La urgencia por evitar una peor crisis sanitaria o económica logró cambiar las preferencias de la actual administración en cuanto al gasto público para finales de 2020.
Y es que a pesar de que para el año pasado el gobierno planeó destinar 979,862 millones de pesos para Pemex y CFE (51% más que lo que aprobaron para todo el gasto en salud) a finales de año terminaron recortando el gasto de estas empresas e incrementando el de otras áreas.
De acuerdo al cuarto informe trimestral de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al cierre de 2020 ni Pemex ni CFE gastaron, en conjunto, 114,345 millones de pesos de lo que tenían autorizado, lo que representó un subejercicio de casi 12% respecto al presupuesto disponible.
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Por su parte, el gasto en la función presupuestaria de Salud -clasificación del gasto que incluye todos los recursos destinados a proveer servicios de salud- creció casi 3%, lo que significó que se destinaron 18,517 millones de pesos extra para esta finalidad.
Tanto la SHCP como la secretaría de Economía, registraron también un incremento de poco más de 87,000 millones de pesos respecto al presupuesto original de ambas para 2020.
Hacienda obtuvo 52,396 millones de pesos (3.2 veces) más de lo aprobado para el diseño y aplicación de la política económica, así como para otorgar más créditos a los estados y municipios.
Por su parte, el presupuesto de la la Secretaría de Economía creció 557% para destinarlo a los programas de apoyo para Microempresas Familiares y los microcréditos para el Bienestar, que se usaron para amortiguar la severa crisis económica que atraviesa el país.
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Vacunas impulsan el gasto en Salud
De acuerdo con un análisis elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), de los recursos extra que el gobierno terminó gastando en Salud, 6,623 millones de pesos corresponden al pago anticipado para la compra de vacunas.
Además, los analistas del CIEP destacan que más de la mitad (52%) de los recursos totales gastados por el gobierno en salud se destinaron a los servicios personales. Es decir, al pago de nóminas del personal de salud y administrativo de todas las dependencias que brindan servicios y atención médica a la población, el cual se incrementó ante la pandemia por la COVID-19.
Por su parte, también señalan que los gobiernos estatales recibieron el año pasado 104,234 millones de pesos a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), el cual reparte recursos entre las entidades para que brinden servicios de salud a la población que no cuenta con empleo formal o no está incorporada en algún régimen de seguridad social.
Finalmente, el CIEP también señala que el monto que se gastó en proyectos de inversión que ayudaron a hacer frente a la pandemia (compra de equipo médico, ventiladores, y la reconversión hospitalaria) fue de tan solo 2,519 millones de pesos, a pesar de que tenían programados ejercer 4,125 millones.
¿En qué otros temas gastó el gobierno?
El gasto total que ejerció el gobierno federal el año pasado fue de poco más de seis billones de pesos para atender los diversos temas que la población mexicana requiere, así como para que las dependencias brinden sus servicios. Esto representó 1.76% menos recursos de los que planeaba gastar.
¿El motivo? Que los ingresos con los que el gobierno se sostiene (impuestos como el IVA, ISR y IEPS, así como los petroleros), sufrieron una caída de 183,341 millones de pesos respecto al pronóstico de ingresos que Hacienda tenía para este año, lo cual equivale a una pérdida de 3.32%.
A pesar de ello, el gasto en desarrollo social (programas, actividades y proyectos que buscan favorecer el acceso de las personas a mejores niveles de bienestar) recibió 51,000 millones de pesos más de los que se habían aprobado durante 2020.
Esto colocó a esta clasificación como el principal destino de gasto del gobierno federal: casi dos de cada tres pesos del presupuesto público disponible se ejercieron en ella.
Como se muestra en la gráfica anterior, estos recursos se destinaron a Protección Social, Educación, Salud, Vivienda, Cultura, Protección Ambiental, entre otras. En segundo lugar se encuentra la clasificación de gasto en Desarrollo Económico, la cual ejerció 26% del presupuesto disponible.
Los casi 1.2 billones de pesos destinados a este rubro se ejercieron principalmente en el sector de combustibles y energía, así como Transporte, Ciencia, Tecnología e Innovación, entre otras.
El resto de los recursos (9.6%) fueron utilizados por el gobierno para las propias acciones que involucran la gestión gubernamental, como la la procuración e impartición de justicia, los asuntos militares y de seguridad nacional, los temas de relaciones exteriores, hacendarios, entre muchos otros.
A pesar de haber hecho estas modificaciones, la crisis económica ha sido la más fuerte desde la Gran Depresión, en 1929, y el número de muertos y contagios por la COVID-19 siguen sin descender.
