La crisis por la que atraviesa el gobierno federal (hackeos, revelaciones de presunta corrupción y el escándalo de espionaje a periodistas) es reflejo del resquebrajamiento de la llamada Cuarta Transformación, pues desde adentro las y los funcionarios “se ponen el pie” y cada vez están más divididos, advirtieron ex legisladores y analistas políticos.
“Estos hackeos recientes (del grupo Guacamaya) están dando a conocer que se han violentado los derechos humanos y que además el gobierno no tiene la capacidad de proteger su propia seguridad digital y mucho menos la de este país, y en lugar de que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) rectifique, minimiza el asunto haciendo un control de daños y poniendo a Chico Che en la conferencia mañanera”, nos explicó la ex diputada federal Martha Tagle.
“El hackeo al Ejército exhibió el fracaso de la política de no gastar, plasmada en el decreto de austeridad de 2019, que prohibió, entre otras cosas, la compra de antivirus y computadoras. El gobierno no quiso invertir en su propia seguridad. Además, quedó en evidencia la frivolidad con que respondió el Presidente ante la gran vulneración a la institución que supuestamente debía cuidar al país. El ridículo del Ejército quedó exhibido mundialmente”, nos señaló por su parte el sociólogo Jesús Villegas.
El 29 de septiembre de 2022, como te contamos en esta nota, el grupo de hacktivistas Guacamaya extrajo miles de documentos confidenciales de los servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); entre ellos, correos electrónicos sobre conflictos internos en el gabinete y la versión completa del llamado Culiacanazo, donde el Ejército dejó en libertad a Ovidio Guzmán, uno de los presuntos líderes del Cártel de Sinaloa e hijo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
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Encontronazos por todos lados
A la par del hackeo a la Sedena, el pasado fin de semana salió a la luz el libro El rey del cash, de la escritora y periodista Elena Chávez, quien devela “traiciones políticas, ambiciones personales, infidelidades, abusos laborales, corrupción y autoritarismo” en el círculo cercano del presidente López Obrador.
Para colmo, también el pasado fin de semana se informó que el Ejército compró el software Pegasus en 2019 para espiar -a través de sus celulares- a activistas y periodistas. Una investigación de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, junto con otros medios de comunicación, reveló que la Sedena contrató en junio de 2019, más de seis meses después de iniciado el actual sexenio, a la empresa Comercializadora Antsua, representante en México de NSO Group, la compañía israelí dueña del malware Pegasus.
Además, una confirmación sobre el contrato realizado fue hallado entre los correos del Ejército que filtró Guacamaya la semana pasada, de acuerdo con la misma nota de El País.
En tanto, el mandatario ha minimizado los escándalos y muestra una aparente tranquilidad a pesar del riesgo de que naufrague su gobierno. “Pueden sacar lo que quieran. El cash, cualquier cosa, nada más no me meto en cuestiones personales, sentimentales; eso no me corresponde. Tengo un escudo protector que es mi ángel de la guarda que es el pueblo y mi autoridad moral”, dijo López Obrador en su conferencia del 3 de octubre de 2022.
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Respecto al hackeo de Guacamaya, el analista en temas de seguridad Alejandro Hope escribió en un artículo de opinión en El Universal que la reacción del gobierno fue “como el avestruz, decidió esconder la cabeza. El Presidente se burló del asunto, puso un video de Chico Che y afirmó que lo dado a conocer ‘es de dominio público’”.
Sobre la vigilancia a periodistas y activistas por parte de la Sedena, López Obrador solo alcanzó a decir que la secretaría realiza labores de inteligencia, no de espionaje, informó Expansión.
En un comunicado difundido el 4 de octubre de 2022, la Sedena precisó que “con estricto apego al Estado de derecho ratifica que no realiza actividades de inteligencia y mucho menos de espionaje de índole alguna en contra de sectores de la población, como defensores de los derechos humanos, activistas sociales y periodistas, entre otros”.
En medio de tanto salpicadero, Morena salió en defensa del titular del Ejecutivo. “Llevan más de 20 años queriendo destruir al presidente López Obrador y más de cuatro años queriendo desprestigiar a su gobierno. Montajes, videoescándalos, hackeos, calumnias y pseudo reportajes le han hecho lo que el viento a Juárez. Un pueblo entero lo respalda”, detalló el partido, según una nota de El Financiero.
Resquebrajamiento
La feminista y politóloga Martha Tagle nos dijo que esta crisis por la que atraviesa el gobierno federal es similar a la que enfrentó el presidente Enrique Peña Nieto tras la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y por el escándalo de la llamada Casa Blanca (la lujosa residencia propiedad del entonces mandatario en Lomas de Chapultepec).
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“Creo que la diferencia está en que el presidente López Obrador sigue gozando de cierta popularidad, aunque eso no signifique que esté haciendo un buen gobierno. En cambio, con Peña Nieto, a esas alturas de su gobierno, ya había demostrado su total incapacidad y no contaba con la confianza de la ciudadanía”, abundó la también consultora en género y derechos humanos.
Tagle precisó que el principal señalamiento contra el gobierno de Peña Nieto fue la corrupción, situación que se repite con López Obrador, ya que “este tema del cash va a revelar cómo se maneja el dinero en bolsas y sobres amarillos. Ahora se está poniendo en evidencia la corrupción que (el Presidente) no quiere manejar así, sino que son ‘donaciones’ en su gobierno; pues vamos a ver cómo se han manejado de manera discrecional los recursos al interior de la actual administración”.
La ex diputada federal por Movimiento Ciudadano nos adelantó que toda esta crisis de la 4T se puede reflejar en las urnas para 2024: “Creo que los propios de Morena están preocupados de lo que pueda pasar en el proceso electoral, y van a reforzar la estrategia de generar todo este clientelismo a través de los programas sociales, de que sus gobernadores usen a los Siervos de la Nación y cualquier mecanismo, legal o incluso ilegal, para ganar las elecciones del 24”.
La ex legisladora recalcó que la situación puede empeorar para la 4T, ya que se están agravando las divisiones internas: “se están poniendo el pie unos a otros, y eso es evidente, porque además de lo que vimos con respecto a la filtraciones de la FGR (sobre el caso Ayotzinapa), lo que está sucediendo habla de las divisiones internas y pues la 4T se está resquebrajando desde adentro”.
En ese tenor, Jesús Villegas, académico durante más de 20 años en el CCH-Oriente, concluyó que si bien “no se desmorona Morena”, la crisis actual del gobierno debilita de manera contundente a López Obrador: “los hechos recientes son un golpe a la línea de flotación del Presidente: su supuesta autoridad moral, pues queda exhibido como mentiroso”.
