¿Qué hay detrás de los gobernadores investigados por corrupción de Veracruz?

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Desde el año 2000 a la fecha, 18 gobernadores han sido investigados por corrupción o por tener lazos con la delincuencia organizada.

Como te contamos en esta nota, enfocada en el caso de Tamaulipas, los gobernadores acusados no surgieron de la nada ni obtuvieron el poder de la noche a la mañana, sino que fueron escalando en una red político-empresarial y también criminal.

Al igual que Tamaulipas, Veracruz también padeció el mando de tres gobernadores que después fueron investigados por corrupción, dos de los cuales ejemplifican el papel de la política en el avance de los grupos criminales, de acuerdo con Daniel Vázquez, doctor en Ciencias Sociales.

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Según el experto, durante la era priista que gobernó a todo el país en la mayor parte del siglo XX, se construyó una relación entre el crimen y la política, con un fuerte control desde la presidencia.

Cuando cayó este sistema en el 2000, esta red política-empresarial y criminal que abarcaba todo el país, se fragmentó en estados y municipios, y entonces los gobernadores tomaron el poder local.

Los gobernadores investigados de Veracruz

Fidel Herrera gobernó esta entidad entre 2004 y 2010. Se le investiga por enriquecimiento ilícito y uso de medicamentos caducos en la población. 

Antes de ser mandatario estatal, Herrera Beltrán ocupó decenas de cargos dentro del gobierno estatal y el PRI, desde la coordinación de organismos juveniles hasta ser miembro del Comité Ejecutivo y diputado federal por el PRI cuatro veces, entre 1973 y el 2000.

También fue senador de la República de 2000 al 2003, cargo al que llegó como compañero de fórmula de Fernando Gutiérrez Barrios, ex gobernador de Veracruz, ex secretario de Gobernación en el sexenio salinista y ex titular de la Dirección Federal de Seguridad durante los años 60.

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Después de ser gobernador, Herrera fue cónsul de México en Barcelona entre 2015 y 2017. Y, recientemente, la DEA y la policía catalana lo han tenido en la mira por nexos con el narcotráfico.

Se sospechaba de estos vínculos con el crimen organizado al menos desde 2004, cuando Herrera era candidato a gobernador y fue acusado por Miguel Ángel Yunes –que entonces acababa de renunciar al PRI–, de financiar su campaña electoral con dinero del narcotráfico.

El ex gobernador de Veracruz está libre. Sufrió un derrame cerebral en abril del año pasado. Su hijo Fidel Herrera Borunda ocupa una plaza en el consulado de Vancouver, Canadá, sin contar con experiencia diplomática. Y su hijo Javier Herrera fue diputado federal por el Partido Verde en 2015 y ahora busca ser candidato a diputado en 2021 por una alianza encabezada por Morena.

Después de Fidel Herrera Beltrán, el gobernador de Veracruz fue Javier Duarte Ochoa, quien fue detenido en Guatemala en 2017 y está preso por desvío de recursos y delincuencia organizada.

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Javier Duarte, todo un caso

A diferencia de su antecesor, Duarte ocupó muy pocos cargos públicos antes de ser gobernador. Sus inicios fueron como asesor y secretario particular de Herrera de 1997 a 2000, cuando este era diputado federal.

En 2004, al inicio del sexenio de Herrera Beltrán, Duarte era subsecretario de Finanzas del Comité Directivo Estatal del PRI en Veracruz, pero luego su crecimiento sería exponencial.

Ese mismo año se fue a la Secretaría de Finanzas estatal, primero como subsecretario y más tarde como titular de esta dependencia en 2008. En 2009 se convirtió en diputado federal y en 2010 ya era el gobernador del estado. 

Pero la dupla Herrera-Duarte no solo ha conseguido frutos políticos, también ha tenido mucha suerte. Herrera ganó dos veces el sorteo de la Lotería Nacional y Duarte lo hizo en otra ocasión.

En octubre de 2016, Duarte solicitó licencia para separarse del cargo de gobernador y así enfrentar las acusaciones de enriquecimiento ilícito en su contra, luego de que la Auditoría Superior de la Federación encontró irregularidades en su gobierno por 35,000 millones de pesos.

En septiembre de 2018, Javier Duarte se declaró culpable y aceptó los cargos de lavado de dinero y asociación delictuosa. En días recientes, la Fiscalía abrió una nueva investigación contra él, por el desvío de 3,500 millones de pesos.

Cuando Javier Duarte pidió licencia, su secretario de Gobierno, Flavino Ríos, se convirtió en el gobernador interino de Veracruz. En marzo de 2017 fue detenido por tráfico de influencias y abuso de autoridad. Sin embargo, ya fue exonerado en 2019.
¿Este tipo de dinastías corruptas seguirán ocurriendo en otros estados de la República? ¿Cuántos de los que hoy quieren ser gobernadores serán investigados por corrupción y nexos con el crimen organizado?

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