Pocas figuras hay tan oscuras en la historia política reciente como Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).
García Luna fue el hombre intocable del calderonismo. Sin embargo, hoy dejó de serlo, al menos para la justicia estadounidense. El exsecretario fue detenido en Dallas, Texas, por los presuntos delitos de conspiración para el tráfico de drogas y por falso testimonio. Su juicio será en Nueva York.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos lo acusa de “haber recibido millones de dólares en sobornos de El Chapo Guzmán”, dijo el fiscal general de ese país, Richard Donoghue.
Esta no es la primera vez que García Luna es vinculado con sobornos por parte de grupos criminales. En 2010, el narcotraficante Édgar Villarreal, La Barbie, lo señaló de recibir dinero desde 2002, así como a Calderón Hinojosa.
“Me consta que (Genaro García Luna) ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y la delincuencia organizada, al igual que un grupo selecto integrado por Armando Espinosa de Benito, quien trabajaba con la DEA y me pasaba información”, escribió La Barbie en una carta.
En una de las últimas entrevistas dadas por Genaro García Luna –hace un año al programa El Weso–, dijo que nunca había recibido una propuesta de soborno.
“A cambio de los sobornos, el Cártel de Sinaloa tenía paso libre para sus cargamentos de droga, acceso a información confidencial sobre las investigaciones y sobre los cárteles rivales”, dice un comunicado del Departamento de Justicia de EU. “En dos ocasiones, los sobornos fueron entregados personalmente en portafolios que contenían entre tres y cinco millones de dólares”.
¿Quién es García Luna?
Genaro García Luna estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Su trayectoria policial comenzó en 1989 (a los 21 años de edad), según él mismo describe en su perfil de Linkedin, en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Fundó y fue director general de la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI) en 2001, durante la administración de Vicente Fox.
Luego, ya como secretario de Seguridad Pública de Calderón, fundó la hoy extinta Policía Federal, en 2009.
Anabel Hernández, autora de Los Señores del Narco, y una de las pocas periodistas que se ha atrevido a investigarlo, lo describe así: “Es el jefe policíaco más corrupto y más poderoso de todos los tiempos en México… Genaro García Luna estaba contratando policías para que a cambio de importantes puestos, me mataran… Les dijo que tenían que matarme simulando un accidente, un secuestro o un robo”, dijo en 2013, durante la presentación de su libro México en llamas.
También fue García Luna quien abrió las puertas a la privatización penitenciaria, al invitar a empresas a participar en el negocio de construir y, además, manejar ocho cárceles federales, con contratos asignados por adjudicación y que se han mantenido reserados desde 2010, como reportó Cuestione en este año.
¿Qué hacía García Luna en Estados Unidos?
Al terminar el sexenio calderonista, el exjefe de la policía en México se mudó a Florida, Estados Unidos. Ahí se instaló en una lujosa residencia, que había sido rentada por la familia Weinberg, dueños de la empresa Icit, la cual había sido privilegiada con varios contratos de Seguridad Pública, reveló una investigación de Univisión publicada este año.
“De acuerdo con registros financieros obtenidos por el gobierno (de Estados Unidos), cuando García Luna se instaló en Estados Unidos, en 2012, había amasado una fortuna personal de millones de dólares”, revela en el comunicado el Departamento de Justicia.
En México, García Luna fundó la empresa GLAC Security Consulting, Technology, Risk Management, S.C., una consultoría en temas de seguridad.
García Luna era residente de Florida y en 2018 buscó la naturalización, la cual le fue negada por mentir en la solicitud, advierte el Departamento de Justicia.
Las denuncias y recomendaciones que ni lo tocaron
El hombre intocable del calderonismo fue inmune a investigaciones, pese a que se le abrieron cuatro, además de que se hicieron diversas recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En diciembre de 2008, Javier Herrera Valles, excoordinador de la Policía Federal, lo acusó por fabricarle delitos. Ese mismo mes, Aleida Alavez lo denunció por abuso de autoridad y lesiones. En 2013, la CNDH denunció a 21 funcionarios, entre ellos García Luna, por la detención de Florence Cassez. En 2014, diputados del PRD lo denunciaron por haber dado por muerto, erróneamente, a Nazario Moreno, líder del cártel de La Familia, en 2010. Ninguna prosperó.
Como secretario de Seguridad, García Luna se negó a aceptar las recomendaciones 62/2010, 43/2011, 38/2012 de la CNDH, por desaparición forzada y homicidio por parte de elementos de su corporación.
El fiscal Michael Robotti, uno de los principales en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, estará a cargo del caso de García Luna. ¿Repetirá el éxito que tuvo con El Chapo?
