2020 no solo va a ser histórico por la grave crisis sanitaria y económica, generada por la COVID-19 que sigue golpeando a México, sino porque además la violencia en el país no se ha detenido y, nuevamente, está cerca de llegar a niveles históricos.
Tan solo en agosto, las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que la violencia sigue instalada en la vida de las y los mexicanos.
De acuerdo con el SESNSP, en ese mes las fiscalías estatales registraron 3,051 víctimas de homicidio doloso, de las cuales 78 fueron catalogadas como feminicidios -asesinato de mujeres por cuestiones de género-.
Esto significa que en agosto solamente hubo una disminución de -0.5% en homicidios dolosos, es decir, 14 defunciones menos que en julio. Sin embargo, esa disminución es opacada por un aumento de 5.4% en las víctimas de feminicidio -cuatro feminicidios más-, lo que hace de agosto el cuarto mes más letal para ellas en lo que va de este año.
2020 se perfila como el año más violento
Si comparamos lo que ocurre este año con años anteriores, la violencia registrada en los primeros ocho meses de este año, tanto en homicidios dolosos como en feminicidios, ya se encuentra en los niveles más altos desde que el SESNSP registra el número de víctimas incluidas en cada carpeta de investigación.
Tomando en cuenta el criterio de tasas por cada 100,000 habitantes, que permite considerar los cambios en la población a través del tiempo, observamos que en 2020 han habido casi 36 homicidios por cada 100,000 habitantes y casi un feminicidio por cada 100,000 mujeres; niveles récord desde hace 5 años.
Para Daira Arana Aguilar, directora del Centro Feminista de Investigación Social, una posible explicación de este fenómeno parte del hecho de que “no han habido cambios sustanciales en la estrategia de seguridad de gobiernos anteriores”.
De acuerdo con la especialista, “actualmente se sigue atendiendo bajo una óptica totalmente militarizada, en donde los problemas de las violencias se atienden a partir de una visión de combate y de uso de armas”.
Sin embargo, a pesar de estos niveles, un factor positivo es que el crecimiento en los niveles de violencia en 2020 ha sido el más bajo desde 2015. Es decir, los homicidios crecen a un porcentaje cada vez menor.
Al comparar los niveles registrados en los primeros ocho meses de este año con el mismo periodo de 2019, los homicidios dolosos solamente aumentaron 0.5% mientras que los feminicidios se incrementaron 1.2%.
Violencia no distingue entre partidos políticos
Si se analiza lo que pasa en los estados, es evidente que existen diferencias importantes en los niveles de violencia que hay en las distintas regiones del país. Si te deslizas en el siguiente mapa, puedes consultar qué tan violenta es tu entidad. Mientras más rojo se pinta un estado, mayor nivel de violencia registra.
Colima, gobernada por José Ignacio Peralta (PRI), es la entidad más violenta del país con una tasa de 54.6 homicidios por cada 100,000 habitantes, nivel casi tres veces mayor a la tasa promedio de las 32 entidades (19.16 homicidios).
De cerca le siguen: Baja California (Morena) con una tasa de casi 53 homicidios, Chihuahua (PAN) con 51.19, Guanajuato (PAN) con 48.7 homicidios y, en la quinta posición se encuentra Zacatecas (PRI) que hasta el momento registra una tasa de 39 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Para Daira Arana Aguilar, esto responde a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador “no ha analizado al fenómeno de las violencias desde una perspectiva regional o local, que tome en cuenta que las policías son el primer acercamiento de la ciudadanía con la autoridad”.
Y advierte que “si se invirtiera en estas instituciones, dando las herramientas adecuadas a los cuerpos policíacos, estos podrían prevenir algunos delitos y resolver problemas en las comunidades”.
Los focos rojos de los feminicidios
Analizando las cifras de víctimas de feminicidio, Colima (PRI) ocupa nuevamente la primera posición con una tasa de tres feminicidios por cada 100,000 mujeres, nivel tres veces mayor al promedio nacional.
En segundo lugar se encuentra Morelos (PES) que registra una tasa de 2.57 víctimas de feminicidio. Después están Nuevo León (Independiente) con 1.5 feminicidios por cada 100,000 mujeres, así como Veracruz y Baja California (ambos gobernados por Morena) que comparten el mismo nivel de violencia: 1.43 feminicidios.
El resto de las entidades las puedes consultar en el siguiente mapa.
Aunque los hechos han demostrado que la estrategia de “abrazos, no balazos” no está dando los resultados que la población requiere, no hay indicios de que el gobierno esté planteando algo diferente a casi dos años de haber tomado posesión.
¿Podrá este gobierno resolver alguna de las crisis que aquejan a la población mexicana en lo que resta del sexenio?
