Un expolicía que protegió a Caro Quintero nos contó que vivió en la misma casa donde retuvieron a ‘Kiki’ Camarena

Compartir:

“Vi que lo tenían ahí (al agente de la DEA Enrique Kiki Camarena), que lo estaban torturando. Yo le dije a Rafael (Caro Quintero) ‘esto es una estupidez. Vamos a meternos en un bronconón’”.

Quien habla es Francisco Tejeda Jaramillo, expolicía de Tijuana y exintegrante de la temible Dirección Federal de Seguridad (DFS), colaborador confeso del Cártel de Guadalajara y sentenciado a prisión por participar -aunque él siempre lo negó- en el homicidio del agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos Enrique Camarena Salazar, perpetrado en 1985.

En diciembre de 2018, Tejeda Jaramillo dio en exclusiva su versión a Cuestione desde su estudio de pintura en Tijuana, Baja California. Ahí reiteró que no participó en el secuestro y asesinato de Kiki Camarena, aunque reconoció que sí vivió en la misma casa en la que el agente de la DEA estuvo secuestrado.

Tejeda Jaramillo, quien como agente municipal y miembro de la DFS siempre estuvo armado, ahora es un artista que se “readaptó” en la cárcel y vive de la venta de sus cuadros. El expolicía obtuvo su libertad en 2016 tras pasar 31 años en prisión, aunque su sentencia fue de 40 años. 

Te puede interesar: El pintor que contradice a la serie de Narcos

La saga del mal continúa… 

El 15 de julio pasado, Rafael Caro Quintero fue detenido en un operativo conjunto de la Marina y la Fiscalía General de la República, en el municipio de San Simón (Choix), Sinaloa, apenas dos días después de que culminó la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos.

En 1985, el asesinato de Kiki Camarena provocó una de las mayores crisis diplomáticas entre México y EU, pero Caro Quintero solo pasó 28 años en prisión (de 1985 a 2013), pues un tribunal ordenó su liberación tras identificar irregularidades en el proceso judicial. Sin embargo, poco después de quedar en libertad, otro tribunal federal emitió otra orden de arresto contra el llamado Narco de Narcos. Desde entonces estaba prófugo.

En 2017, el FBI agregó a Caro Quintero en la lista de sus principales objetivos y ofreció una recompensa de $20,000,000 de dólares a quien diera información para su localización.

La DEA y el FBI lo acusan por delitos muy similares, entre ellos secuestro, asesinato, ayuda e instigación, posesión y distribución de marihuana y cocaína, así como conspiración y por cometer delitos violentos en ayuda del crimen organizado.

Quizá quieras leer: Narcotráfico en México: La guerra que nunca debió ser

“Una vez me preguntó: ‘¿qué es Europa?’”

En la entrevista de 2018, Tejeda Jaramillo describió a Caro Quintero como una “persona sencilla, de rancho”: “cuando lo conocí, una vez me preguntó, ¿qué es Europa? Imagínate, yo le traje un globo terráqueo y le enseñé la geografía”.

Caro Quintero nació en 1952 en Badiraguato, Sinaloa, y fundó el ahora desintegrado Cártel de Guadalajara con Miguel Ángel Félix Gallardo y otros narcotraficantes en los años 70. Se le acusó del cultivo, envío y distribución de grandes cantidades de marihuana.

La DEA requiere al excapo, sobre todo, por el asesinato de Kiki Camarena, quien fue secuestrado por cinco personas cuando salía del consulado estadounidense en Guadalajara, Jalisco, para almorzar con su esposa.

Desde el pasado viernes, Caro Quintero permanece en el Centro de Readaptación Social Número 1 “Altiplano”, en Almoloya, Estado de México, mientras que este lunes su equipo de abogados y su hermana Beatriz Angélica consiguieron dos amparos para evitar su extradición a Estados Unidos y que quede incomunicado.

¿Logrará Estados Unidos la pronta extradición del Narco de Narcos? ¿O al más puro estilo mexicano, pasarán años para que se resuelva el caso?

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.