Los ex gobernadores investigados de corrupción y vínculos con la delincuencia organizada son la punta del iceberg de una red político-empresarial y criminal que se construyó durante el siglo XX en el país.
Como vimos en esta nota previa sobre Tamaulipas, y en esta sobre Veracruz, estos personajes acusados no surgieron de la nada, sino que fueron escalando por la estructura política y electoral gracias al apoyo de esta red y otras figuras públicas.
Ahora veremos el caso de Quintana Roo, que en los últimos veinte años ha visto a dos ex gobernadores tras las rejas: Mario Villanueva y Roberto Borge.
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Los gobernadores investigados de Quintana Roo
El priista Mario Villanueva Madrid gobernó Quintana Roo de 1993 a 1999. Se fugó del país antes de terminar su mandato y ni siquiera estuvo presente en la ceremonia de entrega de poder a su sucesor Joaquín Hendricks Díaz.
Él es el primer mandatario estatal procesado por narcotráfico de la historia del país. El 24 de mayo de 2001 fue detenido en Cancún, Quintana Roo, acusado de lavado de dinero y vínculos con el crimen organizado, específicamente con el Cártel de Juárez.
Después de ser extraditado a Estados Unidos en 2010 y de ser repatriado a México en 2016 para terminar con su condena de 22 años, hoy se encuentra en prisión domiciliaria –gracias a la intervención del actual gobierno– debido a que padece una enfermedad pulmonar.
Antes de ser gobernador, el ascenso del priista Mario Villanueva fue meteórico. En 1990 fue electo presidente municipal de Benito Juárez –donde se ubica Cancún–. Un año después dejó este cargo para convertirse en senador de la República y dos años después ganó las elecciones a gobernador del estado.
Villanueva aseguró, en una carta, que se le persiguió porque estaban cerca las elecciones presidenciales del año 2000, que terminó perdiendo el PRI frente a Vicente Fox del PAN.
En una entrevista que dio al semanario Proceso en el año 2000, Villanueva se asumió como un “chivo expiatorio” del régimen priista, víctima de una persecución política hecha por personajes como el ex presidente Ernesto Zedillo y el banquero Roberto Hernández.
Además, aseguró que no era un narcotraficante sino un hombre de negocios dentro de un sistema corrupto.
“Para un gobernador lo más fácil es hacer negocios, y eso es lo que yo hice, como también lo han hecho otros gobernadores, todos creo, y muchos otros políticos de primer nivel”, dijo Villanueva en su momento.
En esa misma entrevista, Mario Villanueva reveló que sus aliados dentro del PRI eran Manuel Bartlett –actual director de CFE–, el ex candidato presidencial Roberto Madrazo y el ex gobernador de Yucatán Víctor Cervera Pacheco, a quien se refería como su maestro.
El caso de Roberto Borge
A los 31 años, el priista Roberto Borge ya era gobernador del estado de Quintana Roo. Estuvo al frente de la entidad de 2011 a 2016.
Sin embargo, a los 37 años se había convertido en un presunto criminal. En 2017 fue detenido en Panamá por enriquecimiento ilícito, venta ilegal de bienes públicos y desvío de recursos.
Antes de ser gobernador, Borge ganó sus primeras elecciones a los 29 años, cuando se convirtió en diputado federal por el distrito I de su entidad.
Para entonces ya contaba con la experiencia de haber sido presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Quintana Roo, así como secretario particular del ex gobernador Félix González Canto, fue diputado federal.
Pero si hablamos de experiencia al lado de ex mandatarios estatales, es importante decir que Roberto Borge es sobrino de Miguel Borge, quien gobernó Quintana Roo de 1987 a 1993, y quien entregó el mando de la entidad a, justamente, Mario Villanueva.
También hay que señalar que Roberto Borge es sobrino del empresario Kamel Nacif, quien tiene una orden de aprehensión por torturar a la periodista Lydia Cacho, luego de que ella publicó que pertenecía a una red de pederastas.
Actualmente Borge se encuentra en espera de sentencia en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial en Ayala, Morelos.
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Otros gobernadores acusados de Quintana Roo
Además de Mario Villanueva y Roberto Borge, hay otros ex gobernadores de esta entidad que podrían ser investigados por la justicia.
Por ejemplo Pedro Joaquín Coldwell, quien gobernó de 1981 a 1987 y ahora está en la mira de la Fiscalía General de la República por su supuesto papel en la maquinaria de corrupción del sexenio de Peña Nieto, en el que se desempeñó como secretario de Energía.
Joaquín Hendricks, que gobernó Quintana Roo de 1999 a 2005, fue acusado por la periodista Lydia Cacho de permitir la fuga del empresario Jean Succar Kuri, presunto líder de una red de pederastas. También ha sido acusado de que Mario Villanueva financió su campaña para gobernador.
Por último, Félix González Canto, que estuvo al mando de esta entidad entre 2005 y 2011, fue denunciado penalmente por hacer negocio con la venta de predios.
Este año, 15 estados tendrán elecciones para definir a su nuevo gobernador o gobernadora. ¿Cuántos de ellos han llegado hasta esta instancia gracias al apoyo de redes criminales? ¿Lo sabremos algún día?
