Hay señales de una crisis educativa en México causada por la pandemia de COVID-19 en todos los niveles educativos. Autoridades escolares entrevistadas por Cuestione reportan que en primaria se ha identificado un rezago de hasta tres años en los conocimientos que deberían tener alumnos y alumnas, mientras que en nivel superior se ha detectado deficiencias de hasta dos años en materias como matemáticas.
Aun antes de la pandemia de COVID-19, el mundo entero experimentaba una crisis en la educación. De acuerdo con datos el Banco Mundial, 258 millones de menores de los niveles primaria y secundaria no iban a la escuela y muchos de los que estaban en las aulas aprendían muy poco, pues el 53% de todos los estudiantes de 10 años de edad en países de ingresos bajos y medios era incapaz de leer y comprender un texto simple.
Con la pandemia, a nivel primaria, se han identificado rezagos en los conocimientos de hasta tres años: “Están con un rezago muy, muy fuerte. Estamos hablando que por ejemplo, sexto año está a nivel de tercero”, dijo a Cuestione Isela Delgado, subdirectora de la primaria Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, en Ciudad de México.
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Este rezago se mide a través de los aprendizajes esperados para cada nivel educativo. Además, en el alumnado de primer año de primaria se está identificando que la mayoría no cursó el kínder. Delgado explica que el kinder parece muy simple, pero está recibiendo en primaria a infancias que carecen de control de esfínteres, no cuentan con coordinación motriz, ni ubicación espacial.
“Son alumnos que se salen del salón, querían ir al baño y se salían; no ubican arriba, abajo, ni la izquierda ni la derecha, no tienen control sobre sus manos”. La subdirectora comenta que algunos alumnos saben leer, pero eso no sirve pues carecer de otras habilidades impacta en su capacidad de adquirir otros conocimientos: “A nosotros nos interesa su maduración; además un alumno que sabe leer tiene procesos adelantados que hacen que pierda interés en la clase”.
En juntas de Consejo Técnico con autoridades de otros niveles educativos, que se realizan el último viernes de cada mes, la historia se repitió: el personal docente reportaba que el alumnado que ingresaba a secundaria tenía nivel de cuarto y el que entraba a preparatoria tenía nivel de primero de secundaria.
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De acuerdo con Delgado, el problema no estuvo en el gobierno, sino en madres y padres de familia, pues se ha encontrado con casos de familias que se negaron a conectar a los menores a las clases en línea. “Una mamá me dijo que no iba a tener su tele prendida todo el día”.
La educación no se ha evaluado en dos años
Datos previos a la pandemia ya indicaban que en México hay un rezago en la educación. La prueba PLANEA de 2019, la última que se aplicó en el país, indica que 51% del alumnado de sexto de primaria ese año, tenía deficiencias altas o muy altas en comprensión lectora y habilidades matemáticas. Sólo 21.8% de quienes hicieron la prueba PLANEA, tenían deficiencias medias, mientras que el 26.3% tenía deficiencias bajas o muy bajas.
PLANEA es una muestra censal que era aplicada por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) desde 2015, en sustitución de ENLACE, que era aplicada por la SEP. Sin embargo, el INEE desapareció en mayo de 2019, cuando entró en vigor la reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador. La prueba se suspendió en 2020 hasta nuevo aviso y actualmente está anunciada una ruta para aplicar la prueba en 2022, aunque no hay fecha para la aplicación.
También hay rezagos en las universidades
En el caso de la educación universitaria en México aún no hay datos que permitan cuantificar la magnitud del problema. Sin embargo, en diciembre pasado, durante el Congreso Internacional de Innovación Educativa, el rector del Tec de Monterrey, David Garza, comentó que el rezago educativo a causa de la pandemia será de alrededor de dos años.
“Notamos en los alumnos de nuevo ingreso, comparados con generaciones anteriores, algunos aspectos de deficiencia. Por ejemplo, en matemáticas −comparativamente con años previos−, en algunos scores venían un poco más bajos”, dijo.
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Para el ciclo escolar 2019-2020, 1,409,386 alumnos ingresaron a la universidad, pero para el siguiente periodo sólo hubo 1,291,677 estudiantes de nuevo ingreso, es decir 117,709 menos, de acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
¿Qué impacto tendrá en la educación este rezago? Si bien no hay cálculos exactos, el Banco Mundial estima que la generación actual de estudiantes universitarios perderá 17 billones de dólares (alrededor de 340 billones de pesos) del total de ingresos en toda su vida. Esta cifra es equivalente al 14% del PIB mundial.
¿Hay algún plan de gobierno capaz de revertir estas afectaciones? Hasta el momento, la SEP no ha anunciado un plan para hacer frente al rezago educativo y la orden que se dio desde esa secretaría fue no reprobar a ningún alumno. La calificación mínima a obtener es de 6, que se obtiene con sólo conectarse. “Un niño que siempre se conectó, saca 9 o 10, aunque nunca haya participado y esa fue la orden”, detalla la subdirectora Delgado. Incluso plantea que lo más óptimo debió ser dejar ir el ciclo escolar.
