Dinero. Para cubrir tus necesidades básicas, como comer, beber agua, bañarte, vestir, calzar, para vivir o, para en muchos casos, sobrevivir. Por la falta de empleos, muchas personas han dejado de generar dinero para sus necesidades básicas.
“Paulina, te toca ir a RH (Recursos Humanos)”, le dijeron a Paulina Flores en el hotel donde trabajaba. RH era sinónimo de despido, recordó en entrevista con Cuestione.
Pau, como le dicen de cariño, dejó de generar dinero en abril, cuando la despidieron.
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Las medidas de confinamiento para intentar evitar el aumento acelerado de contagios del SARS-CoV-2 en México provocaron el despido de Pau. Cayó el turismo y con él los ingresos del hotel donde Paulina era asistente administrativa.
Aún no es suficiente
En México, la situación laboral se ha ido recuperando poco a poco. Sin embargo, aún está por debajo de los niveles reportados antes de que la pandemia llegara a nuestro país.
En febrero de 2021, se registraron 53,000,000 de personas ocupadas. Estamos hablando de 2,700,000 personas menos respecto a febrero del año pasado (entre ellas Paulina), de acuerdo con el INEGI.
Paulina ha podido sobrevivir gracias a sus ahorros y al apoyo de su familia. No obstante, Karla, una de sus ex compañeras de trabajo, “ha tenido que vender ceviche y empanadas de camarón por su colonia. Es una familia con tres hijos y no les alcanza con el salario de su esposo”, nos dijo Paulina.
La buena noticia para México
En los primeros dos meses de 2021 se crearon más de 163,000 empleos formales (con seguridad social y prestaciones laborales), según cifras del IMSS. De ellos, 115,000 corresponden a febrero.
Sin embargo, aún hace falta recuperar más de 677,000 empleos formales. Pues entre marzo y diciembre de 2020 se perdieron cerca de 840,000, reportó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
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¿Más informalidad?
Karla forma parte de la gente ocupada de manera informal, pues venderle comida a sus vecinos no le garantiza tener afiliación médica gubernamental ni ningún tipo de prestación laboral que podría otorgarle una empresa.
En México hubo más de 29,400,000 empleos informales en febrero de 2021, incluido el de Karla; 6.4% menos que en el mismo mes de 2020.
Por otro lado, la variación en empleos formales (con prestaciones laborales) fue de -3.3%. El número de empleos formales pasó de 24,400,000 en febrero de 2020, a 23,600,000 en febrero de 2021.
Aunque, si comparamos los datos de empleos formales e informales de febrero de 2021 con los del mes previo, vemos que ambos indicadores aumentaron. ¿Cuál es el escenario ideal? Que cada vez haya más empleos formales y menos informales.
La brecha salarial se ha cerrado un poco
Pareciera una buena noticia enterarse de que la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha cerrado un poco. Sin embargo, no se debe a que, estrictamente, el salario de las mujeres haya mejorado.
Entre enero y marzo de 2020, el salario mensual real promedio de los hombres era 17% mayor al de las mujeres. Para junio del mismo año, cuando más cerrada estuvo la brecha, esa cifra fue solo 3.4% mayor al de las mujeres.
Pero, ¿por qué se cerró la brecha?
Resulta que el ingreso promedio de las mujeres subió, porque las más afectadas (las qué salieron del mercado laboral) fueron las que menos ganan y las que estaban en la informalidad.
Lo anterior contribuyó a que la brecha salarial entre hombres y mujeres se cerrara un poco, nos explicó Fátima Masse, directora de sociedad incluyente del IMCO.
En la gráfica de abajo vemos que en mayo, el ingreso promedio de las mujeres creció y el de los hombres bajó. En junio, ambos bajaron, pero el de los hombres bajó tanto que casi llega al nivel de ingreso promedio de las mujeres.
La brecha salarial de género cerró el 2020 en 13%, una cifra cada vez más cercana a la realidad cotidiana entre sexos que se registró antes de la pandemia, de acuerdo con el monitor del mercado laboral del IMCO.
Trabajar para sobrevivir
Paulina necesita dinero para poder vivir, para tener qué comer, para pagar la renta de donde vive, “para lo básico, para eso y ya luego, espero, poder viajar”, confesó a Cuestione
Ella se mudó a Campeche con la ilusión de encontrar trabajo en alguna ciudad del sur de México, pero aún no ha tenido éxito.
A Paulina le preocupa “el estancamiento laboral, porque no estoy creciendo profesionalmente. Además, no generar ingresos también me preocupa porque no voy a vivir por siempre de mis ahorros”.
Paulina no piensa en la COVID-19, “no es mi mayor preocupación. Sé que es algo que está ahí pero no es lo que más me preocupa ahorita”. Su prioridad, por ahora, solo es encontrar un trabajo.
