Campos de exterminio, muestra extrema del poder del crimen organizado en México

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Un mensaje dirigido a un líder del narcotráfico abrió el camino a un campo de exterminio en Tamaulipas.

Desde 2016, todavía durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, las autoridades estatales tenían indicios de su existencia, pero no fue sino hasta 5 años después que se le reconoció como tal, con todas sus letras.

La historia comienza con el hartazgo de mujeres que buscan a sus desaparecidos en un México en el que las personas no localizadas suman 92,968.

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Una de las buscadoras es Delia Quiroa, quien desde 2014 intenta encontrar a su hermano. El hombre ya había sido secuestrado en dos ocasiones anteriores en 2013. Pero la tercera vez, en septiembre de hace 7 años, ya no volvió.

“Lo buscamos en vida y en muerte”, nos dijo Delia, vocera del Colectivo Nacional de Víctimas 10 de Marzo y de la Unión de Colectivos de Madres Buscadoras en Tamaulipas.

Cansadas de la falta de respuesta de las autoridades, madres buscadoras organizadas en colectivos intentaban conseguir una tregua con Los Ciclones, el grupo criminal del Cártel del Golfo que opera en la región de Matamoros.

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Así, le mandaron un mensaje al Cártel en redes sociales: “Como sabemos y es de dominio público, que su organización en sus inicios y actualmente durante la pandemia, han llevado a cabo acciones humanitarias dando apoyos a los más necesitados ante la inacción del gobierno, apelamos a su compasión y buen corazón de seres humanos que somos y nos permitan ir al predio de La Bartolina”, se lee en el texto publicado el 3 de julio pasado.

“No buscamos culpables, buscamos a nuestros hijos, hijas, padres, madres, hermanos, hermanas y familiares”.

Delia reconoció que el mensaje fue una medida desesperada ante la inacción gubernamental para ingresar al predio ubicado a tan sólo 12 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, en un brazo de mar, muy cerca de Playa Bagdad.

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La Bartolina: un cementerio a cielo abierto

Unos días después de la publicación del texto, el gobierno federal tuvo que reconocer el horror de este nuevo hallazgo al que incluso calificó como un campo de exterminio.

“En 2017 se dio el hallazgo de un centro de cremación clandestina de dimensiones muy grandes, cerca de Matamoros, Tamaulipas, muy cerca de la frontera con Brownsville. Desde 2017 a la fecha se han recuperado al menos 500 kilogramos de restos óseos calcinados”, dijo Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda. 

“En un primer momento intervino la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, y desde hace poco más de dos años quien está procesando ese lugar de exterminio es la Fiscalía General de la República, junto con la Comisión Nacional de Búsqueda”.

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Ahí, a cielo abierto, hasta julio pasado las autoridades habían recolectado restos óseos que según la Fiscalía General de la República podrían corresponder a 67 personas

Sin embargo, Delia Quiroa nos comentó que desde el pasado 23 de septiembre las autoridades sacan diariamente en promedio un kilo y medio de huesos y ya han encontrado al menos 50 piezas dentales, lo que le hace suponer que la indagatoria de este campo de exterminio tomará al menos unos 6 meses más. 

“Cuando se revela que es un campo de exterminio por parte de Karla Quintana, empezamos a indagar y vimos que los restos estaban en la superficie y que es un lugar de inundaciones y que ahí el agua muy probablemente se había estado llevando los restos”, nos dijo Delia Quiroa. 

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Otro terror al ras de suelo

La Bartolina no es el único campo de exterminio. De acuerdo con colectivos de Tamaulipas en ese estado -donde hay 11,659 personas desaparecidas- han encontrado otros 57 puntos con características similares.

Uno de ellos se ubica en el kilómetro 26 de la carretera federal 85D, un tramo de la autopista Panamericana que une a Monterrey y a Nuevo Laredo, que es conocido como “La Carretera de la Muerte” o “El Triángulo de las Bermudas”.

Ahí, por un tiroteo registrado entre el 25 y 26 de agosto pasados, autoridades descubrieron lo que podría ser el campo de exterminio más grande en Tamaulipas.

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Y aunque los reportes de actos de violencia no eran nuevos en esa zona, hubo una serie de operativos policiacos realizados entre los kilómetros 24 y 28 de esta autopista permitieron descubrir desde huesos calcinados hasta credenciales de elector.

“Entramos en contacto con el licenciado Jorge Ernesto Macías, que es el comisionado estatal de Búsqueda, y le preguntamos qué está pasando, pues la comisionada está diciendo que probablemente  es un campo de exterminio más grande que el de La Bartolina”, nos dijo Delia Quiroa.

Sin embargo, el funcionario les explicó que aunque era muy pronto para calificar este nuevo hallazgo como un campo de exterminio sí había evidencia de huesos calcinados, aunque falta determinar si se trata de restos humanos.

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El “Triángulo de las Bermudas” del narcotráfico

En la autopista de cuatro carriles desde los últimos meses de 2020 y hasta julio pasado se reportaba la desaparición de 71 personas, principalmente choferes de Uber, de taxis y conductores de vehículos pesados. 

“No se ha encontrado ningún cuerpo. Hay un operativo de búsqueda y seguridad en este tramo carretero, pero no se tiene ningún registro de restos vinculados con la desaparición de esas personas”, dijo Karla Quintana en julio pasado

La violencia que allí se registra incluso ha llegado a videos y redes sociales. En junio pasado, el conductor de un tráiler captó el momento en que una familia que viajaba en dirección a Nuevo Laredo fue despojada de su camioneta.

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“¿Cómo están? ¿Se encuentran bien?”, preguntó el chofer.

“Nada más el susto”, respondió una de las víctimas. 

Más tarde el hombre detallaría a los medios cómo fue el asalto: una camioneta le cerró el paso. De ella bajaron cuatro hombres armados con ametralladoras. Primero robaron con violencia una camioneta Chevrolet. Bajaron a sus dos ocupantes. Después continuaron con el vehículo del hombre y su familia, quienes tuvieron que caminar tras el asalto. 

“Se viene un sujeto armado hacia nosotros, que era como de 30 años, andaba bien vestido. Nos dijo: ‘¡Bájense! ¡Y dejen los celulares!’. Nos bajamos toda mi familia y nos fuimos para atrás”, relató a medios de comunicación.

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Y aunque las autoridades implementaron un plan de vigilancia en la zona, todavía se desconoce el paradero de los hombres y familias que desaparecieron ahí, al ser abordados por sujetos armados o detenidos en retenes falsos

“Sabemos que ese es un lugar muy codiciado por este tramo del Columbia Highway, que pasa por Austin, San Antonio y Houston y va hasta Chicago. Entonces ahí pasan muchas mercancías, se mueve mucho comercio, mucho dinero en esa zona. El grupo delictivo de Los Zetas quedó en aquella área y luego se fueron transformando en otro grupo. Ellos hacen retenes en ese lugar. Tenemos una víctima que nos dio su testimonio”, relató Quiroa.

De acuerdo con la especialista Gabriela Nava, analista de inteligencia por el Centro de Estudios Hemisféricos William J. Perry, entrevistada por Reporte Indigo, los campos de exterminio son una muestra extrema del poder del crimen organizado, una captura total del Estado, como quedó demostrado con la carta que los colectivos de madres de Tamaulipas enviaron a un capo. 

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Un problema en aumento

En el Reporte Semestral de la Búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas, presentado el 7 de julio pasado, la cifra de personas no localizadas desde 1964 hasta junio de 2021 ascendía a 89,488, de las cuales 21,546 desaparecieron durante este sexenio.

Aunque las autoridades implementan estrategias de búsqueda y localización sumando a colectivos como en el que está Delia Quiroa, las cifras no bajan.

Hasta el 8 de octubre, la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación registraba 92,968 personas desaparecidas o no localizadas. Es decir, de junio a la fecha se reportaron 3,480 desapariciones más en el país.

¿Cuántos más campos de exterminio habrá en un país donde desaparecieron 34 personas diariamente en los últimos 100 días?

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