Regreso a clases en Canasayab, Campeche, lo que ansiaban todos

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¿Qué te enseñaron hoy en la escuela? “A escribir”, nos dijo Elías Martínez García, uno de los más de 5,000 niños y niñas que retomaron clases presenciales, como parte de un programa piloto, en el estado de Campeche, México.

Elías tiene siete años y cursa segundo año de primaria. Su frente tenía cabellos pegados por el sudor. Lo primero que hizo al salir de la escuela fue quitarse la careta y el cubrebocas. Portarlos durante dos horas fue cansado y caluroso, nos contó. 

Aún así, su sonrisa lo decía todo. Elías dijo estar feliz de regresar físicamente a clases, ver a sus compañeros y a su maestro en la escuela. Laura, madre de Elías, también estaba contenta con el regreso a clases presenciales:

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“Yo sí quería que regresaran (a la escuela) porque mi hijo ya está en segundo (año) y no sabe leer. Y yo le enseño pero no, no es igual. Es mejor acá con el maestro. Él les tiene más paciencia que una”, nos dijo la madre de Elías.

Foto: Shelma Cerrillo

El piloto arrancó solo en escuelas rurales

El estado de Campeche se encuentra en semáforo epidemiológico color verde desde febrero de 2021, uno de los requisitos para retomar clases presenciales. El segundo es que las y los maestros estén vacunados.

La primaria rural Venustiano Carranza, donde acude Elías, es la única de la localidad Canasayab, Champotón, uno de los municipios de Campeche. Es una escuela multigrado. Eso significa que niñas y niños de diferentes grados escolares toman clases en el mismo salón y al mismo tiempo.

Para llegar a Canasayab, saliendo de la capital del estado de Campeche, hay que trasladarse una hora y media en automóvil. Tomas una autopista, luego una carretera y al final otra carretera aún más angosta que la anterior, por donde intentar que pasen dos coches al mismo tiempo es complicado. Poco antes de llegar te quedas sin señal de teléfono celular.

El plantel de Canasayab es uno de los 137 que iniciaron el programa piloto de regreso a clases presenciales, el lunes 19 de abril de 2021, a más de un año de que la pandemia por COVID-19 obligara a las y los alumnos a tomar clases a distancia.

¿Cuál será la dinámica en Canasayab?

Elías acudió a la escuela de 11:00 a 13:00 horas. Él fue parte del último grupo (conformado por entre tres y cuatro alumnos) que presenció clases en la Venustiano Carranza el lunes pasado.

El primer grupo acudió a las ocho de la mañana y el segundo a las 9:30 am. Esos grupos, que van de primero a tercer grado de primaria, asistirán los lunes, miércoles y viernes. Mientras que los niños y niñas que cursan cuarto a sexto grado acudirán los martes y jueves; también divididos durante el día, en grupos de cuatro personas.

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Las madres son parte del comité de salud

“Me tuve que levantar a las seis de la mañana para hacer todo rapidito. El quehacer y la comida. Tenía que llegar a la escuela a las 7:30 am. Solo le encargué a mi hija de 15 años que les hiciera el desayuno a sus hermanos”, nos relató Isabel García Cruz, quien forma parte del Comité de Salud de la escuela de Canasayab.  

El Comité lo conforman cuatro madres de familia, un profesor y un director, quien también imparte clases; tal y como lo solicitó la Secretaría de Educación de Campeche (Seduc).

Isabel es madre de Ricardo, un niño de 11 años que cursa sexto grado en la primaria de Canasayab. La misión de Isabel, al igual que la de otras madres de familia, fue limpiar los salones, las sillas y el patio de la primaria una semana antes del regreso a clases.

Las mamás son las que tuvieron que hacerse tiempo para apoyar en el regreso a clases “porque como los papás trabajan, no pueden”, nos aseguró Isabel.

El lunes 19 de abril, ella estuvo en la entrada de la escuela para encargarse de “que los padres (o madres de las y los niños) traigan su carta compromiso firmada. Donde dicen que checaron a sus niños en casa de que no tengan ningún síntoma (de COVID-19). Se les checa la temperatura, se les pasa a lavarse las manos, a echarse gel y ya pasan a sus salones”.

¿Cómo era tomar clases a distancia?

Laura, la madre de Elías, estaba preocupada porque “ponía a Elías (a estudiar) y mejor se enojaba. En ratitos sí quería hacerlo, luego se enfadaba y ya decía que no quería hacer nada. Y pues no los podemos obligar. Ellos no quieren. Yo siento que aprenden más acá en la escuela con sus compañeros y maestros”.

Marisol, hermana de Elías, tiene 12 años y va a sexto de primaria. Ella nos contó que en su casa era más difícil aprender porque si tenía dudas, no había a quién preguntarle. Además de hacer la tarea, Marisol debía ayudarle a su mamá a trapear, limpiar y tender las camas, algo que no le gustaba hacer.

Por otra parte, Isabel García nos dijo: “Mi hijo trabajaba con un celular. Ahí les mandaban las tareas, pero cuando se iba la luz no había internet y batallamos con eso. Ya cuando llegaba (la luz), recibía la tarea y ya en la noche la mandaba”.

El profesor visitaba a las y los alumnos

Abel Trinidad Jiménez es uno de los dos maestros de la primaria Venustiano Carranza. Nos confesó que él comenzó a visitar a las y los niños en sus casas, desde noviembre de 2020, a pesar de no estar vacunado, aún, contra el SARS-CoV-2.

El maestro Abel salía todos los lunes de Hecelchakán, Campeche, a las tres de la mañana para llegar a Canasayab a las siete. Visitaba a sus 22 estudiantes para indicarles las actividades de la semana y resolver dudas. Terminaba entre siete y ocho de la noche. De regreso a casa, también hacía cuatro horas de camino.

Abel recibió la primera dosis de la vacuna contra COVID-19 en enero y la segunda en febrero. Con el regreso a las aulas, ya no debe regresar el mismo día a su casa. Ahora se queda en la escuela, en una pequeña casita que está adecuada para los profesores.

Las visitas rindieron frutos

El maestro Jiménez nos contó que con algunos niños no tuvo contacto por un tiempo porque las familias se habían mudado; Kevin, uno de sus alumnos, era uno de ellos. Los papás de Kevin no tenían dinero para imprimir todo el material, pero Abel se ofreció a llevarlo personalmente.

Algunos papás y mamás le decían al maestro:

No hay para la comida y si saco las copias, me quedo sin comida. Por eso opté porque mi hijo no siga (estudiando). Viendo esa necesidad dije: no importa, yo vengo a dárselas y ya solo que hagan la actividad”.

Y si él o la niña le decía que no tenía teléfono para enviar su actividad, les decía: “No te preocupes, cuando venga yo mismo lo veo y tomo captura para tener evidencia de tu trabajo”.

El 19 de abril, Kevin también regresó a su salón escolar.

Foto: Shelma Cerrillo

Todas y todos ansiaban regresar

Tanto las madres de familia, el maestro y el intendente de la escuela coincidieron en tener miedo del COVID-19 con el regreso a clases, pero también admitieron que era necesario que sus hijos e hijas regresaran a los salones de clase. Además están más tranquilos sabiendo que “ya viene la vacuna” y que “los maestros ya están vacunados”.

“Nosotras tenemos que apoyarlos y a veces no nos alcanza el tiempo. A veces nuestros esposos llegan de trabajar, la atención es para ellos. Y (la atención para) los niños se van quedando para en la tarde. Y si no dio tiempo, pues para el día siguiente”, le contaron algunas madres al maestro Abel.

Abel será el único maestro, por ahora. Normalmente él le enseña a quienes cursan de primero a tercer grado de primaria. Pero ahora le tocará dar clases, adicionalmente, a las y los niños de cuarto a sexto, hasta que el otro profesor (quien está enfermo), pueda regresar a las aulas.

Por su parte, Isabel nos aseguró que están siguiendo todos los protocolos para que el programa piloto sea un éxito y evitar casos de COVID-19 en la escuela de Canasayab.

En Champotón, Campeche, donde se encuentra Canasayab, se han registrado 340 casos positivos y 71 defunciones por COVID-19. El municipio tiene casi 100,000 habitantes. Eso significa que la tasa de casos positivos acumulados es de 340.2, una tasa casi tres veces menor que la de Campeche (919.3 por cada 100,000 habitantes).

Para dimensionar, podemos considerar las cifras de la Ciudad de México: 6,980.3 casos positivos a COVID-19 por cada 100,000 habitantes. Una tasa 20 veces mayor a la de Champotón.

Los casos de Champotón forman parte de los más de 9,000 confirmados y más de 1,100 muertes provocadas por esa enfermedad en todo Campeche, de acuerdo con el corte del 20 de abril de 2021. En esa entidad la tasa de defunciones es de 116.0, contra 354.9 fallecimientos por COVID-19 por cada 100,000 habitantes de la Ciudad de México.

¿Y tú? ¿Crees necesario esperar que la entidad donde vives se encuentre en semáforo epidemiológico verde para que las y los estudiantes regresen a las aulas?

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