Cotemar, el contratista consentido de Pemex que se está volviendo su peor pesadilla

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El domingo 22 de agosto de 2021, cinco trabajadores murieron en un incendio en una de las plataformas petroleras de Campeche. Cuatro de estos empleados fueron de Cotemar y uno de Pemex.

Cotemar se ha visto envuelta en tres incidentes mortales y decenas de observaciones millonarias de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). A pesar de todo, nunca es sancionada por su responsabilidad en los sucesos. ¿Por qué es una empresa “intocable”?

¿De quién es la empresa?

Cotemar fue fundada en 1979 y era del empresario Mario Dávila Dávila y María Cristina Lobo Morales, su esposa. Dávila Dávila falleció en julio de este año a los 85 años de edad. A su nombre, además de Cotemar, están otras nueve empresas registradas en Nuevo León, Campeche y Yucatán, según documentos a los que tuvo acceso Cuestione

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En Ciudad del Carmen, Campeche, tiene Servicios Industria Petrolera y Servicios de extracción petrolera Lifting de México (filial de Cotemar); en Monterrey, DALO Servicios, Asesorías Técnicas Administrativas, Inmobiliaria Lote 2, Ciudad Mitras y Grupo Dalo; y en Mérida, Turismo Internacional Apolo. Por su parte, su esposa, Lobo Morales, es socia de siete de las compañías mencionadas.

El mando de la empresa lo tiene Alejandro Villarreal Martínez desde 1992, cuando fue nombrado como su director.  Villarreal es un empresario regiomontano que, según el Registro Público de la entidad, tiene al menos seis empresas inmobiliarias en Monterrey. 

La empresa favorita de Pemex en los sexenios panistas

Cotemar obtuvo sus primeros cinco contratos con Pemex Exploración y Producción durante la administración de Vicente Fox en 2002. Estos primeros contratos fueron por poco menos de 112 millones de pesos por abastecimiento de comida, hospedaje y transporte a las plataformas de la petrolera. 

La compañía originalmente se dedicaba a dar mantenimiento de unidades habitacionales, ductos, plataformas, alimentos, renta de lanchas y de buques, según su folio mercantil. Sin embargo, después de estos contratos comenzó a ser la empresa “todóloga” de Pemex.

Para el final de los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, ya había celebrado 76 contratos que ascendían a más de 36,413 millones de pesos. Estos, representan más de la mitad de los contratos de Pemex (55%), según el Portal de Transparencia de Pemex y Compranet. 

Durante el penúltimo año de gobierno de Calderón, Cotemar tuvo su primer incidente letal. El 12 de abril de 2011, tras una fuga de agua se hundió la plataforma habitacional Flotel Júpiter 1 ubicada en la sonda de Campeche.

Ese mismo año, la ASF declaró que Cotemar no había cumplido su contratos al no pagar los gastos que derivaron del hundimiento, a pesar que la plataforma había representado una ganancia de más de 580 millones de pesos para la compañía. 

Además de que Pemex desembolsó más de 57 millones de pesos y 2 millones de dólares para reparar el daño que la instalación de Cotemar había ocasionado. La empresa no solo ignoró los señalamientos de la Auditoría que le indicaba que estaba violando la ley, además, no fue hasta 2012 que se deslindó de la responsabilidad afirmando que se trató de un “caso fortuito”.

El Universal Campeche, 2011

Sexenio priista

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto Cotemar celebró 27 nuevos contratos. 13 de ellos fueron adjudicados directamente y 14 por licitación pública, ascendiendo a los 41,000 millones de pesos según el Portal de Transparencia.

En la mira de la ASF… 2015-2016

En 2014, la ASF de nuevo señaló a Cotemar, esta vez por irregularidades en los trabajos entregados. La auditoría DE-193, establece que Pemex no pudo comprobar trabajos presuntamente realizados por Cotemar correspondientes al contrato 428233858, aunque les pagaron 1,866 millones de pesos. 

Aún con dicho antecedente, el 31 de diciembre de 2015, la compañía celebró otros cuatro contratos (648235806, 648235807, 648235808 y 648235809) que superaban los 25,000 millones de pesos, según la información publicada por la ASF. 

Estos contratos fueron otorgados por la Dirección de Desarrollo y Producción de Pemex. Entraron en vigencia en enero del 2016 y terminaron apenas el 31 de diciembre del 2020. Sin embargo, estas adjudicaciones fueron los siguientes problemas para la empresa. 

Los contratos eran para el “mantenimiento a las instalaciones de costa fuera de la región marina y para la rehabilitación, interconexiones y montajes de equipos en instalaciones marinas en el Golfo de México”. Llamaron la atención de la ASF de nuevo (DE-164, 403-DE y 458-DE) y evidenciaron sobrecostos en los servicios de la empresa, contratos por adjudicación directa injustificados y presuntos daños al erario.

Salvados por la filial

A partir de 2016, Cotemar comenzó a operar a través de su filial Lifting de México, que, según documentos a los que tuvo acceso Cuestione, fue creada en 2010 bajo el nombre Servicios de extracción petrolera Lifting de México, con Cotemar como su socio mayoritario.

Esta filial no se usaba para participar en las licitaciones de mantenimiento sino para explotar pozos petroleros. 

En 2016, Lifting de México obtuvo una licencia para explotar los pozos de Cuichapa Poniente en Veracruz, misma que se actualizó en marzo de 2020 cuando la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) les permitió también aprovechar el pozo Paso de Oro2DEL, ubicado también en Veracruz y del que se pretende extraer 25 millones de barriles de petróleo en total. 

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Administración de López Obrador 

Durante la administración actual, Cotemar todavía tiene contratos vigentes y simplemente no ha cumplido. 

La auditoría correspondiente al ejercicio fiscal de 2019 (462-DE), detectó que Pemex pagó 178 millones de más a Cotemar por “mantenimiento, adecuación de infraestructura, instalación de estructuras, rehabilitación, interconexión y montaje de equipos en instalaciones marinas”, entre ellas Abkatún-Alfa.

La auditoría presentó un total de 11 observaciones de las cuales ocho generaron cinco Recomendaciones, cinco Promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria y cuatro Pliegos de Observaciones, mismos que no han sido sancionados por las autoridades correspondientes, en este caso la Secretaría de la Función Pública. 

Curiosamente son los mismos contratos auditados en 2016 los que están presentando fallas de nueva cuenta. Una de las observaciones más importantes es que realmente no tenía por qué ganar las licitaciones. “Deficiente adjudicación de los contratos, ya que no se acreditó, ni justificó que la contratista a la que se adjudicaron tuviera una ventaja competitiva importante, cuantificable y justificable sobre cualesquiera otras”.

Aún con las licitaciones otorgadas indebidamente, la empresa recurrió a sobreprecios. “Pagos indebidos por un monto de 113,814,500 pesos en las partidas de herramienta menor y los equipos de seguridad necesarios para el personal, en virtud de que las partidas se consideraron dentro de los materiales e insumos que el contratista proporciona sin cargo adicional para PEP”.

Desde el incidente en 2011 Cotemar suma al menos 15 observaciones de la ASF por deficiencias en servicios de la Sonda de Campeche. La mayor parte de las deficiencias se han identificado en las plataformas donde se alojan hasta 500 trabajadores petroleros. 

Pese a todas estas anomalías y a las recomendaciones de la ASF para investigar y sancionar a la compañía petrolera, en el portal de proveedores y contratistas sancionados de la SFP, Cotemar no aparece en la lista de las empresas inhabilitadas y/o multadas. ¿Solo se elimina la corrupción cuando no tiene que ver con actividades petroleras? ¿Por qué el gobierno federal no sanciona a Cotemar?

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