De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la brecha salarial de género en México cayó seis puntos porcentuales: de 20% en 2005 a 14% en 2022. Eso significa que en promedio las mujeres ganan hoy $86 pesos y los hombres $100, cuando hace 17 años la relación era $80 a $100.
Así lo reveló el centro de investigación IMCO en su reciente informe “Brecha salarial de género: un comparativo sectorial e internacional”.
Durante la presentación del estudio, el pasado 8 de noviembre, Valeria Moy, directora general del IMCO, explicó que dicha disminución en la brecha de ingresos entre hombres y mujeres es un avance muy lento y detalló que durante la pandemia por COVID-19 la brecha bajó hasta 11%. Pero puntualizó que fue debido a que las mujeres trabajadoras con menores ingresos salieron del mercado laboral, sumado a una caída en los ingresos de los hombres.
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Según el estudio del IMCO, a partir del año 2021 la brecha salarial de género ha regresado lentamente al nivel previo a la pandemia -en 2019 era de 15% menos-, como consecuencia del regreso de las mujeres al mercado laboral.
En conferencia de prensa, Valeria Moy dijo que actualmente “si queremos tener más o menos el mismo ingreso que los hombres, las mujeres tendrían que trabajar 51 días adicionales en un año. Evidentemente, no es que las mujeres no trabajen, (pues) trabajan lo mismo que los hombres, pero además tendrían que trabajar 51 días más para tener los mismos ingresos. Algo estamos haciendo mal”.
A nivel federal la brecha de ingresos de género es de 14% menos. “Esta cifra tiene como trasfondo que muy pocas mujeres en edad productiva entran a la economía remunerada, la mayoría de ellas (70%) ganan menos de dos salarios mínimos, y pocas crecen durante su trayectoria profesional hasta llegar a puestos de toma de decisión que están mejor pagados”, se señala en el estudio.
Aunque a nivel estatal la brecha es más amplia. Los estados de la República con mayor brecha de ingreso entre mujeres y hombres son Oaxaca, Colima e Hidalgo, donde las mujeres ganan 27.1%, 25.3% y 24.9% menos en comparación con los hombres, respectivamente.
Pero ¿qué es y por qué existe brecha de ingresos?
El IMCO con el apoyo de Bayer, Interprotección, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), analizó la brecha en los ingresos promedio entre hombres y mujeres, con el objetivo de conocer qué características tiene en diferentes sectores en México y en otros 10 países.
Valeria Moy explicó que para hacer el análisis de México retomaron datos oficiales del INEGI de sectores de la economía para conocer la diferencia porcentual de los ingresos promedio entre las mujeres y los hombres. En el estudio, IMCO precisa que utiliza el término de brecha de ingresos para denominar a esta diferencia porcentual.
El estudio del IMCO no especifica la brecha salarial de género por el mismo puesto o mismas responsabilidades laborales. Porque no hay suficiente información pública sobre las nóminas de trabajadoras y trabajadores que señalen salario y prestaciones, puesto jerárquico, sector, tipo de contrato, horas de trabajo, antigüedad, edad, nivel educativo, habilidades, etnia, expuso Valeria Moy.
La experta agregó que todos estos datos hacen falta para tener una medición precisa de la brecha de ingresos para entender mejor el problema y poder dar soluciones más puntuales a este problema estructural.
Así, el IMCO identificó prácticas laborales que pueden explicar las causas de la desigualdad salarial. Valeria Moy indicó que una de las razones principales de la brecha de ingresos es que a nivel internacional y nacional las mujeres siguen dedicando más tiempo a los trabajos no remunerados de cuidados, por tanto tienen empleos de menos tiempo con salarios más bajos.
Así, uno de los desafíos para disminuir la brecha de ingresos es la carga desproporcionada de trabajo no remunerado de cuidados -en el hogar-, que sigue recayendo principalmente en las mujeres, dijo.
Otras de las razones de que exista la brecha de ingresos es que persiste una subrepresentación de mujeres en puestos de alta dirección en las empresas. Es decir, las trabajadoras se quedan en los niveles o puestos más bajos de las empresas.
Y también se debe a que pocas mujeres participan en sectores tradicionalmente masculinos. A esto se le denomina segregación laboral.
El problema estructural que implica la brecha de ingresos de género se entiende por los obstáculos que las trabajadoras van enfrentando, relacionadas a la poca flexibilidad laboral, sobre todo al momento de tener hijos e hijas, refirió Valeria Moy.
Durante el evento que reunió a mujeres y hombres en puestos directivos en empresas y organizaciones civiles, Laura Tamayo, presidenta de la Comisión de Inclusión y Diversidad del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que la brecha salarial de género es una de las expresiones del valor diferenciado que la sociedad le da al trabajo de las mujeres y al de los hombres.
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Sectores con menor y mayor brecha de ingresos
En México, los tres sectores de la economía donde los hombres ganan más que las mujeres son el sector información en medios masivos, con 33% menos. Otros servicios no gubernamentales donde la brecha es de 27%. Y comercio al por menor, con una brecha de 26%.
Estos sectores tienden a concentrar a más mujeres con condiciones laborales desfavorables. Por ejemplo, casi seis de cada 10 personas que trabajan en comercio al por menor, conocidas como “tienditas”, son mujeres, la mayoría de ellas están en la informalidad y con jornadas más cortas que los hombres, por lo que generan ingresos 26% más bajos.
Según el IMCO, hay algunos sectores de la economía en los que las mujeres ganan en promedio más que los hombres. Los sectores en donde esta diferencia es más amplia son el sector servicios inmobiliarios, con 43%. El sector construcción, donde las trabajadoras ganan 33% más que los trabajadores. Y el sector de la minería donde la brecha a favor de las mujeres es de 25%.
Los sectores donde las mujeres ganan en promedio más se caracterizan por contar con una baja representación de mujeres, que además acceden a mejores empleos.
Por ejemplo, explicó Moy, en el sector de la construcción, solo 4% de las personas que laboran ahí son mujeres, y el 54% de las mujeres cuenta con estudios de licenciatura y acceden a puestos administrativos donde consiguen salarios mayores en promedio que los hombres.
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Algunas propuestas para alcanzar la paridad salarial
Una de las propuestas es que las empresas generen indicadores más detallados para medir la brecha de ingresos de género para conocer el problema real e identificar acciones puntuales que consideren las necesidades de cada empresa y sector.
Igualmente para romper la segregación ocupacional de género es necesario que las empresas eliminen estereotipos de género para que más mujeres participen en los sectores tradicionalmente masculinos que tienen una mejor remuneración, indica el estudio del IMCO.
Para lo anterior es necesario promover una educación continua, extender la seguridad social para cubrir a las trabajadoras y los trabajadores con empleo flexible. Así como mejorar la calidad de los empleos en los sectores más precarizados.
“Es una necesidad de supervivencia para las compañías voltear a ver el tema de la brecha salarial. El talento está allá afuera. El 50% de la población en este país somos mujeres. Es un desperdicio de talento y de valor el no contratar a la mitad de las personas de este país (…) La brecha salarial hace que las empresas pierdan dinero, porque pierden talento, innovación y diversidad”, consideró finalmente Laura Tamayo.
