Urge reforma fiscal que brinde más incentivos a pequeñas y medianas empresas

Compartir:

Para que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en México puedan despegar y contribuir mucho más en la generación de empleos y el aumento del consumo se requiere una reforma fiscal que les brinde incentivos para su crecimiento, consideraron analistas financieros.

Humberto Calzada, economista en jefe para América Latina de la página web Rankia, con sede en Valencia, España, nos explicó que el gobierno federal mantiene una política fiscal restrictiva que frena el impulso del sector económico, empresarial y en consecuencia a las medianas y pequeñas empresas,

Según datos oficiales, en México hay 4.1 millones de Pymes y su contribución es de 52% del Producto Interno Bruto, además de que generan 72% del total de empleos en el país.

“Se necesita una base tributaria más baja e incentivos como devoluciones fiscales, pero hay que analizar a profundidad una reforma fiscal que ya hace falta en el país, para ver de qué manera el gobierno también pudiera beneficiarse. Si se disminuyen impuestos, se aumenta la actividad económica y esto pudiera repercutir en mayor ingreso tributario al fisco”, abundó el especialista en mercados financieros.

Calzada nos aclaró que si le va bien al sector empresarial, si comienza a crecer la actividad económica, esto se reflejará en beneficios para las propias empresas y el gobierno federal.

Te invitamos a leer: Inversión extranjera y confianza internacional, claves para la recuperación económica de México

Apoyos focalizados

En el mismo sentido, Marco Arias, analista de Grupo Monex, nos dijo que se requiere de una reforma fiscal para que haya un mayor dinamismo en las pequeñas y medianas empresas.

“Desafortunadamente por tiempos políticos, no vemos (esa reforma) en los próximos años; por eso pensamos que se debe reenfocar la estrategia con los recursos actuales, tratar de focalizarlos mejor a las empresas de menor tamaño y tratar de diversificarlos con una ampliación de beneficios”, abundó.

Arias precisó que entre los apoyos para los pequeños negocios están los programas de créditos, los esquemas especiales para la capacitación de su personal, o el respaldo para que sus trabajadoras y trabajadores cuenten con guarderías y comedores.

Puede interesarte: Recuperación económica y el desafío de la equidad

Puras trabas

De acuerdo con la página conekta.com, las pequeñas y medianas empresas son aquellas que cuentan con un personal laboral no mayor a 250 trabajadores, un volumen de negocios moderado, y un menor acceso a recursos o herramientas en comparación con las grandes compañías o franquicias.

Las Pymes abarcan diferentes sectores y necesidades para la población, siendo las más relevantes las del sector comercio, industrias y servicios.

Según la página HubSpot -plataforma dedicada a apoyar a las empresas- en México hay más de 4.1 millones de Pymes que, de acuerdo con el INEGI, representan el 99.8% de los establecimientos económicos del país. Esto significa que de cada 1,000 empresas, solo dos son grandes compañías, mientras que 998 son pequeñas y medianas.

A pesar de su importancia, las Pymes son un sector muy vulnerable, pues enfrentan diversos problemas, como un alto índice de mortalidad empresarial, escasez de oportunidades de crecimiento, falta de opciones de financiamiento, “tramitología” administrativa y fiscal, falta de preparación empresarial y corrupción por parte del crimen organizado o agentes del Estado.

Con base en el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2021, del INEGI, el año pasado nacieron 1.2 millones de Pymes, pero cerraron 1.6 millones cerraron sus puertas de manera definitiva debido a la pandemia de la COVID-19.

A lo anterior se suma la falta de opciones para hacerse del capital necesario para salir de deudas, emprender o alcanzar el siguiente nivel empresarial. Por un lado, los bancos exigen demasiados requisitos para financiar un proyecto, mientras que las tasas de interés pueden ser demasiado elevadas para las y los emprendedores.

Por otra parte, el Estado ha creado programas de apoyo para las micro, pequeñas y medianas empresas, como el Fondo Pyme, pero solo siete de cada 100 negocios acceden a este tipo de programas estatales.

Otra limitante son los gastos y trámites burocráticos para la formalización del empleo. Y es que los servicios de alta al IMSS y los regímenes fiscales no han apoyado a las Pymes, que tienen que pagar cuotas de inscripción y tasas de impuestos demasiado elevadas a pesar de tener bajos ingresos.

Esos trámites también implican gastos adicionales, pues las pequeñas y medianas empresas deben contar con asesores financieros y fiscales para presentar sus declaraciones mensuales, y mantenerse dentro de las normativas del Estado.

Más sobre el tema: 1 de cada 5 asociaciones civiles en riesgo de desaparecer por reforma fiscal

Entorno de crisis

Tanto Humberto Calzada como Marco Arias coincidieron en que la elevada inflación y la guerra entre Rusia y Ucrania tienen una severa repercusión en las cadenas de suministro, y por tanto afectan en mayor medida a las pequeñas y medianas empresas.

“Si comenzamos a ver que la economía estadounidense entra en recesión, que venga una caída profunda, sí vamos a tener repercusiones importantes en México porque somos su principal socio comercial, y obviamente va a tener un efecto sobre el consumo porque habría menos remesas, lo que afectará sobre todo a las pequeñas y medianas empresas”, nos indicó Calzada, quien también es profesor en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la UNAM.

Por su parte, Arias nos aclaró que ante el contexto internacional de crisis las Pymes son las más vulnerables en el tema de inversión, ya que las grandes empresas pueden recurrir a coberturas del sector financiero, mientras que las pequeñas y medianas carecen de acceso a estas oportunidades.

“Hacer frente al incremento de costos en el sector Pyme es bastante complicado, hay pocas herramientas y si a ello sumamos los pocos apoyos estratégicos focalizados directamente a subgrupos de empresas, primero por tamaño y luego por sectores específicos, por ejemplo en la construcción, hace que se incremente la vulnerabilidad”, precisó el economista.

Arias nos acotó que otros de los sectores más afectados por la crisis económica internacional y la falta de apoyos son los servicios de alimentación, los restaurantes, las fondas y las de servicios profesionales. Estas últimas -apuntó- tuvieron cambios muy fuertes con las reformas a la Ley de Outsourcing, no han podido adaptarse al nuevo marco de operación y han visto pérdidas.

“Es una verdad bastante difundida que la inflación afecta más a las clases o estratos sociales más bajos de la población, lo que también sucede con las empresas más vulnerables. Habrá que esperar a que la situación internacional se normalice”, confió el especialista en temas macroeconómicos.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.