El giro de Ana Guevara: de exigir apoyo al recorte para deportistas

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Acusa “berrinche” de atletas tras recorte

Cuando se retiró de las pistas en 2008, Ana Gabriela Guevara, la atleta más exitosa en la historia de México, se comprometió a luchar por el deporte en todas sus manifestaciones.

Eso implicaba desde el sector amateur hasta el de alto rendimiento.

La sonorense había experimentado en carne propia el poco apoyo que reciben las jóvenes promesas, las trabas burocráticas del gobierno y la falta de confianza de la iniciativa privada.

Actualmente está al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y parece que su visión ha cambiado. Esto, debido al recorte de presupuesto y la política de austeridad de la llamada “Cuarta Transformación”.

A sus aliados del pasado, que prometía defender, hoy los llama “berrinchudos”, porque exigen mantener el pago de becas y estímulos. Guevara dejó en claro que los apoyos estarán condicionados a resultados para evitar “aviadores” o que sean entregados a criterio personal.

Una primera acción que ha emprendido es “rasurar” el padrón de becas de la Conade, que actualmente ronda las 1,169 personas beneficiarias, de acuerdo con la titular del organismo en entrevista para ESPN. Y la limpia va más a fondo.

La política de la tijera

Ana Gabriela reveló que mensualmente la Comisión a su cargo pagaba en promedio 7 millones de pesos por el programa de becas, las cuales iban, en su gran mayoría, desde 5 mil a 30 mil pesos. Entonces se realizó una investigación para eliminar los excesos.

El resultado fueron 120 casos sin sustento técnico y expedientes incompletos, “lo cual quiere decir que teníamos atletas aviadores”, dijo Guevara en entrevista con el diario Marca el pasado 6 de junio.

De los 120, se estudia dar de baja entre 20 y 30 nombres por distintas inconsistencias y falta de logros deportivos. Lo anterior implicaría un ahorro, afirmó, de 3 millones de pesos mensuales para el organismo.

“No fueron tantas bajas, lo que disparaba la nómina eran los montos. Había muchos de 5, 10, 12, 14 y hasta 30 mil pesos y esto, mes con mes y anualmente, acumulaba una cantidad muy grande”, dijo Guevara ESPN.

De extremo a extremo. El monto más bajo de una beca oscila entre mil 500 y mil 800 pesos para quienes participan en las Olimpiadas Juveniles, según el lugar que ocupen y la categoría. En tanto que quienes han obtenido una medalla olímpica reciben entre 50 y 60 mil pesos al mes, de acuerdo con el color del metal obtenido, detalló la exatleta en dicha entrevista.

De manera oficial, la Conade informó a través de un comunicado que dicha reestructura se realiza en dos fases: “en la primera, se determinó estandarizar los rubros de los diferentes tipos de becas que se operaban hasta el año 2018 sin un soporte técnico y donde existían becas por perspectiva cuya asignación tenía un alto nivel de subjetividad”. 

Por lo anterior, se estableció un monto base para deportistas en activo en el padrón, el cual se mantendrá hasta la implementación de la segunda fase de la reestructuración, “la cual será hasta después de los Juegos Panamericanos” de Lima, Perú, el 12 de agosto.

La reducción de quienes tendrán una beca y el monto de los estímulos se explica también por los problemas de presupuesto de la Conade, que en 2019 fue de mil 730 millones de pesos. Aunque en el periodo enero-abril sólo ejerció 322 millones de los 590 que debía gastar, según un reporte de la Secretaría de Hacienda.

“Menos que ninis”

Al margen de las razones de la titular de la Comisión, los recortes y demoras en la entrega de apoyos cayó mal en el ánimo de deportistas. Uno de los casos más sonados fue el de Nabor Castillo, integrante del equipo nacional de yudoquien se quejó con amargura por el descuento de su beca, que pasó de 5 mil a 2 mil pesos mensuales, menos “de lo que recibe un nini”.

La senadora con licencia y exdiputada no dejó pasar la queja y respondió a Castillo que su último resultado destacado fue un segundo lugar en un Abierto Panamericano en marzo de 2018. Después, sus marcas fueron en descenso y no lo hacían acreedor a la beca, pero la conservó. “Así lo estipula la norma, no es un criterio personal”.

De igual forma, la clavadista de altura, Adriana Jiménez, evidenció en sus redes sociales el retraso en la entrega de estímulos y viáticos, una situación apremiante al estar fuera del país como parte de la preparación para futuras competencias.

La respuesta que recibió fue contundente: se acabó el apoyo de la Conade.

“Efectivamente (Adriana), ha tenido grandes resultados, pero (los clavados de altura) no son un deporte olímpico; es un deporte profesional de la Federación Internacional de Natación (FINA), y nosotros no podemos pagar a profesionales”, mencionó Ana Gabriela en entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola.

La medida también afectó al triatleta Edson Gómez, el clavadista Sergio Guzmán, la esgrimista Alely Hernández y Cristopher Tronco, integrante del equipo nacional de natación en deporte adaptado.

La transformación de una atleta

En 2003, en el apogeo de su carrera deportiva que la llevó a ser campeona mundial en Francia en los 400 metros planos y un año después medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas, Ana Guevara reclamaba a la clase política y empresaria que pidieran a deportistas “productos terminados”, siendo tan mezquinos a la hora de brindar ayuda.

“Uno piensa que todo será más fácil al creer que ya viví lo más difícil del deporte y no voy a encontrarme a la Federación (de atletismo), a la Conade y al Comité Olímpico Mexicano, y que por fin ya no habrá tanta burocracia en papeleo, pero justo cuando piensas que será más accesible con las empresas, te puedes estrellar, porque te hacen lo mismo”, reprochó en septiembre de 2003 en el Club de Industriales, donde se le rindió un homenaje por su gesta en París.

Desde su nueva trinchera… comprueba que el poder cambia nuestra forma de ver las cosas.

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