¿Estás de acuerdo con la legalización de la marihuana con fines recreativos en todo el país?
Esa fue la pregunta que realizó por internet Consulta Mitofsky (especializada en estudios de opinión pública) en septiembre pasado a mil personas mexicanas mayores de 18 años. Esto de cara al debate que lleva a cabo el Senado, a petición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que legislen sobre el tema.
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¿La respuesta de la gente?
58% de la población dijo estar de acuerdo con que se legalice. Es más, arriba del 63% piensa que si se legalizan algunas drogas puede disminuir la delincuencia porque se controla el mercado y el precio como en el caso del alcohol.
Además, en caso de que el gobierno decidiera regular el mercado de las drogas y vigilar a quien las produzca y las distribuya, 49% de la población piensa que la violencia disminuiría y sólo 27% cree que aumentaría.
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Las personas no consideran que la legalización de la marihuana represente un cambio radical en la frecuencia de su consumo, ya que 41% de quienes fueron encuestadas por Consulta Mitofsky dijo que si el gobierno decidiera regularizar el mercado, el consumo de esta droga se mantendría igual, 37% cree que aumentaría y 18% que disminuirá.
De hecho, 51% de la población considera que incluso ahora que no es legal, es fácil conseguir un cigarrillo de cannabis.
Para Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, el hallazgo más relevante este 2019 es el cambio de tendencia en la opinión pública al respecto de este tema.
Desde hace años se observa un aumento paulatino en el porcentaje de gente a favor de despenalizar el consumo de la marihuana.
En 2018, ya había un porcentaje similar entre las personas que estaban a favor y las que estaban en contra de despenalizar, explicó en entrevista a Cuestione el experto en opinión pública.
Sin embargo, la tendencia a favor se concentraba en personas jóvenes y escolarizadas. A nivel regional, la Ciudad de México era la que estaba más de acuerdo.
Pero en 2019, explicó el consultor, el hallazgo principal es que abiertamente la mayoría de la población está de acuerdo con despenalizar el uso recreativo de la marihuana.
Esto porque hay evidencia de que la prohibición no hace dificil conseguir esta droga, de que aún sin despenalizar no se soluciona la inseguridad y que cada vez se generan más debates al respecto.
“Esto ha suavizado la postura de las personas y hoy se piensa que es intrascendente despenalizarla o no, ya que no es esa la causa de la seguridad”, explicó Campos.
El experto explicó que quienes ahora se oponen a la despenalización lo hacen por causas morales más que de inseguridad y esto tiene implicaciones importantes en la decisión de la SCJN porque en caso de despenalizarse no habría un costo político.
“Habría críticas, grupos en contra, pero no habría un costo político porque la mayoría, sobre todos las personas jóvenes, no lo ven (despenalizar el consumo de la marihuana) como una mala medida”.
No siempre fue así
De acuerdo con Campos, hace cinco años la tendencia era dos a uno en contra de despenalizar el consumo de marihuana, pero esto se debía a que la droga era vista como la causante de la inseguridad y el debate era porque se creía que si se despenalizaba su consumo, más gente iba a consumir. Y como consecuencia, iba a haber más gente drogada y más violencia.
Pero con el paso del tiempo, la inseguridad fue desligándose de la droga y se vinculó más con extorsiones o cobros de piso. En estos años la ciudadanía se dio cuenta que la droga era sólo uno de los negocios del crimen organizado y no era la principal causa, a esto se suma el cambio de gobierno, cambio de mentalidad y cambio de discurso.
“En cinco años ha pasado de estar dos a uno en contra de la despenalización a prácticamente (todavía no es total) dos a uno a favor de la despenalización. Hay una nueva corte de ciudadanos, hay un nuevo discurso oficial y hay un nuevo contexto. Eso ha hecho que haya otras opiniones al respecto de este tema”, señaló el entrevistado.
De acuerdo con Campos, el principal factor que interviene en el debate sobre la despenalización de la marihuana es el discurso de algunas personas de que si se autoriza con fines recreativas más gente la va a consumir y eso traerá más inseguridad, pero actualmente la ciudadanía ya desligó el incremento en el consumo de marihuana con en el incremento de la seguridad.
Por otro lado, un estudio de la encuestadora Parametría reveló que en 2013 el porcentaje de rechazo para despenalizar el uso lúdico de la mariguana era muy alto, nueve de cada diez personas (85%) estaban en contra.
Esto cambió con el tiempo, pues en 2016 disminuyó 14 puntos y en 2018 20 más el porcentaje de quienes rechazaban que fuera legal el uso lúdico (con fines de creación) y recreativo; la oposición pasó de 85 a 71 a 51%, de acuerdo con Parametría.
Según el análisis de esa casa encuestadora, la modificación de la opinión pública en el paso del tiempo podría deberse a tres razones: 1) cómo cree la ciudadanía que tiene que tratar el gobierno el asunto de las drogas (como un tema de seguridad o un tema de salud); 2) si conocen o no a personas que hagan uso de la mariguana con fines recreativos; y 3) del conocimiento que se tiene de la despenalización en otros países.
Entre 2014 y 2018 creció de 36% a 40% el porcentaje de quienes creen que el tema de las drogas es más de salud que de seguridad.
A esto se suma que una de cada tres personas mexicanas conoce a alguien que consume marihuana con fines recreativos; y que cada vez más personas saben que en otros países se permite el uso lúdico de esta hierba.
Pero…
La Suprema Corte de Justicia de la Nación -que ya autorizó el consumo legal personal de marihuana con fines lúdicos y recreativos para quienes tramiten un juicio de amparo- concedió la prórroga que pidió por escrito el Senado para legislar sobre el tema.
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Si bien toca a las y los senadores presentar una propuesta legislativa, la preferencia de la ciudadanía también debería tomarse en cuenta, ¿o no?
