Si alguno de tus hermanos o hermanas te preguntara “oye, ¿cómo matamos a mamá?”, ¿qué le responderías? O peor aún, si tu propia madre es quien te pide que la mates… ¿qué le dirías?
Imagina la cara que ponen tres jóvenes hermanas (Margo, Camila y Teté) cuando su mamá les pide que le ayuden a morir, pues padece una enfermedad incurable. Éste es el argumento central de esta película mexicana cuyo provocador título, “¿Cómo matar a mamá?”, se estrenó en cines, curiosamente, el 10 de mayo de 2023, en el Día de las Madres.
En esta comedia-drama y road movie dirigida por José Ramón Chávez, cuya ópera prima de 2017, “Ayúdame a pasar la noche”, obtuvo reconocimientos en festivales nacionales, se aborda el dilema de la eutanasia o el suicidio asistido, enmarcado en la complicada relación emocional de una madre viuda con sus tres hijas. Es de resaltar que el filme es una producción de BTF Media.
Te recomendamos: “Águila y Jaguar”: espectáculo visual 100% mexicano que llega a la pantalla grande
La historia refleja el dolor de una madre (Rosalinda, interpretada por la magistral Blanca Guerra), que como último deseo le pide a sus hijas que le quiten la vida, pues no está dispuesta a terminar sus días humillada y deteriorada por la “demencia senil” o alzheimer, que ya comienza a provocarle mayores estragos.
Ante ese doble impacto (la noticia de la enfermedad incurable y la inverosímil petición materna), Margo (Ximena Sariñana), Camila (Diana Bovio) y Teté (Ana Valeria Becerril) no saben qué hacer, pero se ven obligadas a buscar a su mamá hasta Tijuana, pues Rosalinda -sin avisar a nadie- decidió tomar el primer vuelo para visitar a su vieja amiga Chivis (Elizabeth Guindi).
Ahí comienza la aventura. Margo y Teté dejan a sus respectivas pareja e hijos, y junto con Camila (la “soltera independiente”), acompañan a Rosalinda en un viaje en carretera por las dos Baja Californias para recorrer los viñedos del Valle de Guadalupe, y llegar hasta las espectaculares playas del sur de la península.
Entre sus momentos de lucidez (de “señora amargada”) y la transformación de su mente que le hace creer que pasea con sus amigas de juventud, Rosalinda bromea, ríe, corre desnuda por los viñedos, revela secretos familiares, expresa sus anhelos y ganas de disfrutar de la vida, pero también se muestra frustrada por su vida de pareja, su enfermedad y el rol de madre que tuvo que asumir a costa de su libertad, lo que la confronta con sus tres hijas.
Quizá quieras leer: “Soy tu fan” regresa ahora a la pantalla grande y prepara tercera temporada para televisión
Morir con dignidad
Con un humor a medio vapor, pero con una fotografía impecable de los paisajes sudcalifornianos y las tablas ante la cámara de Blanca Guerra (belleza sin igual con sus siete décadas a cuestas), en “¿Cómo matar a mamá?” se entrelazan la tirante relación madre-hija, con el amor, el enojo, el reclamo por el desafecto durante la crianza, así como la comprensión ante la petición de Rosalinda por tener una muerte digna.
En ese reencuentro de la madre con sus hijas, también las hermanas se encuentran entre ellas y así mismas; se auto descubren y cuestionan su vida de pareja y su rol de madres, además de reconocer el valor de la independencia, de la libertad para amar y ser amadas, y del derecho de las personas a decidir sobre cómo terminar su existencia.
Y sin olvidar, claro está, el dilema entre las ganas de vivir o de morir, de tener una existencia digna o de fallecer con el menor dolor posible en compañía de quienes más amas. Al final, el renacimiento es posible y hay una redención ante el sufrimiento vivido y la posibilidad de un porvenir más prometedor.
