Sempra Energy, una de las compañías de energía más grandes del mundo, establecida en San Diego, California, dio una de las primeras señales de lo que podría ser “una nueva apertura” para la inversión privada en México, pero antes debe de aceptar el intercambio que el presidente le propuso: exportar y a vender a Asia, los excesos de gas generados en el norte del país.
Este año la compañía recibió una alerta de sanción por carecer del permiso de exportación por parte de las autoridades mexicanas. Hasta la fecha no existe ningún permiso para la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) en el país, Sempra Energy, sería la primera empresa en obtenerlo, con el proyecto de Energía Costa Azul.
Esta, de acuerdo con Christopher Lenton y Ronald Buchanan, editores de Natural Gas Intelligence, sería una de las primeras manifestaciones de una nueva apertura del mercado energético en el país, luego de las tensiones que provocó la suspensión de proyectos de energía limpia obligados por el Centro Nacional de Energía (Cenace) en abril de este año.
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La filial de Sempra Energy, Infraestructura Energética Nova (IEnova), decidió desde abril de 2020 iniciar la construcción de una planta de gas licuado, cuya primera fase traerá una inversión de unos dos mil millones de dólares, de acuerdo con la agencia de noticias internacional Reuters.
La planta estaría ubicada en Baja California Norte y, de acuerdo con la directora general de IEnova, Tania Ortiz Mena, “ayudaría a posicionar a México como un actor clave en el comercio mundial de gas natural”.
La pandemia, de acuerdo con lo reportado por Reuters, sería uno de los motivos principales por los que las negociaciones con las autoridades mexicanas se han retrasado.
Sí, pero con una condición
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo, el 13 de noviembre, que su administración estaría de acuerdo en dar un sí a la construcción de la planta Energía Costa Azul y de exportación de Gas Licuado Natural, siempre y cuando utilicen y exporten el exceso de gas natural alrededor de los puertos de la costa del Pacífico de Mazatlán y Topolobompo.
Además, afirmó que los habitantes de la zona estuvieron de acuerdo con la decisión, la cual aprobaron en una consulta popular, que se realizó en Ensenada, Baja California.
El mandatario explicó que propuso a IEnova obtener el aval del gobierno mexicano, a cambio del apoyo para comercializar en Asia el gas excedente que tiene el norte del país, y que la administración de Enrique Peña Nieto obligaba a la Comisión Federal de Electricidad a adquirir.
“Si dejamos de comprar todo ese gas que no se utiliza y que tenemos que pagar, y nos ayudan los de Sempra a exportar ese gas mediante esa planta en Ensenada, pues sí daríamos el permiso”, dijo López Obrador en su conferencia mañanera.
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Esto, a pesar de venir directamente del Poder Ejecutivo, no genera mucha confianza entre los inversionistas de la compañía:
Ejecutivos de Sempra en San Diego, explicaron a Natural Gas Intelligence, que el desarrollo de este proyecto, y en general de todos los de gas natural licuado, “están sujetos a una serie de riesgos e incertidumbres, y que no se puede garantizar que estos proyectos se completen”.
Sempra, viejo conocido en México
La condición a Costa Azul, no es el primer obstáculo que Sempra ha tenido en el país. En 2011, estuvo en medio de una investigación por presuntos actos de corrupción, la cual continuaba en 2014.
El presidente de México dijo que en estos días se estaría dando a conocer el destino de lo que sería la primera planta exportadora de gas natural licuado en México.
¿Este será el inicio de más inversiones privadas que recibirá el país después de la pandemia?¿Ayudarán al país a salir de la crisis económica?
