Cambios sociales, familiares y pérdidas multimillonarias: lo que el cierre de la frontera con EU nos dejó

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Imagina que desde que llegó la pandemia a nuestro país, no hayas podido ir a una zona de tu ciudad en la que tienes actividades y viven familiares y amigos. Esto es lo que vivieron millones de mexicanos y mexicanas durante un año y medio.

“Llevo casi 20 meses sin poder cruzar al otro lado (San Diego) cuando antes lo hacía una vez a la quincena. En mi caso solo dejé de aprovechar que allá todo es barato, pero hay mucha gente que lleva ese mismo tiempo sin ofrecer sus servicios o ver a su gente”, nos contó Valeria, una habitante de Tijuana.

El 8 de noviembre pasado Estados Unidos por fin reabrió su frontera con México, justo a tiempo para el Día de Acción de Gracias y el Black Friday –una especie de Buen Fin pero con ofertas más agresivas–, el 25 y 26 de noviembre respectivamente. 

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Según nos comentó Valeria, desde una noche antes del 8 de noviembre ya había filas kilométricas para cruzar la frontera tanto en auto como a pie, unos para ver a familiares y amigos, otros para comprar o para volver a su cotidianidad.

Consecuencias económicas

Desde que Estados Unidos cerró la frontera terrestre para evitar el contagio de COVID-19, solo podían cruzar personas con labores esenciales, y los demás le dijeron adiós a una zona urbana a la que llegaban regularmente en auto o hasta en transporte colectivo.

De acuerdo con Valeria, es muy normal que la gente de Tijuana tenga visa de turista, y es todavía más normal que crucen la frontera por tierra, ya sea para ir de compras a San Ysidro, trabajar o tener una vida social en San Diego. 

Además, “la ciudad dejó de recibir turistas y mucha gente dejó de recibir a familiares o amigos que venían de California”, y también “hay personas que viven de vender lo que compraban en los outlets de allá. No sé qué habrán hecho todos estos meses”. 

En entrevista con el portal Zeta de Tijuana, el líder de la Cámara de Comercio de San Ysidro, en California, Jason Wells, aseguró en julio de este año que 95% de los clientes que compran en el circuito comercial en San Ysidro Boulevard son personas que provienen de México.

“Dependemos de México, y los que vienen de manera turística, de compras, visita, lo que sea, no pueden venir; para nosotros todavía no hay venta”, dijo Wells.

Y agregó que San Ysidro perdió 2 millones de dólares al día durante el cierre, “entonces se puede calcular, estamos hablando de más de 100 millones de dólares de pérdidas hasta la fecha (junio de 2020)”.

Además, tan solo en San Ysidro cerraron definitivamente más de 280 empresas, según dijo a El Economista Kenia Zamarripa, directora ejecutiva de Asuntos de Comercio Internacional de la Cámara de Comercio de San Diego.

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Dos países, una misma comunidad  

Esta misma situación que vivió San Ysidro se repitió a lo largo de toda la frontera, por la que cruzan 529,000 personas todos los días de México a Estados Unidos.

En julio de 2021 la Confederación de Comercio, Servicio y Turismo (Concanaco) publicó que este cierre benefició a los negocios nacionales, ya que el dinero que hubieran gastado en Estados Unidos se quedó de este lado de la frontera.

“Por el cierre fronterizo por vía terrestre entre México y Estados Unidos el comercio del lado mexicano creció en algunos giros hasta en 40 por ciento que representa más de 45,000 millones de pesos en el consumo doméstico”, se lee en el comunicado de la Concanaco.

Sin embargo, Sofía Ramírez Aguilar, directora general de México ¿Cómo vamos?, dijo en entrevista a El Economista que el cierre fue malo para todos, ya que separó a dos comunidades que son una misma, entre otros factores, también en el intercambio comercial.

Valeria está de acuerdo en que el cierre afectó a los dos lados, pues aunque haya habido más consumo local, por lo menos a Tijuana dejaron de ir los estadounidenses que compran en las farmacias mexicanas y abarrotan la zona del centro todos los fines de semana. 

A finales de agosto el presidente de la Concanaco, José Manuel López Campos, hizo un balance sin distinguir ambos lados de la frontera y calculó que toda la zona fronteriza tuvo pérdidas mayores a los 55 mil millones de dólares.

La buena noticia es que ya se abrió la frontera y se espera que comience la reactivación económica en ambos lados de la frontera, sobre todo con el Día de Acción de Gracias y el Black Friday en puerta.

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De vuelta a la normalidad

“No nada más nos afectó en la economía, tenemos muchas familias que están entre Estados Unidos, en la frontera, y en Monterrey. Ya tenían más de un año y medio distanciados”, dijo a Milenio Armando O’Caña, alcalde de Mission, Texas.  

Mientras que Sofía Ramírez Aguilar agregó en la entrevista con El Economista que el cierre de frontera no solo afectó el intercambio comercial, sino la calidad de vida de las personas, la seguridad, los servicios médicos y educativos y la vida cotidiana en general.

Valeria está de acuerdo en que la reapertura de la frontera mejorará la calidad de vida de las personas, pero señala que hay que seguir cuidándose, porque podría venir una nueva ola y no solo está en riesgo cruzar al otro lado sino la salud. 

“Lo peor de este 20 meses fue no poder despedirnos de familiares, amigos y colegas, y de eso también vamos a tener que recuperarnos”, concluyó.

¿Crees que este cierre de frontera haya quedado en el pasado? ¿Se volvería a tomar esta medida si hay una nueva ola de contagios?

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