Frida Alondra, la niña de Guerrero que salió a una feria en Oaxaca y nunca regresó

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Mientras todo México se conmovió con la desaparición de la joven Debhani Escobar, el caso de Frida Alondra, una niña afromexicana de tan sólo 14 años de edad, pasó desapercibido. 

Al igual que Debanhi, Frida Alondra salió una noche a divertirse con parientes y amigas y ya nunca volvió. Sus restos fueron encontrados tres días después en un basurero de una barranca localizada en San Juan Bautista Lo de Soto, un pueblo con calles de terracería ubicado en la costa de Oaxaca.

Cuando Frida Alondra fue asesinada, autoridades que van desde el edil de Cuajinicuilapa, en Guerrero, Edgardo Paz, hasta la senadora Celeste Sánchez y una mujer de nombre Maricruz que afirmó ser enlace de la gobernadora Evelyn Salgado, ofrecieron ayuda a su madre.

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Incluso la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, publicó un comunicado en el que condenó el asesinato de la niña e instruyó a las instancias estatales pertinentes apoyar a los familiares de Frida Alondra.

Sin embargo, a más de un mes del feminicidio la justicia no llega, los culpables siguen libres y los dos hermanos pequeños de Frida Alondra y su madre, Guadalupe Infante, están siendo acosados y amenazados por hombres armados que a la mitad de la noche irrumpen en el patio de su casa en Cuajinicuilapa para presionar a la familia y que desista en su búsqueda de justicia, nos explicó en entrevista.

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Una niña alegre y tranquila

A Frida Alondra su madre la describe como una niña que era alegre y tranquila, que no se metía con nadie. Sus amigas de la secundaria, en la que cursaba el segundo grado, la recuerdan como alguien libre, amigable y que siempre sonreía

Frida Alondra tenía muchos amigos y amigas y había desarrollado una amistad con personas de mayor edad a la suya, como sus cuñados, que están casados con sus dos hermanas mayores, y con su prima. Además, recientemente comenzó a tener una relación amistosa con una joven llamada Migueli Mendoza, que tiene 22 años de edad.

Con estas personas salió el pasado 10 de abril a la feria que se instaló con motivo del Viernes de Dolores en San Juan Bautista Lo de Soto, ubicado en el  estado de Oaxaca. Está a 14 kilómetros de Cuajinicuilapa, una comunidad de Guerrero conocida porque el 77% de su población es afrodescendiente y por su Danza de los Diablos Negros

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El plan era ir a la feria y volver. Pero en la madrugada el grupo se separó y Frida Alondra decidió quedarse con Migueli. Esa noche, la niña afromexicana fue desaparecida.

Para complicar el caso, tanto los parientes de Frida Alondra como Migueli tienen versiones diferentes de lo ocurrido esa noche. Los familiares de Frida Alondra afirman que ella decidió quedarse con Migueli; Migueli dice lo contrario.

“Ellos estuvieron conviviendo en la feria, pero al momento de que se separaron Alondra decidió quedarse en Lo de Soto con otra amiga. Y resulta después que esa amiga la dejó con otras personas”, nos dijo la mamá de la joven. 

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De acuerdo con Guadalupe Infante, hay un video en el que se ve que su hija camina junto a otra mujer en una callejuela oscura en Lo de Soto. El video es la última imagen que existe de Frida Alondra con vida. 

La búsqueda de una madre

Al siguiente día, el domingo, las fiestas de Cuaresma continuaban en Lo de Soto, ahora con un jaripeo. Al no recibir noticias de su hija, Guadalupe supuso que se había quedado en ese evento. Sin embargo, el lunes 11 de abril, al enterarse que todas las demás personas menos Frida Alondra volvieron de la fiesta la madrugada del domingo, comenzó a buscarla.

Guadalupe salió de su casa y comenzó a preguntar en el pueblo de Cuajinicuilapa si no habían visto a Frida. Llevaba consigo una foto que mostraba a todas las personas que encontraba a su paso.

Decidió tomar un colectivo y fue a Lo de Soto. Ahí también recorrió las calles gritando el nombre de su hija y mostrando la fotografía de la niña. No la encontró. 

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Al día siguiente, Guadalupe volvió a Lo de Soto y fue a la presidencia municipal. Ahí platicó con un policía. Le dijo que su hija había estado en las fiestas celebradas ese fin de semana en el pueblo. El policía le respondió que no sabía nada y que no tenía ningún reporte de una joven extraviada. Ella dejó la foto de Frida Alondra y su número telefónico a la espera de cualquier noticia. 

Guadalupe volvió a Cuajinicuilapa. Cuando estaba entrando al pueblo recibió una llamada. Era el policía con quien platicó. Le informó que encontraron el cuerpo de una mujer en avanzado estado de descomposición. Le dijo que probablemente era Frida Alondra y le pidió que volviera para reconocerla. Los restos eran los de su hija.

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101 kilómetros con un ataúd a cuestas

Luego de que Guadalupe reconoció el cuerpo de Frida Alondra, las autoridades de Lo de Soto le dijeron que para poder entregarlo necesitaba un ataúd. Guadalupe volvió a Cuajinicuilapa y compró un féretro para su hija. Pero al regresar a Lo de Soto se encontró que los restos ya no estaban ahí. Las autoridades los trasladaron a Pinotepa Nacional, una localidad de Oaxaca ubicada a 55 kilómetros al este.

Guadalupe recorrió esa distancia con el ataúd de su hija para encontrarse con que el cuerpo tampoco estaba en Pinotepa.
Finalmente, Guadalupe halló los restos de su hija Frida Alondra en una funeraria que también funciona como Servicio Médico Forense, ubicada en San Andrés Huaxpaltepec,  en Jamiltepec, a más de 100 kilómetros de su hogar. 

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Al recoger los restos de Frida Alondra, Guadalupe platicó con el forense, quien le informó que su hija fue víctima de una muerte violenta. A Frida Alondra la violaron y después la asesinaron. El cuerpo de la niña tenía rastros de haber sufrido violencia sexual y una herida de bala en el lado izquierdo de la cabeza, nos relató su madre. 

“La autoridad me pidió que comprara una caja para recoger el cuerpo de mi hija, pero se llevaron sus restos a Pinotepa, pero no la tenían ahí sino en el Semefo de Jamiltepec. Ahí me la dieron. El médico me dijo que mi hija había recibido un balazo en la cabeza”, nos dijo.

Ahí también se enteró cómo fue el hallazgo del cuerpo de su hija, que estaba en un basurero junto a un camino de terracería en Lo de Soto, que fue asesinada entre las 5 y las 6 de la mañana del domingo 10 de abril. El 14 de abril la Fiscalía de Oaxaca abrió una investigación por el delito de feminicidio en el caso de Frida Alondra. Sin embargo, no le han informado a Guadalupe sobre algún avance en el caso de su hija. 

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Una familia desprotegida… a pesar de las promesas

Afectada por el feminicidio de su niña, Guadalupe atendió todo el novenario de difuntos de Frida Alondra. En ese tiempo, una de sus hermanas estuvo a cargo de responder su teléfono. Autoridades, políticos y varias personas les ofrecieron ayuda

“Cuando me hablaban yo estaba mal. Recibía apoyos, llamadas de  personas, de la gobernadora, de la senadora, de todas estas personas. Pero yo en ese momento no contestaba. Contestaba mi hermana. Yo estaba mal. No tenía cabeza para nada”, nos dijo.

“Una persona que vino a mi casa, doña Maricruz, por parte de la gobernadora, con ella estuve platicando. Ellos me dijeron que no tuviera miedo, que iban a estar al pendiente de las investigaciones, que me iban a apoyar todo lo que fuera necesario. Necesito un apoyo de estas personas, pero no ha pasado nada”.

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Ahora, Guadalupe Infante es víctima de amenazas. La mujer recuerda que quince días después del último novenario por el asesinato de Frida Alondra comenzó la intimidación por parte de sujetos desconocidos. 

Las amenazas, nos dice, van desde encuentros frontales con sus yernos o sus hermanas hasta camionetas que pasan delante de su casa. Son para exigirle que detenga las investigaciones por el feminicidio de Frida Alondra, piensa. Pero las autoridades que le ofrecieron apoyo, llegar al fondo y hasta las últimas consecuencias, ahora se han olvidado de ella.

“Yo necesito que me den apoyo como ya me habían dicho. Yo necesito salir de aquí con mis hijos y con mi familia. Después de lo que le pasó a mi hija han pasado muchas cosas raras aquí en mi propiedad. A mis hermanas las han parado y las han amenazado. Les han dicho que ya no prosiga con la investigación”.

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Está asustada. “La verdad a mi me da mucho miedo. Nosotros somos personas que estamos solos, pobres, humildes y no nos metemos con nadie. Yo vivo en las orillas del pueblo. De noche, vecinos me han dicho que han visto a personas armadas salir de mi propiedad. Yo de noche ni duermo. Hay mucha ladrería de perros por gente que anda por ahí”, nos contó. 

Guadalupe, su hija y su hijo más pequeño viven encerrados, pues la mujer teme que algo les pueda ocurrir. “Lo único que quiero es que se haga justicia y saber quién asesinó a mi hija y por qué lo hizo”, nos dijo.

Cuestione buscó a la Secretaría de la Mujer de Guerrero  y a la senadora Celeste Sánchez,  que en su momento condenaron el feminicidio de Frida Alondra y exigió seguimiento, para saber si han asistido a Guadalupe.

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La senadora Celeste Sanchez, de Morena, quien es suplente de Citlalli Hernández, nos respondió que ha estado en comunicación con Guadalupe Infante en todo momento y rechazó una entrevista argumentando proteger a la mamá de Frida Alondra y sus familiares

Sin embargo, Guadalupe insistió en su situación de riesgo y en la falta de atención por parte de autoridades. 

Más feminicidios en la Perla Negra del Pacífico

El caso de Frida Alondra no es un hecho aislado en esta región del país. Hace dos años, Tomasa, una niña afromexicana de 9 años de edad, fue encontrada muerta dentro de una vivienda en construcción en San Nicolás, también en Cuajinicuilapa.

El domingo 20 de diciembre de 2020 Tomasa salió a casa de una amiga, pero no llegó. Sus familiares comenzaron a buscarla. La encontraron, pero estrangulada. Su cuerpo lo hallaron con la falda levantada y sin ropa interior, por lo que se presume que habría sido atacada sexualmente.

Poco antes, el 28 de septiembre de 2020, Lorena Elvira Rodríguez Nazario, una joven madre de 15 años de edad, fue desaparecida en Cuajinicuilapa. De ella no se supo más nada. Solamente su bebé fue encontrado, abandonado en el crucero de la localidad de Tenango, en el municipio de Azoyú.

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Un año y siete meses después la hermana de Lorena, Claudia Campuzano Nazario, todavía ignora si la Fiscalía de Ometepec ha avanzado en las investigaciones sobre la desaparición de su familiar. 

Racismo y desinterés

¿Por qué los medios no le han dedicado atención a este feminicidio? Estos son “casos de los que casi nadie habla, que no suscitan el interés mediático en la exigencia de justicia, producto en gran medida de la brecha tecnológica, el racismo mediático y de los recursos de las víctimas”, como lo señaló la colectiva Mujeres Afromexicanas en Movimiento.

“¿Cuáles son las condiciones que prevalecen en nuestros territorios que propician las múltiples violencias contra niñas y mujeres afromexicanas?¿Cuál es el futuro para las niñas, jóvenes y mujeres afromexicanas? El feminicidio de Frida Alondra tiene nombre y se llama racismo estructural, no existen condiciones de libertad ni oportunidades de desarrollo, ni académicas ni económicas que posibiliten el acceso a una vida digna especialmente a niñas y mujeres jóvenes afromexicanas”.

¿Las personas, políticos y la gobernadora Evelyn Salgado, que ofrecieron apoyo a Guadalupe Infante, cumplirán con su deber o sólo se limitarán a publicar comunicados?

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