La crisis y desencuentros entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la comunidad académica y científica no paran.
La determinación de designar a José Antonio Romero Tellaeche como director del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), las denuncias en contra de 31 investigadoras e investigadores por parte de la Fiscalía General de la República, la integración del fiscal Alejandro Gertz Manero al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y la incertidumbre en la entrega de recursos de posgrados, son solo algunos hechos que han marcado la dirección de María Elena Álvarez-Buylla al frente del Conacyt.
Desde que asumió el cargo, Álvarez-Buylla adquirió un papel de adversaria, un tono de confrontación con la comunidad científica y demostró una absoluta incomprensión sobre el tipo de contribución social que hace la ciencia, consideró el doctor en Ciencia Política Rodrigo Salazar Elena, coordinador del Laboratorio de Métodos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México.
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Pero esta actitud no solo es de parte de la directiva del Conacyt, sino del gobierno federal que ha demostrado resistencia por medio de un discurso que estigmatiza a las personas académicas y científicas como tecnócratas, neoliberales o privilegiadas, señaló el doctor Jorge Márquez Muñoz, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Cada uno de estos hechos están afectando a la comunidad científica y por tanto afectará la producción del conocimiento en el país, coincidieron ambos especialistas.
Salazar Elena señaló que tal pareciera que el objetivo de la administración federal y de Álvarez-Buylla es implementar el desmantelamiento de toda institucionalidad e infraestructura en ciencia y tecnología en el país.
En cuatro años, el gobierno federal ha extinguido fideicomisos y ha retirado recursos destinados a la ciencia, modificado reglamentos del Conacyt, como el del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que rigen la relación con la comunidad científica, las formas de participación, criterios de evaluación y la asignación de recursos.
Con la extinción de fideicomisos se desconoce el destino de más de 42,000 millones de pesos, según denunció la red de científicos, investigadores, médicos y académicos ProCienciaMx, en una carta dirigida al Congreso de la Unión, en la que agrega que la Auditoría Superior de la Federación hizo observaciones sobre el uso irregular que ha hecho el Conacyt de los recursos de al menos uno de estos fideicomisos.
“Existe evidencia oficial, en la cuenta pública, de la mala administración de los recursos del ramo 38 (destinado al Conacyt). En particular, del sobregiro de más de 1,500 millones de pesos correspondientes al SNI. Resulta igualmente preocupante el subejercicio de 2,000 millones de pesos asignados al programa de becas de posgrado del Conacyt”, todo lo cual ha generado “una situación de profunda inestabilidad en el sector científico”, dice el documento.
Lo anterior se suma a la iniciativa de la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, presentada por Álvarez-Buylla a finales del 2020 al Congreso. Con ella, busca controlar la producción científica y excluir a integrantes de instituciones de educación superior de la toma de decisiones, nos expuso Jorge Márquez.
Pero Álvarez-Buylla sigue sin comparecer ante el Congreso. El Senado de la República y la Cámara de Diputados la han llamado a rendir cuentas en dos ocasiones. La primera fue el 17 de marzo de 2022. La segunda, el 25 de mayo, pero no asistió.
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Asedio al CIDE
El mejor ejemplo del asedio gubernamental a las instituciones académicas es lo que ha pasado en el CIDE, resaltaron ambos especialistas. Luego de la renuncia del director Sergio López Ayllón en agosto de 2021, Álvarez-Buylla designó a Romero Tellaeche como director interino.
A partir de ese momento, Romero Tellaeche tomó decisiones arbitrarias, como la destitución de integrantes del centro y el nombramiento de otras y otros académicos sin apego a los estatutos y reglamentos del centro, según denunció el profesorado del CIDE.
El CIDE depende directamente del gobierno federal, a través del Conacyt. Por lo que la desaparición de los fideicomisos, la falta de coordinación y de diálogo con la directiva del Conacyt -pues desde noviembre de 2021 Álvarez-Buylla se niega a dialogar con la comunidad del centro- ha agudizado la crisis.
La comunidad estudiantil y académica del CIDE ha mantenido la organización y ha realizado diversas movilizaciones durante los últimos 10 meses en contra de “la imposición” del actual director y para exigir el cese del acoso burocrático y financiero del CIDE.
El 4 de junio pasado, estudiantes y profesores de esa y otras instituciones marcharon del Palacio de Bellas Artes al Palacio Nacional para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador una audiencia, la remoción de Romero Tellaeche y de Álvarez-Buylla, así como respeto a la autonomía universitaria, educación digna y ciencia libre.
El 8 de junio, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó al Conacyt entregar todo el expediente sobre el proceso de designación de Romero Tellaeche como director del CIDE, que el Conacyt había clasificado como reservado por tres años.
En un plazo máximo de 10 días hábiles, Álvarez-Buylla deberá entregar toda la información, incluida el acta de designación de Romero Tellaeche, que se ha negado a hacer pública, pese a que un juez le ordenó entregar en febrero pasado.
Plagios
Todo esto sucede en medio de denuncias contra Romero Tellaeche por plagio en artículos que publicó en revistas académicas, como lo documentó El Universal.
“El director del CIDE tomó párrafos del artículo ‘Determinants of Sectoral Import in Manufacturing Industry: A panel Data Analysis’, escrito por los economistas turcos Caner Colak, Selman Tokpunar y Yasin Uzun”, de acuerdo con el diario.
Y el 9 de junio, Mauricio Romero, profesor del ITAM, publicó en su Twitter que Romero Tellaeche también plagió a Amartya Sen, Nobel de Economía 1988, y al alemán Michael Dusche, para un artículo en una revista del Fondo de Cultura Económica.
A pesar de las diversas peticiones de su destitución, ahora por sus presuntos plagios, el mismo 9 de junio el Conacyt informó, a través de un comunicado, que la designación de Romero Tellaeche como director del CIDE “goza de plena legitimidad”.
Desde hace año y medio, la institución no ha pagado salarios y estímulos completos a alrededor de 120 profesoras y profesores, lo que ha generado incertidumbre sobre la continuidad del siguiente semestre escolar, alertaron en conferencia de prensa integrantes de la Asamblea del CIDE, el pasado 18 de mayo.
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“Fallas” en la entrega de estímulos de posgrados
Otro problema que revela la ineficacia del Conacyt y que ha desatado movilizaciones de la comunidad académica son los retrasos injustificados en la entrega de estímulos de posgrados a principios de enero de este año.
Aunque el Conacyt negó dichos retrasos, el colectivo POSDOCSinSNI, integrado por alrededor de 180 investigadores adscritos al SNI, denunció la falta en la entrega de estos recursos. La situación afectó principalmente a investigadoras jefas de familia que trabajan, publican y dan clases en instituciones de educación superior, nos dijo un integrante del colectivo que prefirió el anonimato.
En febrero “denunciamos públicamente y forzamos una mesa de negociación con el Conacyt. Frente a la presión mediática, literalmente, recularon y afirmaron que se trataba de un problema administrativo, pero eso es mentira, tenemos evidencias de que intentaron quitarnos ese estímulo”, nos compartió el investigador integrante del SNI nivel I.
El desorden burocrático y los actuales retrasos -y opacidad- en la entrega de resultados de la Convocatoria 2021 para Investigadoras e Investigadores por México y en la publicación de la convocatoria de ingreso al SNI de este año generan suspicacia en la comunidad sobre qué está ocurriendo al interior del Conacyt “si solo es ineptitud o si hay intenciones deliberadas para recortar subsidios para la comunidad científica”, nos dijo.
Rodrigo Salazar destacó que el gobierno necesita invertir más en ciencia y tecnología para tener una sociedad preparada para responder a catástrofes inesperadas, como la pandemia que vivimos ahora, y aprovechar el conocimiento para resolver necesidades concretas.
No obstante, “la ciencia en México está yendo para atrás, porque tiene menos recursos, porque se está disminuyendo la masa crítica de la gente que hace, difunde y escribe ciencia”, sostuvo finalmente el profesor Jorge Márquez.
