicano compartió con Unicef. 

Así, México pasó de ser considerado líder de vacunación por la Organización Mundial de la Salud, a estar entre los 10 países del mundo donde viven dos terceras partes de los niños que no son vacunados, entre los que están Angola, Brasil, Nigeria, Pakistán y Etiopía, según reveló Unicef. Todo, en solo un año.

La principal causa de esta caída histórica en la vacunación fue el desabasto de medicamentos –entre ellos vacunas– en 2019, de acuerdo con Romero Feregrino.

La propia Secretaría de Salud reconoció el desabasto de la vacuna contra el sarampión, aunque responsabilizó al proveedor, Laboratorios Birmex, a quien inhabilitó por dos años y tres meses, por incumplimiento de entrega. 

Sin embargo, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), asegura que organizaciones civiles alertaron al gobierno, en 2019, “sobre los recortes de presupuesto a los programas para niñas, niños y adolescentes, lo cual también ha afectado su acceso a la salud, debido al desabasto de medicamentos que estamos teniendo”.

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Austeridad golpea la salud de niñas y niños

Con una cobertura de apenas 73% de la población objetivo (contra 97% de 2018), México fue el país con la peor inmunización de sarampión en América Latina, por debajo de países como Guatemala (cobertura de 90%), El Salvador (82%), Bolivia (79%) y Perú (85%), de acuerdo con los datos de el Unicef.

Además del sarampión, la cobertura de vacunas contra la tuberculosis, tétanos, rubéola, polio y hepatitis B (contempladas en la Cartilla Nacional de Salud para los primeros seis años de vida), también tuvo caídas importantes.

Estas reducciones, como la vacuna del sarampión, se debieron al desabasto de medicamentos y a la falta de campañas de vacunación en el país. El problema es que con esta falta de aplicaciones, aumentaron los casos de parotiditis, tos ferina y hay un alto riesgo de que regresen enfermedades como el tétanos, la rubéola y polio, nos dijo Romero Feregrino.

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Puede empeorar

Hace unos días, varias madres de recién nacidos reportaron a la Secretaría de Salud de la CDMX que había desabasto en la vacuna BCG (contra la tuberculosis), la cual se aplica en los primeros meses de vida de los recién nacidos.

A esto se suma que también hay un riesgo de que haya complicaciones para la cobertura de vacunas y alimentos para este año, por el recorte de 75% a los capítulos 2000 y 3000 de dependencias que están a cargo de 15 programas destinados a la infancia, como alertaron más de 170 organizaciones civiles (como la Redim), coordinadas en la red Pacto por la Primera Infancia.

Existen tres consecuencias graves para los menores de edad que no están siendo vacunados:

la primera es el retorno de enfermedades que ya estaban erradicadas (como la polio, la cual se terminó hace 30 años), o que se vean afectadas para continuar con la escuela o sus actividades normales. No menos grave es la afectación económica por los costos que generan estas enfermedades, nos explica Juan Martín Pérez.

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COVID-19: la otra amenaza para las vacunas

Campañas de vacunación interrumpidas, retraso de las vacunas por los cierres fronterizos y desabasto fueron algunos de los escenarios en todo el mundo a causa de la pandemia del coronavirus. 

Además, las personas dejaron de ir a los centros de salud a llevar a sus hijos e hijas a vacunar por el temor a que se contagiaran, el problema es que por cada niño y niña que se dejó de vacunar en este periodo, podrían morir otros 100, como alertó la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

El problema con México es que tiene una doble crisis: la escasez que tenía desde 2019 de vacunas y ahora la falta de aplicaciones de vacunas por este virus, según alertaron los expertos.

Así, tras la crisis por COVID-19, pueden venir otras crisis sanitarias, debido a la austeridad mal entendida.

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