¿Es posible vivir sin partidos políticos? ¿Hay otras maneras de organización que permitan a la ciudadanía prescindir de estas instituciones? Para conocer si esto es posible y cuáles serían las alternativas hablamos con la académica Rosa María Mirón Lince, de la UNAM.
La también experta en derecho electoral consideró que los partidos políticos han perdido su rumbo, sin embargo, hasta el momento no hay una alternativa de organización política en una democracia.
“Creo que son un mal indispensable. No es concebible la democracia sin partidos políticos. Mientras no ideamos como humanidad algún mecanismo para organizar la vida en democracia y la elección de los gobernantes y representantes de otra manera, creo que de momento son indispensables. Pero no son el ideal de nuestras instituciones democráticas”, nos explicó.
Te puede interesar: Los partidos políticos reciben millones, pero cada día menos gente confía en ellos
De acuerdo con el más reciente estudio del Latinobarómetro, un sondeo realizado en 18 países de América Latina, los partidos políticos son la institución en la que menos confía la ciudadanía.
En ocho países de la región hay un 10% o menos de confianza en los partidos políticos. Un solo país alcanza el 33%, Uruguay, mientras otros ocho se sitúan entre el 24% y el 11% de confianza en los partidos políticos. En el caso de México la confianza en los partidos políticos se ubica en 13 puntos porcentuales.
En contraste, la institución con más confianza fue la Iglesia, con 61 puntos, y entidades privadas como las organizaciones no gubernamentales, con 38.
También puedes leer: Confían más en el INE y las universidades que en diputados, senadores y partidos políticos
“El desencanto con la política, originado por la crisis de representación y la incapacidad de desmantelar la desigualdad y la discriminación, que comenzó lentamente a forjarse al inicio de las transiciones a la democracia, en la medida que no se solucionaban los problemas, continúa su profundización”, explica el estudio.
Pero aun así los partidos políticos, a pesar de su falta de credibilidad, siguen siendo los vehículos mediante los cuales la ciudadanía expresa su rechazo o su apoyo a las políticas, como dejan ver las recientes elecciones en Ecuador y en Bolivia, donde Evo Morales incluso tuvo que abandonar su país.
La experiencia de Podemos en España
Inconformes con las políticas económicas del gobierno español, la crisis económica, la irritación hacia los partidos políticos tradicionales y los bancos, el 15 de mayo de 2011 alrededor de 20,000 personas se concentraron en la Puerta del Sol, en Madrid. Al concluir el mitin, varios de los asistentes decidieron acampar en el lugar, lo que después se replicó en otras ciudades españolas. Así comenzó el movimiento 15-M o de los “indignados”.
Te recomendamos: De dónde vienen el PT y MC, los partidos bisagra que nacieron durante el salinismo
Los objetivos del movimiento fueron exigir cambios en la Ley Electoral, la garantía del cumplimiento de los derechos básicos de la Constitución, una reforma fiscal favorable para las rentas de vivienda más bajas, la condena de la corrupción o la recuperación de la memoria histórica, entre otros aspectos.
Y aunque los manifestantes eran desalojados todas las noches, al siguiente día volvían. Esto lo hicieron durante 28 días, hasta la última acampada del 12 de junio de 2011.
A partir de estas manifestaciones se crearon las famosas “mareas”, identificadas con un color de acuerdo con sus demandas.
No te lo pierdas: Nuevos partidos en México: un desperdicio de recursos
Tres años después, lo que luego se convertiría en el partido político Podemos lanzó un manifiesto en enero llamado “Mover ficha: convertir la indignación en cambio político”. En éste, intelectuales y activistas llamaban a crear una alternativa ante la situación de crisis económica y política que vivía España.
La alternativa… fue crear otro partido político que compitió en las elecciones de 2014 al Parlamento Europeo, en las cuales, como el partido más votado de España pudo obtener 5 escaños.
Te recomendamos: Partidos políticos necesitarán convencer a la Generación Z, en redes sociales, en 2021
Y en México, Morena
De acuerdo con su declaración de principios, Morena antes de convertirse en partido político nació como un movimiento social en 2010.
Sus objetivos eran combatir la desigualdad, imponer principios éticos en la vida pública y defender los derechos humanos, la libertad, la justicia y la dignidad de la ciudadanía.
Encabezado por el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, el movimiento planteó cambiar la política del país a través de las urnas, por lo que obtuvo su registro como partido político en 2014.
Conoce más: ¿Por qué tenemos tantos partidos políticos? Todo es culpa del PRI
En los ejemplos anteriores queda claro lo que Rosa María Mirón Lince señalaba: los partidos políticos son un mal necesario para la democracia. “Morena es un movimiento social convertido en partido político y tiene sus problemas”, explicó.
Las candidaturas independientes, una alternativa a los partidos tradicionales
Mirón Lince apuntó que si bien los partidos políticos dominan la escena de la democracia procedimental, ya hay ahora alternativas de representación política como lo son las candidaturas independientes o ciudadanas.
Sin embargo, señaló que las experiencias en elecciones anteriores han demostrado que los ciudadanos están en desventaja, pues sus candidaturas casi siempre carecen de una estructura y un trabajo territorial.
“Hay otra vía, que son las candidaturas independientes. Aunque ya se probó su no funcionalidad. No fructificaron. Tal vez es la legislación, que ciertamente es muy complicado para las personas que quieren ser candidatos independientes cumplir con todas las reglas que se establecen y competir además es como competir con un gigante a tu lado, porque los partidos tienen organización, tienen una estructura, tienen mucho más personas y tienen más recursos que un candidato independiente”, dijo.
Echa un vistazo: Pedro Kumamoto busca ganar Zapopan a los partidos políticos tradicionales
Respecto a dos casos de éxito como Jaime Rodríguez “El Bronco”, quien llegó al gobierno de Nuevo León como candidato independiente, la experta nos dijo que él recibió apoyo por parte de la estructura disidente del PRI, mientras que Pedro Kumamoto contó con la estructura organizativa de una universidad.
“Hay una necesidad de estas organizaciones institucionalizadas, que dan una salida más ordenada a los procesos electorales y a las elecciones”, insistió.
