La tendencia nacional de mujeres víctimas de homicidio doloso sigue al alza. En junio de 2022 alcanzó su máximo histórico con 281 casos. Este es el registro más alto de homicidio intencional alcanzado en un mes desde enero de 2015, de acuerdo con la última actualización del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Según este registro oficial, en el primer semestre de 2022 ya se acumulan 1,398 mujeres víctimas de homicidio doloso y un total de 493 carpetas de víctimas de feminicidio.
Así, con base en el registro de las 32 fiscalías y procuradurías del país, de enero a junio de 2022 se registraron un total de 1,891 mujeres asesinadas de manera violenta en el país, pero sólo el 26% de los casos es investigado como presunto feminicidio.
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Además, 55.6% del total de homicidios dolosos de mujeres durante el primer semestre de 2022 se concentran en seis estados: Guanajuato, Michoacán, Baja California, Estado de México, Chihuahua y Jalisco, con 778 casos de muertes violentas de mujeres.
Mientras que el Estado de México (78), Nuevo León (58), Veracruz (43), Ciudad de México (32), Oaxaca (26) y Chihuahua (23) concentran 52.7% de los casos de feminicidio registrados de enero a junio de este año.
Tras un promedio diario de al menos diez mujeres asesinadas hasta mayo de 2022, junio registró 89 casos de feminicidio, que sumado a 281 mujeres víctimas de homicidio doloso este mes, llegó a 370 mujeres asesinadas en todo el país. Lo que significa que durante junio, 12 mujeres fueron asesinadas en promedio al día.
Con todo, en este primer semestre de 2022 hubo una disminución de 8% en los casos de feminicidio, en comparación con el primer semestre del 2021, cuando se registraron 536 casos, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo.
Mientras que el homicidio doloso de mujeres no bajó en los primeros seis meses del 2022, sino que aumentó 1.3% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 1,379 casos en todo el país.
Por décadas, en México las familias de las mujeres asesinadas se han organizado para exigir a las autoridades que investiguen sus casos como feminicidios y no como homicidios.
Estefanía López Mendoza, investigadora de la organización Causa en Común, recordó el caso de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, desaparecida y asesinada en Nuevo León en abril pasado, cuyo caso se hubiese tipificado como un suicidio, accidente u homicidio sin la presión social y la exigencia de su familia a la fiscalía del estado.
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La diferencia entre homicidio y feminicidio
Los homicidios dolosos son asesinatos violentos de mujeres. Sin embargo, de acuerdo con la sentencia del amparo número 554/2013, de marzo de 2015, conocida como sentencia Mariana Lima Buendía, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también tendrían que investigarse como posibles feminicidios, explica la abogada feminista Ana Yeli Pérez Garrido.
Además, las penas de homicidio y feminicidio son distintas. El artículo 307 del Código Penal Federal establece que al responsable de cualquier homicidio simple intencional que no tenga una sanción especial, se le impondrán de 12 a 24 años de prisión. Y el artículo 325 del mismo Código dispone que en el delito de feminicidio la pena es de 40 a 60 años de prisión y de 500 a 1,000 días multa.
El delito de feminicidio, según dicho artículo del Código Penal Federal, se comete cuando se “prive de la vida a una mujer por razones de género”, lo que ocurre cuando la víctima presenta signos de violencia sexual, se le hayan infligido lesiones o mutilaciones, cuando haya antecedentes de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar y cuando el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
Aumento de otras violencias
Otros delitos contra las mujeres que presentaron incrementos de enero a junio del 2022, respecto de los primeros seis meses de 2021 son la trata de personas, violencia familiar y violación sexual.
Durante el primer semestre de 2022 se reportaron 329 víctimas mujeres de trata de personas, lo que implica un incremento de 18.3% respecto del mismo periodo de 2021, con 278 mujeres víctimas de trata.
En el caso de violencia familiar en el primer semestre de 2022 se registraron 135,458 casos, lo que implica un incremento del 4.8%, respecto a los 129,136 casos reportados en el primer semestre de 2021.
Y la violación sexual aumentó 13.5% de enero a junio de 2022, en comparación a este mismo lapso de tiempo de 2021, con 11,904 y 10,481 reportes registrados de este delito en cada año respectivamente, según el más reciente informe del SESNSP.
Además, las llamadas de emergencias al 911 por incidentes relacionados con violencia contra las mujeres también aumentaron 22.2% en el primer semestre de 2022, con respecto al de 2021.
Batalla de las cifras
Para Estefanía López, los datos del Secretariado Ejecutivo no responden a la realidad de incidencia delictiva que acontece en el país, sino que solo reflejan el actuar de las fiscalías locales y federales.
En su análisis sobre los datos de víctimas y denuncias reportados de enero a junio del 2022, Causa en Común advierte que el nivel de criminalidad es mayor que las cifras del SESNSP, como lo acreditan los subregistros de delitos de alto impacto como el feminicidio, secuestro y extorsión, y las encuestas de victimización.
El subregistro puede originarse en que las instituciones no promueven la denuncia, a que la ciudadanía no denuncia o que las autoridades estatales y federales manipulan las cifras de incidencia delictiva.
Además, la forma en la que la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Protección Ciudadana presenta los datos de incidencia delictiva “parece responder a un discurso político donde se adjudica que la violencia en el país acontece a causa del crimen organizado”.
Como Causa en Común señala en su análisis “Galería de atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios” de enero a diciembre de 2021, “buena parte de estas atrocidades son perpetradas por personas que no forman parte de organizaciones criminales. Se trata de violencia criminal, sí, pero es también violencia familiar, violencia comunitaria y violencia social”.
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Prevenir violencias
Los datos que presenta la Secretaría de Seguridad mes a mes “se enfocan solamente en homicidios, pero dejan de lado el aspecto cualitativo, muy importante cuando queremos hablar de prevención del delito o estrategia de seguridad”, consideró Estefanía López.
En el país “tendríamos que estar atendiendo violencia familiar, acoso, hostigamiento, violación, porque todos estos delitos pueden conducir a un feminicidio”, dijo.
Estefanía López también señaló que el aumento de llamadas de emergencia al 911 refleja que la ciudadanía está confiando en este mecanismo de atención telefónica. No obstante, el hecho de que una mujer llame al 911 no significa que las autoridades impartidoras de justicia sancionarán ese incidente.
El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a atribuir las fallas en las investigaciones sobre las violencias contra las mujeres al “predominio del modelo neoliberal, y que causó mucho daño”, al ser cuestionado respecto a las deficiencias de las fiscalías en las investigaciones sobre las diversas violencias contra las mujeres en el país, en la conferencia matutina del pasado 25 de julio.
Como lo hemos reportado aquí, las organizaciones defensoras de derechos humanos y asociaciones civiles apuntan en la necesidad de reformar y fortalecer a los cuerpos policiales y de fiscalías para atender sus insuficiencias como los bajos sueldos, prestaciones incompletas, capacitaciones deficientes, y equipos e infraestructuras insuficientes para que se realicen investigaciones sólidas y con perspectiva de género.
