Al parecer al AMLO del presente se le siguen olvidando sus dichos del pasado. El 24 de noviembre ante las comunidades indígenas de Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que la tragedia de los normalistas de Ayotzinapa no se trataba de un crimen de Estado.
“Cuando es un crimen de Estado es muy difícil saber, pero en el caso de Arnulfo, en el caso de los jóvenes de Ayotzinapa y muchos otros casos no se puede hablar de crímenes de Estado porque ahora el representante del Estado mexicano, comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente de la República, el que les habla, no va a permitir ninguna injusticia, no va a permitir ningún Estado autoritario”, señaló López Obrador.
Lejos quedó aquel incidente en marzo de 2017, cuando Antonio Tizapa, padre de uno de los 43 estudiantes de la escuela Normal Isidro Raúl Burgos, le reprochó a López Obrador su relación con el entonces gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre y el presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca -presunto responsable de la desaparición de los normalistas en 2014-.
Tras el reclamo, el ahora mandatario declaró que “estoy convencido de que fue un acto de provocación, es injusto, se lo dije –a Tizapa- en el momento; el reclamo es al Estado, no a nosotros, el reclamo es al régimen, el reclamo tiene que ser a Peña Nieto, a las fuerzas armadas, a quienes intervinieron en ese crimen; no a nosotros. Es una gravísima confusión, lamentable”.
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“Yo creo que es un crimen de Estado”
Quien coincidió con el presidente sobre el caso Ayotzinapa es Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, quien -por segunda ocasión- afirmó el 25 de noviembre que la desaparición de los 43 normalistas sí fue un crimen de Estado.
“Yo creo que es un crimen de Estado en donde ahora el Estado, a diferencia del pasado como lo dijo el Presidente, tiene la obligación y el compromiso de esclarecer“.
Y el 27 de septiembre en la mañanera, Encinas señaló que el caso se trató de una desaparición forzada cometida por agentes del Estado mexicano.
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Y a todo esto ¿qué es un crimen de Estado?
“Un crimen de Estado es cuando el gobierno interviene directamente, ordena y ejecuta un crimen contra algunos de sus adversarios, contra algún individuo o algún personaje o grupo”, explicó a Cuestione el analista político José Antonio Crespo.
Sobre si se cometió o no un crimen de Estado en Iguala, Crespo Mendoza, señaló que sí, por la participación del alcalde y la policía, pero “se ocupó políticamente el ‘fue el Estado’, porque se quería responsabilizar al gobierno federal”.
“Todo mundo sabía que la policía había detenido a los jóvenes, en ese mismo momento era un crimen de Estado, pero municipal. Algunos grupos, incluído López Obrador, empezaron a usar el slogan, ‘fue el Estado’, para inculpar directamente al gobierno federal, es decir a Peña Nieto y al Ejército que es un órgano federal no estatal y mucho menos municipal”, dijo.
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Lo que AMLO quiso decir
Luego de la declaración sobre que no fue un crimen de Estado el caso de Ayotzinapa, el historiador Lorenzo Meyer justificó los dichos del presidente al señalar que:
“Todo el conjunto que lleva a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa en su base es un crimen de Estado, quienes los hicieron desaparecer, probablemente fue el crimen organizado, pero eso viene en una segunda etapa. En la primera es un conjunto de instituciones locales y federales que permiten eso, ahí hay un crimen de Estado. Supongo que lo que AMLO quiso decir, ya no habrá crímenes de Estado y vamos a buscar a esos estudiantes y vamos a esclarecer ese asesinato”, señaló Meyer en una entrevista con Carmen Aristegui.
Crimen de Estado o no, el gobierno actual se ha comprometido en varias ocasiones a llegar a la verdad de los hechos de aquella noche del 26 de septiembre de 2014 y eso aún sigue pendiente.
