Quintana Roo se prepara para elegir a su próxima persona en el gobierno el 5 de junio, mientras que el perredista y ex priista Carlos Joaquín González alista sus maletas para dejar al estado en peores condiciones de las que lo recibió.
La situación de Quintana Roo se ha visto muy perjudicada en el último sexenio sobre todo en materia de violencia y pobreza, sin embargo, tampoco deja buenos números en términos de actividad económica, corrupción y desempleo.
En 2016, Carlos Joaquín se convirtió en la primera persona que llegó al poder de Quintana Roo bajo otras siglas que no fueran las del PRI. Y en 2022 todo parece indicar que ese estado elegirá a su primera gobernadora.
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Más violencia y más pobreza
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en 2016 –año en el que tomó posesión Carlos Joaquín– Quintana Roo fue el doceavo estado menos violento del país con una tasa de 11 asesinatos por cada 100,000 habitantes.
Cinco años después los resultados fueron distintos. Durante 2021 Quintana Roo tuvo una tasa de 31.5 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes, lo cual lo colocó como el décimo estado más violento del país.
Esto quiere decir que entre 2016 y 2021 –los cinco años de gobierno de Carlos Joaquín– la tasa de homicidios en Quintana Roo subió 20.5, lo cual lo pone como el sexto estado en el que más aumentó la violencia en los últimos cinco años, solo debajo de Zacatecas, Baja California, Sonora, Guanajuato y Morelos.
La situación es igual de preocupante en términos de pobreza. En 2016 Quintana Roo era el doceavo estado menos pobre, con el 31.7% de su población en esas condiciones, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Sin embargo para 2020 –en el cuarto año de gobierno de Carlos Joaquín– Quintana Roo se convirtió en el treceavo estado más pobre, con 47.5% de su población en situación de pobreza.
Es decir que entre 2016 y 2020 Quintana Roo fue el estado en el que más avanzó la pobreza, con un aumento de 15.8% de su población en esta situación y bastante lejos del segundo lugar, la Ciudad de México, en donde la pobreza avanzó 6%.
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Pendientes en corrupción, economía y desempleo
El gobierno de Carlos Joaquín González tampoco deja buenas cuentas en materia de corrupción, actividad económica y desempleo.
En 2015, un año antes de que entrara al poder, Quintana Roo era el treceavo estado más corrupto del país con una tasa de 13,085 víctimas por cada 100,000 habitantes, según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) del INEGI.
Cuatro años después, según la ENCIG 2019, Quintana Roo era el cuarto estado más corrupto del país, con 19,946 víctimas de corrupción por cada 100,000 personas, solo detrás de Durango, Ciudad de México y el Estado de México.
Este aumento de 52% pone a Quintana Roo como el noveno estado en el que más creció la corrupción entre 2016 y 2021, debajo de Guanajuato, Nayarit, Veracruz, Durango, Aguascalientes, Estado de México, Chiapas y Guerrero.
Por otro lado, cuando Carlos Joaquín González estaba a punto de entrar al poder, en el tercer trimestre de 2016, Quintana Roo era el tercer estado con mayor actividad económica, solo detrás de Aguascalientes y Querétaro, de acuerdo con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI.
Cinco años y una pandemia después, en el tercer trimestre de 2021 Quintana Roo bajó hasta el noveno sitio en materia de actividad económica. Y también es el noveno estado que menos se ha podido recuperar en esos términos entre 2016 y 2021.
Por último, Quintana Roo es el tercer estado en el que más aumentó el desempleo (1.3%) entre el cuarto trimestre de 2018 –mitad de sexenio de Carlos Joaquín– y el cuarto trimestre de 2021, solo detrás de Querétaro (2%) y Puebla (1.4%), según cifras del INEGI.
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¿Podrá la alianza PAN-PRD retener el poder en Quintana Roo?
En las elecciones de junio de 2016 el ex priista Carlos Joaquín González –medio hermano del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwell– representó a la alianza del PAN y el PRD y ganó con 45.68% de los votos. Rompió una racha de 41 años de gobiernos priistas –Quintana Roo se convirtió en estado y por lo tanto comenzó a elegir persona en el gobierno en 1975.
Los competidores más cercanos en 2016 fueron Mauricio Góngora del PRI, que se quedó 10 puntos abajo, y José Luis Pech de Morena a casi 35 puntos.
Seis años después el escenario luce distinto, con la morenista Mara Lezama arriba de las preferencias electorales.
Según la encuesta de El Financiero del 6 de abril, Lezama ganaría con el 48% de los votos, 21 puntos arriba de Laura Fernández de la alianza PAN-PRD, 36 puntos arriba de la priista Leslie Hendricks –hija del ex gobernador Joaquín Hendricks– y 39 arriba de José Luis Pech que ahora compite por Movimiento Ciudadano.
Por lo cual lo único que prácticamente se puede dar por hecho es que en 2022 Quintana Roo tendrá a su primera gobernadora.
¿Conseguirá Morena tomar las riendas en este estado clave para el Tren Maya?
