El regreso de los gobiernos populistas en el mundo

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Culpan al pasado de todo, polarizan a la sociedad que gobiernan, no provienen de ningún partido político, están en contra del sistema establecido y hacen promesas que no se pueden cumplir. Estas son algunas de las características de los políticos populistas que, en el siglo XXI, se han vuelto a posicionar en diferentes países del mundo.

El populismo es descrito por la Real Academia Española como la “tendencia política que pretende atraerse a las clases populares”, pero esta descripción cambia en distintos momentos de la historia.

Entre los rasgos que presentan siempre se encuentran: un Poder Ejecutivo con gran legitimación y que se autodefine “al servicio del pueblo”, respaldado por promesas que pocas veces pueden ser cumplidas.

“Son outsiders, personajes que tienen una postura antisistémica, prometen lo que no se puede cumplir, entre ellas, cuestiones que realmente a veces caen en la exageración, crean una red corporativista y en muchos casos, hacen que la sociedad se separe a través de la polarización”, explicó Adolfo Laborde, investigador de asuntos internacionales de la Universidad Anáhuac.

En entrevista con Cuestione, el experto aclaró que a pesar de que estas son las principales características de los gobiernos populistas, sobre todo en América Latina, un régimen de este tipo podría estar centrado en el pueblo con el fin de cubrir las necesidades de la gente que vota por ellos.

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“Una característica del populismo es que parte de la democracia, pero cuando los candidatos llegan al poder pretenden destruir la democracia y sus instituciones, con el fin de perpetuarse en el poder”, dijo Efrén Badillo, catedrático e investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) de la UNAM, Campus Aragón a Cuestione.

De acuerdo con el diario inglés The Guardian y su ranking de retórica populista a nivel global (Revealed: the rise and rise of populist rhetoric) los ejemplos más recientes del nuevo ascenso del populismo, en los últimos cinco años, son Donald Trump en Estados Unidos, Narendra Modi en India, Jair Bolsonaro en Brasil y Andrés Manuel López Obrador, en México.

Mientras que en Europa esta tendencia va ganando lugar en países como Suecia, Italia, Turquía, Austria, España y Polonia.

Sin embargo, para explicar el populismo se necesita un contexto político, lo que ha dado lugar a más de cinco definiciones vigentes en el mundo.

Para Federico Finchelstein, autor del libro Del fascismo al populismo en la historiase podrían distinguir el populismo clásico, en el cual clasifica el gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina; el populismo neoliberal, como el régimen de Silvio Berlusconi en Italia; el populismo neoclásico de izquierda que identifica con Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela.

El populismo neoclásico de derecha o extrema derecha cuyo discurso se encuentra en el régimen de Recep Tayyip Erdogan en Turquía y el último es el populismo moderno, que inició, por poner un orden en las fechas históricas, al culminar la Guerra Fría.

Un ejemplo es el político Juan Domingo Perón, que fue el primer gobernante de Argentina en ser elegido a través del voto y logró mantenerse en el poder durante tres períodos presidenciales. 

El fracaso del sistema de partidos

Para Adolfo Laborde, catedrático de la Universidad Anáhuac, el ascenso de los gobiernos populistas en diversos países en el mundo se debe de entender como una consecuencia del fracaso del sistema de partidos políticos en las democracias.

“Esto se debe a una falta de cumplimiento de los resultados de los gobiernos de los partidos políticos, de los políticos tradicionales, los profesionales. Al no existir un cumplimiento en el orden establecido a través del sistema, aparecen estos outsiders, es decir, que están fuera de la política”, dijo Laborde.

Agregó que ante una ineficiencia de las promesas y de la falta de cumplimiento de las campañas tradicionales, es muy fácil prometer, por lo que explotan la desilusión de los votantes a través de contrapropuestas que en su mayoría no se cumplen.

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El viejo conocido de México

La presidencia de López Obrador en México es considerada por The Guardian y el equipo de Team Populism -un cuerpo de académicos de distintas naciones que analizan el discurso de los líderes a nivel global- como el regreso del populismo al país luego de 20 años de un discurso neutral, con algunos tintes de populismo durante la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) al poder en el 2000, con Vicente Fox.

Pero México, como parte de América Latina, ya había tenido una experiencia de gobiernos populistas en el período post guerra con Lázaro Cárdenas.

Según Efrén Badillo, profesor de la FES Aragón, el ejemplo más claro de la degeneración en los gobiernos populistas en México, es la creación del “Ejido” como una forma de tenencia de la tierra durante el gobierno de Cárdenas (1934 – 1940).

“En este sistema, el campesino simplemente tenía que demostrar que trabajaba la tierra, pero sólo la trabajaba, no era el propietario en sí, ya que los terrenos eran del Estado. Con el paso del tiempo, el campesino tenía que votar por el partido que le decía el gobierno a cambio de que no le quitaran las tierras”, detalló Badillo.

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Este es el mismo caso de la clase obrera, que vio nacer las huelgas durante la presidencia de Cárdenas como un instrumento para defender los derechos de los trabajadores, sin embargo, terminaron “como un mecanismo del estado para controlar a los obreros en beneficio de los empresarios”, señaló el entrevistado.

Populismo de derecha

El ejercicio de análisis realizado por The Guardian y Team Populism examinó los discursos de 140 líderes políticos en el mundo, llegando a la conclusión de que el populismo se ha duplicado desde el 2000.

En estos discursos se han encontrado cada vez más los argumentos de élites y corrupción, pero, también de nacionalismo, racismo y extremismo.

“Esto se debe a que a la hora de buscar a los culpables de los males nacionales, lógicamente hay chivos expiatorios y factores como la migración son una causa de los malestares nacionales de los países involucrados. Como es el caso del Brexit, o como en el caso de México, donde también se ha utilizado la política migratoria con fines políticos”, dijo Adolfo Laborde.

Los cambios de gobierno en México parecían ser independientes a lo que ocurría en otras partes del mundo. Ahora, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, el país se ha convertido en un ejemplo del resurgimiento contemporáneo del populismo a nivel global.

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