Pese al aumento de la violencia contra las mujeres en México, la Red Nacional de Refugios -integrada por 75 centros que alojan a mujeres, sus hijas e hijos víctimas de este delito- lleva más de cuatro meses operando sin presupuesto del gobierno federal para este año, porque la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la violencia contra las Mujeres (Conavim) no ha entregado los recursos.
El 31 de diciembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó un decreto para desaparecer al Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), que formaba parte de la Secretaría del Bienestar, donde se encontraba el Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos.
Este año, debido a la extinción del Indesol el Programa de Refugios pasó a la Conavim, órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, que apenas en abril pasado recibió 420,000,000 de pesos etiquetados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 para los refugios.
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Por estos cambios administrativos, la Conavim aún no ha dado fecha para comenzar el proceso de distribución del presupuesto. Solo emitió un comunicado el 11 de abril para informar que la entrega está en trámite. Cuestione solicitó entrevista a esta institución, pero al momento de realizar esta publicación no había recibido respuesta.
Refugios en la incertidumbre
“La única respuesta que nos dan es que están trabajando sobre ello y que hay voluntad. No dudamos de la voluntad. Sin embargo, creemos que haber hecho una transferencia de programas priorizando intereses del Gobierno dejó fuera los intereses de las mujeres, niños y niñas, y por supuesto de la operación de los refugios”, nos dijo Wendy Figueroa Morales, directora de la Red Nacional de Refugios.
Agregó que “ha sido una transferencia caótica sin priorizar los derechos humanos” ni las atenciones como servicios esenciales ante la emergencia de la violencia. No se ha tomado en cuenta el impacto en las mujeres que recurren a los refugios y ni las víctimas de violencia; tampoco hay un trabajo articulado con las organizaciones de la sociedad civil.
Además de la incertidumbre por la falta de transparencia en la información y claridad sobre el traspaso del programa entre secretarías de Estado, los refugios y centros de atención han logrado operar sin este dinero. Han pedido préstamos, donaciones y han prometido el pago a proveedores y al personal que trabaja en los refugios.
Por esto, la RNR denuncia la retención del presupuesto, el retraso en el proceso de liberación y exige al gobierno de México, a la Conavim, a la Segob y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que agilicen la entrega de los recursos a los refugios, porque su operación está en riesgo.
Impactos del retraso
“Seguimos operando y lo vamos a hacer hasta que ya no sea posible”, nos comentó en entrevista Wendy Figueroa. Sin embargo, aclara que este retraso implica una violencia institucional, transgresión y vulnerabilidad a los derechos humanos de cientos de mujeres e infantes.
La Red no ha podido cubrir algunos servicios, como traslados de mujeres a otros estados de la República u otros países. Al igual que algunas atenciones médicas, por ejemplo dermatológicas; pero ninguna que ponga en riesgo la vida de las mujeres, porque las integrantes de la Red han cubierto atenciones urgentes con sus propios recursos, precisó Wendy Figueroa.
También, se han postergado procesos jurídicos que requieren de dinero para los trámites, procesos de escolarización de los niños y las niñas que ya se incorporaron a la escuela, así como compra de útiles y de uniformes.
Algunos proveedores de comida les han dicho que ya no pueden brindar el servicio en los refugios, pues no hay una fecha exacta para que les paguen los meses que se les deben. Otros centros y refugios en los estados no han podido pagar luz y gas.
Una de las limitaciones que enfrenta la Red Nacional de Refugios por el retraso en la entrega del presupuesto federal es que no se ha garantizado el salario a las profesionistas “quienes dan acompañamientos y hacen posible las atenciones integrales a las mujeres y sus hijos e hijas”.
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Más atenciones
“No se trata solo de dinero, sino de la protección de derechos, en el que destacamos el derecho de las mujeres, sus hijas e hijos a vivir libres de violencias y a contar con un espacio que les brinde seguridad”, señala la RNR en su informe “De los discursos a los hechos II”.
En 2021, la Red atendió a 45,490 mujeres, niñas y niños sobrevivientes de violencias machistas, lo que representa un aumento del 8% en comparación al 2019.
De enero a marzo de este año, la Red dio acompañamiento, atención integral y protección a 10,031 personas, de las cuales a 6,948 mujeres, niñas y niños se les brindó acompañamiento integral y resguardo en los 75 espacios de atención y protección, así como orientación especializada a 3,083 personas a través de sus líneas telefónicas y redes sociales.
Según los datos de la Red, en el primer trimestre de 2022 hubo un incremento de 26% en el número de mujeres e infancias atendidas en los Centros de Atención Externa, un aumento de 14% en los refugios y 27% de incremento en las atenciones a través de llamadas telefónicas y 11% en redes sociales, en comparación con el primer trimestre del año pasado.
Wendy Figueroa recordó que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 no contempló la inflación, por lo que no hubo realmente un incremento para los refugios, como lo reportamos en esta nota.
Cambios del presupuesto para refugios
Desde 2003, hace casi 20 años, el gobierno federal da a los refugios fondos y subsidios que han sido otorgados y supervisados por diversas Secretarías. A partir de 2007, con la creación de la Ley General de Acceso de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia y su Reglamento, se estableció la profesionalización de los refugios.
No es la primera vez que se entregan los recursos con retrasos en el sexenio del presidente López Obrador; tampoco es la única vez en que se traspasa el presupuesto de los refugios a otra Secretaría o que el presupuesto corre riesgos.
En 2019, el gobierno federal intentó que el recurso fuese entregado directamente a las víctimas, pero la Red se movilizó y esto se detuvo. Así, el presupuesto se entregó a los refugios hasta junio de ese año.
En 2020, hubo avances. El presupuesto para los refugios se transfirió de la Secretaría de Salud al Indesol, de la Secretaría de Bienestar, fue un proceso que sí se planeó y desarrolló de la mano con la RNR y otras organizaciones de la sociedad civil. En 2021, se hizo un programa presupuestario específico para los refugios.
En opinión de Wendy Figueroa en 2022 estamos ante un panorama similar al de 2019. El gobierno no debió haber eliminado el Indesol, porque era un programa autónomo clave, que ponía al centro los derechos. Ahora busca centralizar todo en una sola Secretaría, sin priorizar derechos, sino la “rectoría del Estado”.
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Falta un largo proceso
Hasta el 9 de mayo pasado, aún se desconocían los términos de la operación del Programa de Refugios dentro de la Conavim. Aún no se hacía la firma de convenios ni tampoco se habían publicado los lineamientos en el sitio oficial de este órgano.
Para la representante de la Red, en un país donde 10 mujeres y niñas son asesinadas al día, estos retrasos son “inadmisibles”.
“La agenda política del país parece no priorizar a las mujeres. No se ha entendido que la violencia contra las mujeres es estructural y tiene que abordarse desde la corresponsabilidad y democracia. Lo que implica la participación de víctimas, activistas, medios de comunicación, sociedad civil y de quienes acompañamos directamente a las mujeres que están en esta situación”, sostuvo finalmente Wendy Figueroa.
¿Le dará el gobierno la prioridad e importancia que merece este tema o seguirán los retrasos?
