Estudiantes de bachillerato corren más riesgo de dejar la escuela por la inflación

Compartir:

La creciente inflación que en septiembre de 2022 llegó a 8.7 ha causado que las familias tengan que realizar un esfuerzo extra para sortear el alza de los costos de la canasta básica y los servicios, pero además los padres y madres de familia también han visto un aumento en los gastos para la educación de sus hijos que volvieron a clases.

Para la segunda quincena de septiembre, la educación privada se encareció en promedio 4.68% con un incremento del 5.73% en colegiaturas de preescolar; 5.09% en las de preparatoria, seguido de 4.98% en las de primaria, 4.53% en secundaria y 3.92 % en las de universidad, de acuerdo con datos del INEGI en septiembre de 2022 comparado con el mismo mes en 2021.

Este fenómeno, sumado a los rezagos educativos causados por la pandemia por la COVID-19, pone en riesgo el aprendizaje e incrementa el riesgo de deserción escolar en alumnos principalmente de educación media superior, nos explicó la economista Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), un centro de investigación aplicada basada en evidencia.

Te puede interesar: Falta de acompañamiento y complicaciones técnicas, principales obstáculos para la educación con sistema híbrido

“Tenemos que ver este problema en medio de una crisis educativa que se enfatizó con la pandemia y tuvo efectos importantísimos en México por el cierre prolongado de escuelas, aunque hoy no podemos hablar de abandono escolar propiamente porque es algo que no ha medido la SEP”, nos explicó Masse.

Para la especialista lo más importante es conocer la situación real de las y los estudiantes “porque hoy estamos viendo en el discurso un nuevo plan educativo y un montón de cambios que no están respondiendo a estas urgencias en torno al abandono escolar, a las afectaciones socio-emocionales de los estudiantes y la pérdida de conocimiento, que en conjunto alimentan esta posibilidad de abandonar la escuela”.

Edgar, padre de dos hijos y una hija que cursan distintos niveles educativos en dos colegios privados de la ciudad de Puebla, nos explicó que la situación económica sí ha hecho que en ocasiones la familia tenga que considerar un cambio de escuela por las dificultades de pagar no solo la colegiatura, sino todo lo que conlleva la educación de sus hijos e hija.

“El que los precios de inscripciones y colegiaturas hayan subido implica que tengamos que recortar gastos en otros temas familiares, desde vacaciones hasta otras cosas más necesarias para no cambiar de escuela”, nos dijo.

Además, detalló que entre los recortes de gastos que su familia tuvo que realizar se encuentran las actividades extracurriculares, talleres y cursos a los que estaban inscritos sus hijos e hija.

Y en esto coincide Gaby, madre de un estudiante de educación primaria, quien nos dijo que otra de sus preocupaciones es no poder comprar la comida saludable de su hijo como acostumbraba.

“De entrada, se ha incrementado el consumo de gasolina, el incremento en los gastos se siente hasta en el super, porque ya hay que hacer lunch o mandarles dinero para que compren algo en la escuela. Además lo que implica la logística de movilidad y tiempos también nos afecta económicamente”, nos comentó Edgar.

También puede leer: Carencias en educación, salud y seguridad, causas de la pobreza en la CDMX

Mariana Leal, directora del Instituto Interactivo Alfred Binet, nos explicó que a pesar de la crisis económica, ellos han tenido un incremento de la matrícula, pero le llama la atención que este ciclo escolar 2021-2022 hubo mayor número de solicitudes de becas que en ciclos pasados.

Además, de que también notaron un importante incremento en el costo de la lista de útiles y materiales didácticos.

“Nosotros como escuela que cobramos y compramos lista de útiles notamos que sí hubo un incremento y un especial desabasto en papel, que está muy caro y está limitado”, nos dijo y afirmó que las colegiaturas de las y los estudiantes no han dejado de pagarse a pesar de las complicaciones económicas que están viviendo las familias. 

“Vemos señales de que hay una especie de reacción de los hogares y de los estudiantes a dejar de estudiar en escuelas privadas ante este incremento de las colegiaturas y si vemos la matrícula de escuelas públicas por niveles este cambio no es tan grande, incluso, en educación media superior la matrícula pública ha aumentado 2%”, nos dijo Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del IMCO.

Masse señaló que las adversidades económicas suelen presionar a las familias, pero siempre va a depender del escenario particular de cada una para tomar decisiones más radicales como sacar a los niños de la escuela.

Aunque si esto pasara, nos detalló Masse, nuevamente son las y los alumnos de educación media superior quienes tienen más probabilidades de abandonar sus estudios para incorporarse al mercado laboral y apoyar económicamente a su hogar. 

“Aquí hay mucho que contar, primero los estudiantes de bachillerato que están optando por dejar las escuelas privadas no todos se están refugiando en el sector público, simplemente están dejando de estudiar y esto fue un fenómeno que vimos desde la Encuesta para la medición del Impacto del COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020

En esta encuesta realizada por el INEGI, gran parte de los estudiantes que reportaron no haberse inscrito en ese ciclo escolar (2020-2021) explicaron que fue por falta de recursos económicos o porque tenían que trabajar, nos compartió Fátima Masse.

“Esto a mí me parece un riesgo enorme. Por que un estudiante que se sale de la educación formal y que llega al sector productivo, difícilmente lo puedes recuperar, porque su hogar y él mismo cuentan con este ingreso. Es muy difícil que lo dejen de percibir. Me parece que hoy todavía no hemos sido capaces de captar de regreso a esos estudiantes”, agregó .

Te puede gustar: Educación híbrida: la oportunidad que México dejó pasar para el regreso a clases

Una de las mayores preocupaciones, nos dijo Fátima Masse, es que estos jóvenes que tuvieron o decidieron dejar su educación, tendrán menos posibilidades de adquirir las habilidades necesarias para ingresar al mercado laboral formal en el futuro, por lo tanto de acceder a mejores trabajos y sueldos.

“Alrededor del 70% de las personas que tienen licenciatura o más están en la formalidad, contra 50% de las personas que tienen bachillerato y esta cifra se reduce aún más en las personas que tienen solamente secundaria. Sí es un parteaguas que los estudiantes continúen su educación”, concluyó la especialista.

Aunque pareciera que la pandemia por la COVID-19 está terminando y que poco a poco volvemos a la normalidad, no podemos dejar de lado todas las afectaciones que dejó en las y los estudiantes.

Es necesario que se establezca un programa articulado que busque resolver de fondo estas consecuencias, no solo por lo que viven hoy, sino porque será determinante para el futuro de miles de jóvenes.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.