El presidente planteó el 20 de diciembre en Tulum otorgar a una empresa, que aún no existe, el control operativo de cinco proyectos emblemáticos. Argumentó que con ello se evitaría “la tentación de privatizarlos” y se “garantizaría la seguridad en la región”.
Sin embargo, otorgar a una empresa que dependa de las Fuerzas Armadas la administración del Tren Maya y los aeropuertos de Tulum, Chetumal, Palenque y Felipe Ángeles de la CDMX, requiere de “transparencia en la ejecución de recursos”, nos dijo César Gutiérrez, especialista en derecho penal, militar y seguridad nacional.
“Se trata de dar autonomía presupuestal a las Fuerzas Armadas, pero si no son claros los órganos de control presupuestal, no importa que sea una buena idea, sólo quedará en buenas intenciones”, explicó Gutiérrez.
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AMLO ya visualiza utilidades
López Obrador estima que para el 2023 esté concluida la obra del Tren Maya y para 2024 entre en funcionamiento y operación.
El presidente visualiza a “una empresa autosuficiente” como encargada y que las utilidades obtenidas se “destinen a fortalecer las finanzas para pensionados y jubilados de la Secretaría de Marina como de la Secretaría de la Defensa Nacional”.
Gerardo Flores Ramírez, economista y analista, consideró que “es muy temprano para emitir valoraciones sobre los lineamientos en materia de precios que ya está dictando el presidente. Habría que preguntar ¿con qué criterio definió las utilidades?”.
Por ser de una familia de militares, César Gutiérrez nos dijo: “conozco bien y sé que el personal pasa al retiro con pensiones insignificantes, si esto viene a beneficiar… es bueno”; sin embargo, el experto ve poco viable esta idea.
¿De donde saldrían las utilidades? El Tren Maya es más que un tren que transportará a pasajeros. Se estima que el 70% de los ingresos saldrán del traslado de carga que generará la construcción de hoteles, unidades habitacionales, parques… en las 19 estaciones del ferrocarril, publicó el diario español El País.
En dos años, personal del Ejército y la Marina se han “convertido en constructores de obra civil, en administradores de proyectos, en policía, en administradores de puertos, en administradores de aeropuertos”.
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Planteamiento generó polémica
La idea del presidente provocó reacciones. Alejandro Hope Pinson, analista en seguridad nacional, consideró que los proyectos generarán pérdidas económicas que serán una carga presupuestal para el erario.
Por su parte, el ministro en retiro José Ramón Cossío usó su cuenta de Twitter para señalar que AMLO quiere “militarizar al país por más que quieran argumentar lo contrario”.
En ese sentido, Carlos Bravo Regidor, coordinador del Programa de Periodismo y Políticas Públicas del CIDE, declaró a Infobae, que el militarismo de Andrés Manuel responde a “un proyecto político, una definición ideológica, una manera de ejercer el poder. La autodenominada 4T es cada vez menos Estado y cada vez más Ejército”.
La diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, expuso que la militarización va más allá del tema seguridad y se centra en que la entrega de “tareas administrativas y negocios a las Fuerzas Armadas” porque le ofrecen lealtad y obediencia ciega al mandatario.
¿Con esto, López Obrador fortalece la idea de militarizar al país?
