En febrero de este año, Grecia Molina, una joven trans del estado de Veracruz concluyó el trámite administrativo de cambio de identidad de género. Ese día lo tiene todavía muy presente porque con un simple trámite su vida dio un giro.
“No se trata de quién fuiste o no pudiste ser, se trata de quién quieres y vas a ser. Por fin pude gritar a los cuatro vientos que soy una mujer legal para mi país”, nos dijo.
“Ya no iba a tener ese miedo a que te miren diferente a las demás cada vez que te piden tu identificación para realizar algún trámite”.
Originaria del municipio de Gutiérrez Zamora, Veracruz, Grecia acepta que no todo ha sido felicidad en ese proceso. Ha habido muchos altibajos y momentos tristes que ha tenido que afrontar. Uno es el rechazo en el seno familiar.
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“Se trata de amarte y aprender a verte como siempre soñaste”, nos comentó. “Pero específicamente con mi papá aún no acepta quien soy hoy. Él solo se quedó con el recuerdo de ese niño y es algo que aunque me duele, no determina quién soy”.
Grecia debió trasladarse de Gutiérrez Zamora a Xalapa para su cambio de identidad de género. Veracruz es uno de los 23 estados que cuentan con el derecho del cambio de identidad en actas de nacimiento para personas adultas desde el 2021. Tres meses tardó su proceso legal, aunque el Registro Civil estatal señala que este trámite demora entre 15 y 30 días.
En el camino que se trazó Grecia lo mismo ha sufrido discriminación, que se ha encontrado con estereotipos de personas que no terminan por aceptar a la comunidad trans.
No le sorprende saber que la población lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTIQ+) es de las más castigadas por los estigmas, como recientemente se dijo en el conversatorio La Discriminación hacia la comunidad LGBTTTIQA+.
“Desgraciadamente esto es algo tan común en este país”, nos dijo la joven de 21 años de edad. “He sufrido discriminación en el ámbito laboral, me pasó antes de que hiciera mi cambio sexo genérico en mis documentos”.
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Antes que considerar sus competencias laborales, Grecia ha enfrentado exigencias como requisito para obtener un empleo cosas como cortarse el cabello y vestir como hombre, aunque al no aceptar esas condiciones su búsqueda de empleo quedaba frustrada.
El caso de Arturo es diferente. A sus 38 años de edad no ha podido realizar su cambio de identidad de género y en el proceso perdió a su familia. “Una mala asesoría y la desinformación ha impedido que salga Jenny, la mujer que soy y me siento. No es sencillo cuando el machismo impera en casa”, nos explicó.
Originario de Jalisco, Arturo vive desde hace siete años en la alcaldía Iztapalapa y está por iniciar los trámites para obtener el acta de nacimiento primigenia, que le dé validez legal a la existencia de Jenny.
“Existe cierto temor, no sé si sea tan sencillo cómo dicen y con el acta sigue el INE, mi cédula profesional”, nos confió.
Rocío Suárez, coordinadora general del Centro de Apoyo de las Identidades Trans A.C., nos dijo que en la Ciudad de México el proceso para obtener un acta primigenia, es decir para alguien que ha cambiado su identidad de género, es bastante ágil siempre y cuando presentes copia fiel del libro del registro civil, acta de nacimiento e identificación oficial.
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“Se acude a la ventanilla, se pagan los derechos, se llena el formato, dices cómo quieres que seas nombrada en el acta de nacimiento y no se lleva más de 15 días, aunque esto podría variar en función de la carga que tenga el Registro Civil”, nos comentó.
Si bien existen protocolos y asesorías para los trámites que realizan personas trans en la obtención del acta primigenia y la credencial de elector en el Instituto Nacional Electoral (INE), Suárez advierte que “el reconocimiento de identidad de género no es un derecho llave, es decir, no abre de manera inmediata otros derechos”.
El Centro de Apoyo de las Identidades Trans A.C. ha recibido información de que en los bancos el personal desconoce qué hacer cuando una persona trans se presenta con una nueva identidad y pide que en su cuenta bancaria aparezca su nuevo nombre, pues no cuentan ni siquiera con un protocolo.
Complicaciones burocráticas
Un problema similar se tiene en los asuntos escolares, como solicitar que tu cédula profesional aparezca con tu nueva identidad. En ese caso el procedimiento es excesivamente burocrático, nos señala.
“Se han presentado obstáculos en la obtención de los certificados de estudio a nivel preparatoria y en universidades”, nos dijo Suárez.
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En la UNAM este trámite se efectúa a petición de las partes. La alumna o alumno interesado debe solicitarlo y realizarlo con el acta de nacimiento y credencial con la nueva identidad y sexo.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Administración Escolar, de 2017 a 2022 se han hecho 205 trámites de este tipo, publicó UNAM Global.
Ante la incertidumbre en el proceso, algunas personas trans han solicitado asesoría sobre el tema de las cotizaciones del IMSS. “Tienen miedo a perder su antigüedad laboral al obtener el cambio de identidad de género”, nos dijo.
Suárez tiene conocimiento de que en el IMSS ha habido trabas o desconocimiento de cómo realizar este trámite para cambiar los datos, sin embargo aclaró que no se pierden los derechos.
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Luego de conseguir su cambio de género oficial, Grecia Molina pasó a obtener su CURP y la credencial del INE. Es una chica trans, una comunidad que en el 2021 estaba conformada por 909,000 personas, según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) de INEGI.
Sabe que el camino no es sencillo y aún hay trecho por avanzar y afrontar. “Cada persona combate sus propias batallas y todos a su manera se enfrentan a muchas cuestiones siendo una persona trans, pero ahora estoy disfrutando de este proceso”, concluyó.
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Fuente: Renapo
