Cuando los cadáveres resuelven sus asesinatos

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Gracias a la autopsia psicológica se resuelven los asesinatos

Nunca sabes si la última foto que subiste a Instagram, el post que hiciste en Facebook o el mensaje que enviaste a WhatsApp a tu mejor amigo o amiga va a servir para que, analistas forenses, armen las últimas escenas de tu vida.

Como si se tratara de una serie criminal de Netflix o una película de suspenso,  forenses especializados en autopsias psicológicas se dedican a investigar las causas de muerte de una persona, cuando va más allá de circunstancias naturalesPor ejemplo: un suicidio dudoso o un homicidio.

Pista por pista, van armando perfiles psicológicos, tanto de la persona que murió como de probables homicidas. Mientras que la medicina forense examina las causas físicas de la muerte (heridas, posición del cadáver u otras), los recursos  en las autopsias psicológicas son otros: fotografías, objetos personales, ropa, cartas o conversaciones con las personas cercanas para saber por qué murió.

La autopsia psicológica es una herramienta que se utiliza en el ámbito forense para investigar circunstancias poco claras de la muerte de una persona, es un estudio retrospectivo que ayuda a tener huellas para reconstruir historias de vida, explica a Cuestione, Cristina Pérez Agüero, experta en psicología forense de la Facultad de Psicología de la UNAM.

En México, relata Pérez Agüero, la autopsia psicológica ha sido utilizada en los últimos años para indagar homicidios, feminicidios o muertes que no son claras.

Para saber más: Fallas en el sistema de protección a activistas y periodistas permiten cinco asesinatos

¿Cómo nace la autopsia psicológica?

Esta técnica nació en Estados Unidos, pero fue la psiquiatra Teresa García Pérez, en el Instituto de Salud Pública de La Habana, quien profesionalizó la rama y ha entrenado a varios de los y las expertas latinoamericanas en la materia.

La técnica de la psiquiatra García Pérez, mejor conocida como Teresita, que fue replicada en toda Latinoamérica, lleva a los expertos y expertas al lugar de los hechos, como si fueran peritos, para analizar el ambiente o lugar, sus objetos personales, la música que escuchaba y hasta los hábitos que tenía para armar el rompecabezas de su vida.

Contra los asesinatos en serie

“En la Ciudad de México, la manifestación de delitos seriales está alcanzando índices significativos que requieren de una investigación minuciosa para su atención y prevención. Los casos más conocidos recientemente son los de la “Mataviejitas” y el del “Descuartizador caníbal”, casos que han conmocionado a la sociedad y que alertan a los investigadores criminales sobre los alcances de la violencia a los que se puede llegar”, advierte Rocío Estela López Orozco, perito especializada en la técnica de autopsia psicológica del Instituto de Ciencias Forenses, al que Cuestione tuvo acceso.

Un caso: José Luis Calva Zepeda aspiraba a ser poeta. En 2007, finalmente fue famoso, aunque no por sus poemas. La prensa del país lo llamó El Poeta Caníbal, por haber asesinado y canibalizado a tres mujeres.

La investigación inicia cuando aparece la primera víctima en el entonces Distrito Federal, el 10 de diciembre del 2006. “Al hacer una revisión para detectar si había algún antecedente previo de casos similares, se nos informó de un caso en el Estado de México ocurrido unos meses antes, por lo que se solicitó información a las autoridades correspondientes para poder buscar coincidencias entre ambas víctimas”, expone López Orozco.

Las autoridades contactaron a los familiares de la víctima, quienes proporcionaron más información, con la cual, sumada a la autopsia psicológica, se obtuvo un perfil del asesino: hombre, preparado académicamente, manipulador, conflictos con la figura femenina (por lo que deseaba demostrar poder a través del sometimiento), de más edad que las víctimas y con empleo de bajo perfil que le permitía movilidad y pasar desapercibido.

“Al ser identificadas las víctimas, los familiares mencionaron al novio de las chicas, el cual era poeta y dramaturgo, de unos 40 años aproximadamente que, de acuerdo con las familias, era una persona extraña y que abusaba económicamente de sus hijas, por lo que no estaban de acuerdo con la relación, pues adicionalmente eran mujeres jóvenes entre 18 y 28 años, existiendo una diferencia de edad importante, elementos que coincidían perfectamente con el perfil diseñado sobre el agresor”, expone el informe de la perito.

Gracias a la autopsia psicológica, se dio con Zepeda y una víctima más. El Poeta Caníbal fue a prisión, pero nunca obtuvo sentencia, pues se suicidó dos meses después de haber sido encarcelado.

El equipo forense pueden tardar meses en recolectar las evidencias. Cristina Pérez Agüero asegura que la respuesta final que dan los expertos y expertas en autopsias psicológicas, es solo una herramienta dentro de una investigación criminal y que para resolver un crimen se requiere de un esfuerzo interdisciplinario.

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