El 18 de septiembre se llevó a cabo la VI Cumbre Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, con la participación de 33 países.
¿Fue un éxito? Para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador fue “muy positivo” a pesar de las “diferencias”, dijo durante la mañanera del pasado lunes, “lo importante es que en la diversidad podamos llegar a acuerdos y esto se logró, sobre todo en temas fundamentales, como es el tema de salud”.
Por consenso se llegó a los siguientes acuerdos:
- Crear la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio.
- Se logró la conformación de un fondo para contrarrestar los efectos del cambio climático que ya cuenta con 15 millones de dólares para activarlo.
- Se planteó acelerar el acceso a las vacunas.
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Un cálculo equivocado
“México hizo un cálculo equivocado”, advirtió Ricardo Pascoe Pierce, ex embajador de México en Cuba, previo a la reunión en Palacio Nacional a la que asistieron: 12 presidentes, Luis Arce Catacora de Bolivia, Carlos Alvarado Quesada de Costa Rica, Miguel Díaz-Canel de Cuba, Guillermo Lasso de Ecuador, Alejandro Giammattei Falla de Guatemala, Mohamed Irfaan Ali de Guyana, Juan Orlando Hernández Alvarado de Honduras, Mario Abdo Benítez de Paraguay, José Pedro Castillo Terrones de Perú, Chandrikapersad Santokhi de Surinam, Luis Lacalle Pou de Uruguay y Nicolás Maduro de Venezuela.
Los ministros: Hubert Minnis de Bahamas, Juan Antonio Briceño de Belice, Roosevelt Skerrit de Dominica, Ralph Gonsalves de San Vicente y las Granadinas, Philipe J. Pierre de Santa Lucía.
Además, Félix Ulloa, vicepresidente de El Salvador, Eduardo Estrella Virella, presidente del Senado de República Dominicana, Chet Greene, ministro de Asuntos Exteriores de Antigua y Barbuda, Jerome Walcott, ministro de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Barbados, Claude Joseph, ministro de Relaciones Exteriores de Haiti, Kamina Johnson Smith, ministra de Asuntos Internacionales y Comercio Exterior de Jamaica, Denis Ronaldo Moncada Colindres, ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Erika Mouynes, ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Amery Browne, ministro de Asuntos Exteriores de Trinidad y Tobago.
También, Ángela María Orozco, ministra de Transporte de Colombia, Peter Charles David, Ministro de Agricultura, Tierras y Silvicultura de Granada, Juan Valle Raleigh, subsecretario para América Latina de Argentina, Rodrigo Alejandro Yáñez Benítez, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales de Chile y Everson Hull, representante ante la OEA de San Cristóbal y Nieves.
El analista político Ricardo Pascoe precisó que se pensó erróneamente que toda una oleada de izquierda se iba sumar a López Obrador y que él se iba a convertir en el nuevo líder de la izquierda latinoamericana.
“Pero tenían que aceptar una realidad: una gran mayoría de los asistentes a la reunión de CELAC había votado a favor de que Luis Almagro siguiera como secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Así que la propuesta de México fracasó”, señaló Pascoe en su columna Mirando al otro lado.
Incluso, “ni siquiera fue clara la propuesta de crear una comisión para discutir reformas al organismo. Además, crear una comisión es igual a no hacer nada”.
La cumbre en la que se preveía “anunciar el proyecto de ruptura de la OEA” resultó ser la propuesta de una minoría: México junto con Venezuela y Bolivia.
La cumbre dejó, además, la preocupación por el cambio climático. “Me alegró escuchar la necesidad de impulsar políticas verdes en sus países, incluyendo las pequeñas islas caribeñas devastadas por los huracanes”, agregó Ricardo Pascoe.
Faltó el aliado debido a una crisis
A la CELAC faltó el presidente de Argentina, Alberto Fernández. “El mejor aliado de López Obrador” no llegó porque recibió “una tunda en las elecciones de su país”, en que además se evidenció un rechazo completo a las políticas de su gobierno, explicó Pascoe Pierce.
Ni siquiera Argentina, señaló, está convencida de romper con EU. “Y América Latina no está en esa posición, entonces, el gobierno de México está calculando mal el estado de ánimo político en América Latina”.
Brasil por segundo año consecutivo desistió de intervenir en la CELAC. En 2020, el país señaló que no participaría por “considerar que el organismo no tiene condiciones para actuar adecuadamente en el actual contexto de crisis regional”, reportó la agencia EFE.
Fricciones a flor de piel
Durante los discursos de los mandatarios en la CELAC, los reclamos iniciaron cuando el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, desconoció a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. A lo que el bolivariano respondió: “le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América Latina”.
Paraguay rompió relaciones a principios de 2019 con Venezuela tras reconocer al opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino de Venezuela.
“Paraguay rompió relaciones con el tirano nunca con el pueblo venezolano (…). Hay un pueblo que resiste y espera la solidaridad de los demócratas”, dijo Abdo Benítez en una rueda de prensa conjunta con Guaidó en marzo de 2019.
Por otro lado, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, afirmó que participar en la cumbre no significaba ser “complaciente” con países donde “no hay una democracia plena… se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores”.
Y agregó: “vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela“.
¿Fracasó López Obrador en la intención detrás de la CELAC?
