El misterio de la cena para rifar el avión: Presidencia no sabe quién asistió

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Un desfile de camionetas de lujo se dieron cita en Palacio Nacional la noche del 12 de febrero de 2020. En ellas iban 100 de las empresarias y empresarios más ricos de México, quienes se reunieron ahí para cenar con el presidente Andrés Manuel López Obrador.  Fue la noche en que les “pasó la charola” para que compraran boletos para la famosa rifa del “avión presidencial”.

Entre los asistentes estuvieron Carlos Slim, presidente de Grupo Carso y América Móvil; Emilio Azcárraga, presidente del Consejo de Administración de Televisa; María Aramburuzabala, dueña de Tresalia Capital; Olegario Vázquez Raña, director del Grupo Empresarial Ángeles; Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet; y Carlos Peralta, dueño de Grupo IUSA, entre otros, según supimos por las notas de prensa de ese día. Sin embargo, la lista completa de invitados e invitadas no la podremos conocer, porque, según respondió Presidencia a una solicitud de información, hecha por Cuestione: “No se localizó la información”.

Solicitud de información: 021000040920

Además de solicitar la lista de invitados y asistentes a la reunión, Cuestione también preguntó por los documentos repartidos en la reunión, a lo que respondió que tampoco cuenta con la información. Aún a pesar de que medios de comunicación divulgaron la siguiente “carta compromiso”, filtrada por los mismos invitados.

Carta compromiso.

La cena dejó 1,500 millones de pesos de “boletos” vendidos para la rifa del avión presidencial, aunque el premio no sería la nave, sino dinero en efectivo (100 premios de 20 millones cada uno).

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¿Falta de organización? No, falta de transparencia

Esta no es la primera vez que la Oficina de la Presidencia “no encuentra” la información de las actividades del presidente. En marzo pasado, Cuestione documentó que tampoco localizaron “ningún documento” de los gastos y servicios contratados para la cena que ofreció López Obrador, el 14 de enero de este año, a los gobernadores de los 32 del país.

Así como tampoco localizó el documento de no reelección que había dicho López Obrador que sí existía, ni la cartas que el presidente envió al rey de España y al Papa Francisco para solicitar disculpas por la Conquista de México. Documentos que el presidente aseguró tener en sus conferencias de prensa y, sin embargo, no existen, de acuerdo con su propia oficina de transparencia.

Recientemente, la Oficina de Presidencia también se declaró “incompetente” para explicar los documentos o las fuentes en los que se basó López Obrador, cuando aseguró que el 90% de las llamadas al 911 eran falsas. No es un tema menor, si consideramos que el mandatario hablaba de las denuncias de mujeres sobre violencia intrafamiliar. En esa ocasión dijo que la secretaria de Gobernación y la presidenta del Instituto Nacional de la Mujer le habían confirmado esos datos, pero hoy sabemos que no existen.

El gobierno tiene la “obligación de transparentar las acciones que realiza, porque con base en eso se toman decisiones para las políticas públicos y, por lo tanto, es de interés público”, explica Ricardo Alvarado, especialista en rendición de cuentas e investigador en Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). 

Y es que el acceso “a la información es un insumo fundamental para vivir en democracia y ejercer nuestro derecho a la misma. Entre más información tengamos tendremos una mejor discusión y participación democrática”, dice Alvarado.

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Lo que sí sabemos: de diseñadores gráficos a cocineros

Aquel 12 de febrero, para la organización y menú del evento, la Oficina de la Presidencia contrató a Almero Graphics, una empresa especializada en publicidad y diseño gráfico, ubicada en la alcaldía Coyoacán, la cual tiene como representante legal a Alejandro Mendoza Romero, para hacer el catering.

Almero Graphics se encargó de la alimentación, renta del mobiliario y sonido. Además de un desayuno para 350 personas el mismo 12 de febrero, de acuerdo con el contrato AD-SN-004-20. Por ambos servicios de ese mismo día, la Oficina de Presidencia pagó 184 mil pesos.

Almeros Graphics también se llevó un contrato por 2.2 mdp para la organización de la conmemoración de la Revolución Mexicana en Palacio Nacional, en 2019, de acuerdo con el contrato No. AD-SN-010-019. El servicio consistió, principalmente, en la instalación del audio y los monitores del evento.

El acceso y la transparencia para evitar la corrupción fueron una de las principales promesas de López Obrador para su gobierno, sin embargo, sus propias actividades y acuerdos políticos están lejos de ser públicos y transparentes. O, en el mejor de los casos, hay un importante desorden en el archivo de la Presidencia.

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