El pasado 8 de mayo, madres y diversos colectivos de familiares de personas desaparecidas en México renombraron la Glorieta de la Palma, ubicada en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, como la Glorieta de las y los Desaparecidos. Al hacerlo, colocaron fotografías de las víctimas, como un símbolo de su ausencia y de exigencia de justicia.
Sin embargo, el gobierno de la Ciudad de México ha quitado reiteradamente las fotografías y fichas de búsqueda. También puso vallas metálicas alrededor de la Glorieta para poder sembrar el ahuehuete que sustituirá a la famosa palma que estuvo en la Glorieta por más de 100 años y que retiró el 24 de abril pasado porque estaba afectada por un hongo, según dijeron.
Las familias de personas desaparecidas no están en contra de que se siembre el ahuehuete. Yadira González Hernández, hermana de Juan González Hernández, desaparecido el 15 de junio de 2006 en Querétaro, nos dijo que las familias y colectivos darán la bienvenida al ahuehuete que el gobierno capitalino colocará en la Glorieta el próximo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.
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“El ahuehuete va a ser el vigilante de nuestros desaparecidos, no puede haber árbol mejor para respaldarnos, para darnos fortaleza” para seguir buscando a quienes el Estado no ha encontrado, nos comentó Yadira González, integrante de los colectivos Desaparecidos Querétaro, Unidas siempre buscando y la Red de Enlaces Nacionales.
Una glorieta para personas desaparecidas en una vía de las más transitadas
Al inaugurar la Glorieta, familiares y colectivos señalaron que el objetivo de este memorial es tener un espacio público para mostrar la dimensión de la tragedia humana que es la desaparición y para que “quienes transiten por Reforma vean diariamente a las personas que nos han arrebatado de nuestros hogares y se sumen a nuestra demanda de búsqueda”.
Así como, tener un “espacio de espera y encuentro” para mantener presente la exigencia de verdad y justicia para conocer el destino de las más de 100,000 personas desaparecidas en México.
El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), aunque no participó en la toma de la Glorieta, resaltó que esta acción pacífica “forma parte del derecho de las víctimas a realizar acciones que procuren la búsqueda de verdad y de memoria”.
“Este sitio de memoria se suma a miles de espacios que en el mundo buscan hacer efectivas, por la vía de los hechos, parte de las medidas de reparación y no repetición de eventos que representan un agravio para la humanidad como la desaparición forzada de personas”, destacó la Red Todos los derechos para todas y todos en un comunicado.
La batalla simbólica
El 9 de mayo pasado, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, decidió quitar las mantas y fotos de las personas desaparecidas de la Glorieta. Asimismo, negó que sea dedicada a las personas desaparecidas y afirmó que “un grupo de ciudadanos” (las familias y colectivos de personas desaparecidas) no puede estar encima de la consulta popular con la cual se decidió sembrar un ahuehuete.
Por lo que el 10 de mayo durante la “XI Marcha de la Dignidad Nacional: Madres buscando a sus hijas e hijos, verdad y justicia”, las mamás y familiares exigieron a la jefa de gobierno respetar la Glorieta de las y los Desaparecidos. Demanda a la que se fueron sumando organizaciones de defensa de derechos humanos y colectivos de diversos estados del país, en días posteriores.
Volvieron a colocar fotografías, mantas y fichas de búsqueda y exhortaron al gobierno capitalino a respetar la Glorieta. Sin embargo, nuevamente, la noche del 10 de mayo el gobierno de Sheinbaum retiró las mantas y cercó la Glorieta con vallas.
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La Glorieta se queda
El domingo 15 de mayo, colectivos de la Ciudad de México y del Estado de México se dieron cita para colocar una vez más los rostros y datos de sus familiares, pero esta vez sobre las vallas que rodean la Glorieta.
Esa misma semana, la cifra oficial de personas desaparecidas y no localizadas rebasó 100,000 registros. Las familias y colectivos de víctimas de diversas entidades realizaron una velada el miércoles 18 de mayo en la Glorieta para reclamar acciones efectivas para buscarles.
Esa noche conocimos a Yadira González, quien nos compartió: “estamos aquí para exigirle al gobierno que tome cartas en el asunto. Que no quiera con unas vallas de la impunidad encarcelar al monstruo, porque el monstruo ya se le salió, ya está en la calle y con vallas no lo va a tapar. Que no cierre los ojos a la realidad”.
“La Glorieta de las y los desaparecidos se queda. Tenemos que tomar este tipo de acciones dada la negativa de no darnos estos espacios y de no darnos solución a la problemática de desaparición en todo el país”, enfatizó.
Agregó que la Glorieta de las y los desaparecidos forma parte de una Ruta de la Memoria, “donde tenemos varios antimonumentos de otras luchas sociales, de otras tragedias humanitarias y de impunidades que existen en este país”.
+43 Para exigir encontrar a los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Está en el cruce de Reforma y Bucareli, sobre el camellón.
49 ABC ¡Nunca más! Para exigir justicia para las niñas y niños víctimas del incendio en la Guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009. Está frente a las oficinas centrales del IMSS, Paseo de la Reforma 476.
+65 En memoria de los mineros que se quedaron atrapados por la explosión de la mina Pasta de Conchos en Coahuila desde el 19 de febrero de 2006. Está en el cruce de Reforma y Río Rhin.
1968 2 de octubre no se olvida. Por justicia para las y los estudiantes reprimidos en Tlatelolco, Ciudad de México. Está en el Zócalo, casi esquina con Francisco I. Madero.
+72 Migrar es un derecho humano. Para las y los migrantes víctimas de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, el 22 de agosto de 2010, y todas las personas migrantes muertas en su tránsito hacia Estados Unidos. Está frente a la embajada de EU.
Antimonumenta Para visibilizar a las mujeres víctimas de la violencia feminicida. Está sobre Av. Juárez, enfrente del Palacio de Bellas Artes.
10 de junio 1971 ¡Ni perdón ni olvido! A 50 años de la represión de estudiantes en la Matanza del Jueves de Corpus, conocido como El Halconazo. Está sobre Av. Juárez esquina con Humboldt.
Glorieta de las Mujeres que Luchan. Dedicada a aquellas mujeres que se han enfrentado contra las injusticias, violencias y revictimización. Está en la extinta Glorieta de Colón.
Ahí, frente a las fotografías de cientos de personas desaparecidas, Jaqueline Palmeros Rosas, madre de Jael Monserrat Uribe Palmeros, desaparecida el 24 de julio de 2020 en la Ciudad de México, e integrante del colectivo Una luz en el camino, afirmó que defenderán la Glorieta de las y los Desaparecidos.
“Solo estamos dignificando a todos y todas quienes nos hacen falta. No vamos a permitir que nos invisibilice el Estado, ya lastimó demasiado”, nos expuso Jaqueline Palmeros, pues a casi dos años de la desaparición de Monserrat Uribe la fiscalía no tiene una línea de investigación a seguir para buscarla.
También, criticó la negativa de la jefa de gobierno a dialogar con las familias y colectivos, además de que “se dirige a nosotras como si fuéramos un grupo pequeño de personas cuando, desafortunadamente, somos más de 100,000 familias de personas desaparecidas”.
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16 años en búsqueda de Juan González
El 15 de junio de 2006, Juan González Hernández, de 38 años de edad, atendía su negocio de autos usados, en la comunidad de Los Ángeles, municipio de Corregidora en Querétaro, cuando unas personas entraron y le pidieron ver un Ford Mustang modelo 66. Juan y las personas salieron del local para checar el Mustang, pero Juan ya no regresó.
Desde entonces, hace casi 16 años, Yadira González no ha dejado de buscar a su hermano. Para ella es claro que sin la lucha de las familias no habría leyes ni instituciones dedicadas a resolver esta tragedia, “las familias empujamos a las instituciones, creamos comisiones de búsqueda”.
“Las familias estamos trabajando, haciendo las fosas y dando los positivos (encontrar cuerpos humanos o como las familias dicen encontrar tesoros). Mientras las fiscalías están de una lentitud impresionante. No entienden la prisa, la premura que tenemos por encontrar a nuestros familiares”, nos relató, esta vez por teléfono, mientras tomaba un descanso durante la jornada de búsqueda de fosas clandestinas en Iguala, Guerrero.
Incluso, “siguen negando el problema”, como cuando López Obrador “dijo que la ONU miente”, añadió Yadira González.
Esto, en referencia a las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador después de la publicación del informe y las recomendaciones del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas, para resolver esta grave problemática en México.
“Ellos no tienen, con todo respeto, toda la información, no están actuando con apego a la verdad (…)”, afirmó el presidente el 13 de abril pasado.
Por esto, sostuvo Yadira, es necesaria la Glorieta de las y los Desaparecidos, para dignificar el derecho a la búsqueda y a la memoria: “Yo busco a Juan González, pero también busco a los más de 100,000 desaparecidos. No sé si vaya a encontrarme con Juan, espero que un día la fortuna me toque y lo encuentre, pero en el camino hemos encontrado a muchos más”.
