Entre julio y septiembre de 2022, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dirigida por Manuel Bartlett, registró una pérdida neta por $50,719 millones de pesos.
Pero CFE no es la única empresa del Estado con pérdidas millonarias. Durante los mismos meses, Pemex regresó a números rojos cuando registró en sus estados financieros pérdidas por $52,033 millones de pesos.
En el contexto de un aumento de la actividad de perforación en el mundo, la mala administración de Pemex le impide obtener ganancias mientras empresas petroleras de otros países presentan mejores resultados de lo esperado.
Según un análisis a los ingresos, gastos y otros, las compañías del Estado no lograron obtener las ganancias por las cuales fueron creadas.
Sigue leyendo: Poder económico y político de las Fuerzas Armadas pone en riesgo al sistema democrático
El Estado no sabe gestionar empresas
Como nos dijo Marco Cancino, experto en transparencia y análisis institucional aplicado, en esta nota, para poder hacer competitivas las empresas del Estado se requiere de inversión en infraestructura y capital humano.
Sin embargo, para que estos esfuerzos rindan frutos, deben de darse de manera sostenida y a largo plazo, y la mayoría de los nombramientos y movimientos en estas compañías se debe a intereses y estrategias políticas. Según reportes de las dependencias enviados a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) los números rojos se deben a malas estrategias financieras.
El caso de CFE y Pemex
Las pérdidas en la dependencia de Manuel Bartlett, son casi cuatro veces mayores a las registradas entre julio y septiembre de 2021 cuando fueron de $14,780 millones de pesos.
La CFE señaló en su reporte que los costos de operación aumentaron. Registraron $473,531 millones de pesos en este rubro, 12% más que el año pasado.
“Derivado del conflicto con la Unión Europea y la escasez de suministro de combustibles, los precios se han incrementado de manera generalizada en el transcurso de 2022”, indicó la CFE.
En el caso de Pemex, la pérdida neta es 32.68% menor a la registrada en el mismo periodo de 2021, cuando habían registrado 77,244 millones de pesos. Según la paraestatal, esto fue por el aumento en el costo de ventas, así como por “la pérdida causada por la depreciación del peso ante el dólar estadounidense”.
Mientras tanto Halliburton en Estados Unidos, Shell y Total Energies en Brasil experimentan un auge de la producción de petróleo y gas.
Te puede interesar: ¿Ya no hay masacres? Van más de 1,500 en el sexenio; 342 tan solo en 2022
Las más auditadas
No solo se trata de que el Estado como empresario resulte costoso, si no que también las empresas estatales tienen un manejo ineficiente de los recursos.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) el año pasado hizo 128 auditorías con observaciones por más de $3,637 millones de pesos, de los cuales faltan por aclarar el 98%.
Pemex y CFE fueron las empresas estatales con más fiscalizaciones. Tuvieron 17 auditorías y probables daños al erario por más de $1,837 millones entre las dos. Después fue la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) de las cuales se detectaron posibles daños al erario por $651,868,500 pesos.
Según el Diario Oficial de la Federación, hasta este año existen 207 entidades paraestatales del gobierno en el país (entre las cuales hay empresas). Siete más que cuando inició el sexenio de López Obrador.
Según el banco BBVA, el sector paraestatal está compuesto por organismos descentralizados, empresas que tienen una participación estatal mayoritaria, instituciones nacionales de crédito, instituciones nacionales de seguros y fianzas y los fideicomisos.
Es evidente que a dicho sector le falta planeación a largo plazo y de inversión en personal capacitado para cumplir los objetivos de las compañías. ¿Este gobierno rescatará o quebrará alguna de estas empresas en lo que queda del sexenio?
