Las madres buscadoras no celebran el 10 de mayo: exigen respuestas sobre el destino de sus hijos e hijas desaparecidas

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El 11 de mayo de 2009  Victor Adrián Rodríguez Moreno fue desaparecido en el municipio de Francisco I. Madero en Coahuila. 14 años después su madre, Adriana Moreno, no celebró el Día de las Madres yendo a comer en familia como lo hacen muchas otras madres mexicanas. Adriana salió a la calle de la mano de muchos familiares de personas desaparecidas a exigir respuestas y justicia

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Buscándolos nos encontramos”, explicó Adriana en un conversatorio del pasado 9 de mayo en la Fundación Elena Poniatowska. En la búsqueda de sus familiares, miles de mujeres se han conocido, unido y acompañado en la lucha por la verdad y justicia. 

10 de mayo, un día de lucha

El Día de las Madres es para miles de mujeres mexicanas un día de dolor y protesta por sus hijos desaparecidos. 

A las 10 de la mañana salió del Monumento a la Madre la Marcha de la Dignidad Nacional, Verdad y Justicia para las Víctimas de Desaparición Forzada rumbo al Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.

Esta es la doceava edición de esta manifestación que reúne a familiares y amigos de personas desaparecidas para exigir al Estado respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. 

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El 10 de mayo no es fiesta, es de lucha y de protesta” gritaban por la calle cientos de madres de personas desaparecidas en la avenida Reforma de la Ciudad de México mientras cargaban lonas y playeras con las caras de sus hijos, y cubrebocas con la frase “¿Dónde están?”

Pero no solo eran madres, también había hermanas, hijas, padres, amigos y otros familiares de personas desaparecidas quienes se encontraban en la marcha.

Hace un año la Glorieta de la Palma en Paseo de la Reforma fue tomada y renombrada como la Glorieta de las y los Desaparecidos, hoy las vallas verdes que la rodean están tapizadas con imágenes de personas desaparecidas.

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Julio Fernández Abarca tenía 61 años cuando desapareció en Chalco Estado de México el 16 de abril de 2020. Ahora su hermana marcha con la esperanza de que su madre pueda volver a ver a su hijo. 

Los riesgos que corren las Madres Buscadoras

La desaparición de un familiar no solo es un evento doloroso, también puede ser algo muy peligroso para quienes le buscan. 

El pasado 2 de mayo, en el municipio de San Miguel Octopan, Guanajuato asesinaron a Teresa Magueyal, madre buscadora y miembro del colectivo Una Promesa Por Cumplir. Hombres armados le dispararon mientras montaba su bicicleta en plena luz del día y cerca de una escuela. 

Teresa buscaba a su hijo José Luis Apaseo quien lleva desaparecido desde el 6 de abril de 2020.

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Pero Teresa no es la única madre buscadora que ha perdido la vida en la lucha. En lo que va del sexenio actual siete mujeres han sido asesinadas buscando a sus familiares. Por años ya las madres de desaparecidos han sido el blanco de las mismas bandas criminales que desaparecen a sus hijos. 

Migrantes desaparecidos

En el conversatorio organizado por la Fundación Elena Poniatowska también se encontraba Blanca Areli Gómez, madre y hermana de dos migrantes desaparecidos originarios de El Salvador. 

La integrante del Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador destacó la impunidad e indiferencia de las autoridades mexicanas a la que se ha enfrentado en la búsqueda de su hijo Roberto Meldar -desaparecido en abril de 2010- y su hermano quien fue desaparecido en 2013. 

La cifra de migrantes desaparecidos en México es desconocida ya que, como te contamos en esta nota, es muy difícil para las familias hacer una búsqueda desde el extranjero y venir es muchas veces imposible.  

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Según organizaciones de la sociedad civil este número va en aumento debido a que cada vez más los grupos criminales secuestran y explotan a esta población. Se cree que entre 2020 y 2021 la cifra de migrantes desaparecidos se triplicó. 

¡Hijo, escucha, tu madre está en la lucha!

Adriana Moreno explicó que la desaparición de un familiar es tan solo el primer golpe que reciben las familias, después viene la indiferencia de las autoridades, la burocracia que impide a las familias recuperar los cuerpos que han sido encontrados, y finalmente el sufrimiento que se vive todos los días de no saber qué ha sido de sus seres queridos. 

El 10 de mayo no significa lo mismo para todas las madres. En México son miles las madres que pasan este día preguntándose dónde y cómo están sus hijos.

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