Estos son los desafíos que enfrentan las madres trabajadoras en México

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Valentina tenía 32 años y amamantaba a su segundo hijo recién nacido el día que acudió a la última entrevista de  trabajo para ingresar a la administración pública en el entonces gobierno de Enrique Peña Nieto. 

Era la última entrevista y ese mismo día se definiría su futuro laboral. 

La mamá profesionista estaba entusiasmada. Comunicóloga de profesión, había pasado un primer examen de redacción, un segundo de conocimientos generales sobre historia de México e incluso las pruebas del polígrafo que detectaba mentiras.

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Pero al entrar a la oficina, Valentina notó que el reclutador había descubierto su maternidad a través de su blusa manchada con leche materna. 

“Lamento decirle que el trabajo no es tuyo. Sinceramente preferimos darle la oportunidad a un hombre joven y sin hijos aunque usted tenga más experiencia que él porque las mamás piden muchos permisos”, dijo tajante el cincuentón mientras acompañaba a Valentina a la puerta de salida. 

Valentina creyó esa tarde que su vida profesional había terminado con la maternidad. Una licenciatura terminada, dos maestrías, tres títulos profesionales, doce años de estudios y una frustración mayúscula por no lograr ser la mamá profesionista que imaginó. 

“¡Es que no puedes decir que eres mamá!, ¡Eso no lo digas en ninguna entrevista! Suena feo pero es la neta, así es y así funciona”, le reclamó a Valentina la amiga que la había recomendado para esa vacante.

Tres años más tarde Valentina entró a trabajar en Bansefi, hoy conocido como el Banco del Bienestar, también en la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto. Estaba contenta, recuperaría su independencia económica. 

Su jefa nueva parecía simpática hasta que una mañana la citó en su oficina para contarle una anécdota personal donde había dejado a su hija de siete años ardiendo en fiebre de 40 grados en casa, con la cerradura a doble llave y un celular para estarla monitoreando a la distancia “porque en el banco no se podía faltar a trabajar nunca, ni por un hijo enfermo”. 

Valentina aprendió entre accidentes maternales y advertencias disfrazadas de anécdotas lo difícil de encontrar la integración entre la vida familiar y la profesional. “No importa cuántos títulos profesionales tenga, si soy mamá y quiero trabajar, debo resignarme a aceptar trabajos de medio tiempo donde gano menos de la mitad de lo que ganaba en un trabajo de tiempo completo cuando no tenía hijos porque tampoco podría tomar un trabajo de tiempo completo”, cuenta Valentina a Cuestione

Mamás trabajadoras, la otra brecha salarial

A nivel mundial las mujeres ganan entre 27.1%, 25.3% y 24.9% menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, subraya el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). Pero la brecha salarial golpea en particular a las madres trabajadoras y profesionistas como Valentina, porque ganan menos frente a las mujeres que no tienen hijos. 

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Las mamás trabajadoras “tienden a enfrentar peores condiciones laborales que las mujeres sin hijos”, subraya el IMCO.

Alrededor de 58% de las madres que trabajan lo hacen en la informalidad en comparación con el 50% de las mujeres sin hijos, según explica el artículo Madres en el mercado laboral, publicado por el IMCO el 09 de mayo. Esto implica, explica la institución, que más de la mitad de las mamás trabajadoras en México tienen un acceso limitado a seguridad social, enfrentan incertidumbre jurídica y perciben menores ingresos

Paradójicamente, hubo una mamá profesionista mexicana que ganó más dinero trabajando y siendo mamá al mismo tiempo que cuando no tenía hijos. Su nombre es Regina Cabal Urquiza, comunicóloga de profesión y mamá de dos niñas.

Regina trabajaba como consultora en innovación cuando se embarazó de su primera hija y una tarde, le encargaron un proyecto que entre otras cosas, debía proponer unas proyecciones económicas que ella no sabía hacer. Recordó que una buena amiga estaba en licencia de maternidad y le pidió ayuda para resolver la parte económica del proyecto. 

Una semana después, Regina salió “con el cliente en hombros” y entregó ese proyecto en óptimas condiciones. Se dio cuenta del tamaño de la sororidad y lo que podía lograr con el apoyo de otras mujeres. “Sí podemos hacer las dos cosas: ser mamás y profesionistas” se dijo así misma emocionada, y lo recuerda en voz alta Regina en entrevista para Cuestione

Fue así como nació Momlancers o mamás independientes en español. Una organización fundada por Regina en el año 2018 que conecta a mamás profesionistas con proyectos que pueden realizar desde casa, con pagos justos y en empresas reconocidas. 

El emprendimiento de Regina que le dice no a la disyuntiva de elegir entre maternidad o tener empleo, fue considerado en el 2021 como una de las 30 promesas de emprendimiento en México por la revista Forbes

Maternidad y empleo sí es posible

En promedio, las madres mexicanas que laboran en la informalidad ganan 3,202 pesos al mes, contra 6,267 pesos mensuales que perciben aquellas que están en la formalidad, informa el IMCO

De igual forma, el ingreso promedio mensual de las mujeres que son madres disminuye conforme aumenta el número de hijas o hijos. Las madres que tienen 5 hijos o más perciben un ingreso promedio mensual de 3,793 pesos, lo que equivale a casi la mitad del ingreso mensual de una mujer sin hijos, que asciende a 7,508 pesos al mes, según registra el IMCO.

Pero Momlancers tiene otra visión donde las mamás profesionistas se organizan para enfrentar el hostil mercado laboral mexicano.

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A cinco años de nacer la organización ha registrado 7,500 mamás profesionistas que buscan una oportunidad en el mercado laboral. Se han concluido más de 300 proyectos para el sector privado y alrededor de 100 empresas han quedado satisfechas con el trabajo de las mamás, detalla Regina. 

Alberto Padilla de la empresa Briqmx cuenta que lo que más le gustó de tener mamás profesionistas trabajando en proyectos para su compañía “fue tener la posibilidad de encontrar candidatas con mucho talento para un segmento que a veces no tienen las oportunidades que se merecen”. 

Por su parte, Juan Pablo Robles de la compañía Enlight dice que El ADN de Momlancers es “genial porque son súper mujeres trabajadoras que hacen todo para ser profesionales y mamás al mismo tiempo”.

Además de conectar a madres trabajadoras con empresas, en la página web de Momlancers se puede conocer el promedio de cuánto podría ganar una mamá profesionista por proyectos. Por ejemplo, por gestión y desarrollo de redes sociales, podrían pagar desde 12,000 pesos al mes; por creación o modificación de planes financieros para proyectos o empresas, desde 25,000, y por desarrollo de aplicaciones móviles nativas para el sistema operativo del dispositivo iOS o Android, hasta 120,000. 

Regina Urquiza dice que todavía falta mucho para que las empresas mexicanas se sensibilicen e incluyan más mamás profesionistas en sus áreas de trabajo aunque cada vez son más las empresas que se acercan con Momlancers para ofrecer vacantes a las mamás registradas. 

Incluso, cuenta Urquiza, muchos empresarios no saben cómo tratar a las mamás que tienen en su compañía. A veces le preguntan si invitan o no a las mamás a un evento corporativo en la noche porque asumen que no pueden”.

Para Regina, las mamás son excelentes conectoras, pacificadoras, negociadoras, innovadoras, creativas. Excelentes para gestión de crisis, manejo de proyectos, administración, resolución de problemas pero sobre todo “puedes estar seguro que una madre jamás se dará por vencida”, puntualiza. 

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