La Guardia Nacional (GN) va a la sierra poblana cuando hay robos en las escuelas, a Guanajuato cuando incrementa la violencia y hay narcobloqueos, a la frontera sur del país cuando migrantes centroamericanos intentan cruzarla, a los ductos de petróleo y carreteras para evitar el huachicol y hasta a los hospitales COVID-19 para vigilarlos. Está por todas partes.
Si bien el despliegue de sus más de 81,722 elementos en el país tendría que obedecer a la violencia que hay en las distintas entidades del país, en la realidad, no es así. No existe ningún criterio oficial para entender su estrategia de seguridad, ni siquiera en el Programa Sectorial de Seguridad y Protección Ciudadana 2020-2024, el eje rector del combate de la inseguridad del país, de acuerdo con los especialistas consultados por Cuestione.
La GN, que entre sus filas tiene a policías militares, navales y elementos de la extinta Policía Federal, se creó el 27 de mayo de 2019, como el principal cuerpo de seguridad nacional para hacer frente a la inseguridad e intentar “pacificar al país”, como había prometido el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A 17 meses de su creación, analizamos si la presencia de la GN en las entidades federativas ha reducido los homicidios y a qué se debe que Baja California Sur, por ejemplo, sea el estado donde hay más militares (60.4) por cada 100,000 habitantes.
Esto, mientras que en Baja California, la entidad con más homicidios dolosos en el país y punto de cruce del narcotráfico hacia Estados Unidos y de tráfico de armas en sentido contrario, su presencia es de 49 elementos por cada 100,000 habitantes.
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Falta de estrategia aumenta espiral de violencia
“Los elementos de la Guardia Nacional se mueven como piezas de ajedrez, pasa algo en Guerrero y se envían las fuerzas allá. Hoy están en Guanajuato y mañana estarán en Tabasco, pero en ese momento dejan desatendidas otras zonas del país que después van a requerir que el despliegue vaya hacia allá”, nos explica Víctor Manuel Sánchez, especialista en seguridad pública e investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC).
Esta falta de estrategia a largo plazo abona a que la espiral de la violencia continúe, pues “atender la crisis del momento, impide anticipar de forma adecuada las crisis futuras, es decir, se descuida la parte preventiva”, dice el experto en seguridad.
“Preocupa que no haya una estrategia clara por parte de la principal corporación, que busca reducir la violencia en el país. Su combate no lo vemos reflejado en la realidad, y al multiplicar sus tareas, lo que vamos a ver es un desgaste en sus funciones, lo cual no va a resolver el problema de seguridad en el país”, coincide también Raul Rosales Ochoa, investigador de la organización Causa en Común.
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¿Cómo es la presencia de la Guardia Nacional por entidades?
La lógica de despliegue en el país tendría que ser, primero, por población. Es decir, a mayor número de habitantes en una entidad, le corresponde mayor número de elementos de fuerzas armadas. La segunda tiene que ver con el incremento de violencia: si aumentan los homicidios, tendrá que reforzarse la seguridad, nos explica Víctor Sánchez.
Sin embargo, esta fórmula no se aplica. Así, vemos que el Estado de México, la entidad con la mayor población (con más de 17 millones de habitantes), tiene 62 elementos de la Guardia Nacional por cada 100,000 habitantes, lo que la coloca en el número 17 en la lista de las 32 entidades, donde el número uno es el estado con mayor número de militares (Baja California Sur).
Para la segunda opción de lógica para desplegar a los elementos, la de a más violencia mayor presencia, tampoco se cumple. Baja California, la entidad con la tasa de asesinatos más alta en el país, con 60.4 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes (hasta septiembre de 2020), tiene 49 elementos de la Guardia Nacional por cada 100,000 habitantes, lo cual la coloca en el número 28 de las 32 entidades.
Aunque hay casos, como Guanajuato, en el que el despliegue de este cuerpo militar sí está relacionado con la presencia de elementos en ese estado, pues presenta 55.4 homicidios por cada 100,000 habitantes y ocupa el lugar número dos de las 10 principales entidades con mayor número de elementos de la GN, con 119 por cada 100,000 habitantes.
El mismo modelo de despliegue se repite a nivel local, pues sólo en 11% de los municipios a nivel nacional la presencia de la Guardia Nacional es permanente, como documentó México Evalúa recientemente.
La voluntad política, la otra variable que pesa
El despliegue de la Guardia Nacional también obedece a un tercer factor: la voluntad política. En algunas ocasiones, el gobierno federal o los gobernadores estatales solicitan mayor presencia de los cuerpos militares por razones políticas, nos explican los especialistas.
Este criterio podría explicar porque en Chiapas, por ejemplo, con menores índices delictivos, hay un despliegue de 61 elementos por cada 100,000 habitantes, lo cual responde a circunstancias políticas, específicamente, a las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump hacia México por contener la migración ilegal desde Centroamérica, de acuerdo con la organización Causa en Común.
Otro ejemplo es Chihuahua, la tercera entidad con la tasa de asesinatos más alta en el país (56.3 homicidios) y con apenas 52 elementos de la GN por cada 100,000 habitantes. Ese estado está gobernado por el panista Javier Corral, un detractor permanente del gobierno federal, líder de la Alianza Federalista de gobernadores que se han opuesto a la administración de López Obrador.
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En narcomenudeo tampoco coincide el despliegue
Otra de las tareas de la Guardia Nacional es realizar operativos para frenar el narcomenudeo por todo el país. Hasta septiembre de este año, Coahuila es una la entidad con más carpetas de investigación (240) por cada 100,000 habitantes por este delito en todo el país, con 7,640 casos registrados, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Pero en Coahuila el despliegue de la Guardia Nacional también es bajo, pues sólo hay 48 elementos por cada 100,000 habitantes.
Baja California no sólo es la entidad con mayor tasa de homicidios a nivel nacional, también ocupa el tercer lugar con mayor número de carpetas de investigación por narcomenudeo y sólo cuenta con 49 elementos de la GN por cada 100,000 habitantes.
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¿Hacia dónde tendría que ir la estrategia de la Guardia Nacional?
La realidad es que esta estrategia no es distinta a la que se tenía en sexenios anteriores, como con Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, pues el despliegue de los cuerpos de las fuerzas armadas responde a las coyunturas de crisis y no hay un plan que busque generar confianza en los territorios y conocimiento de los mismos, nos dice el especialista Víctor Sánchez.
“Lo ideal sería dividir al país en regiones operativas, con unidades permanentes que generen confianza con los habitantes para reforzar sus tareas”, dice el experto.
La otra es que no es bueno que la Guardia Nacional asuma todas las tareas de seguridad pública, pues la estrategia que se debe de seguir es aumentar la capacitación también de las policías estatales para que entre ambas fuerzas de seguridad contengan la violencia, coincide Raúl Ochoa, de Causa en Común.
Ante el fracaso del combate de la Guardia Nacional en su primer año de operación, el presidente López Obrador prometió que para 2021 habrá 266 coordinaciones territoriales con un despliegue de más de 150,000 elementos (casi el doble de los que hay actualmente), que “estarán muy cercanos a la gente para garantizar la paz y la tranquilidad en nuestro país”. Mientras eso ocurre, la violencia sigue en un pico histórico en el país.
